Javi Galán, jugador de la Real Sociedad
«Griezmann me animó a venir y la Real me ha dado mucha confianza; soy feliz aquí»Javi Galán (Badajoz, 1994) ha sido una incorporación de rendimiento inmediato. Llegó por la lesión de Aihen y en dos meses y medio ya ha ... jugado 13 partidos y 1.000 minutos. Además de meterse a la afición en el bolsillo. Su historia no es la habitual en un jugador de élite, pues se crió en campos de tierra y pagó por jugar al fútbol hasta los 19 años. Ese espíritu de superación ha forjado un carácter indomable sobre el césped. Afirma que está feliz en la Real pero en junio concluye su cesión y prefiere no hablar de su futuro.
– ¿Qué balance hace de su estancia en San Sebastián?
– Positivo. Sabía que venía a un club grande y familiar, pero desde dentro me ha sorprendido aún más. La vida con los compañeros es muy fácil.
– ¿Dónde vive?
– En el Centro, junto a La Concha. Soy más de vivir a las afueras, pero llegué de un día para otro y no había mucho para elegir.
– ¿Hizo mucha mudanza?
– No demasiada. Entró todo en una furgoneta. Me traje algunas maletas y al perro. Principalmente se encargó mi novia, porque yo llegué y al día siguiente ya tenía partido.
– Pero la casa en Madrid la seguirá teniendo...
– Sí claro. Allí sigo teniendo la mayoría de mis cosas.
– Viviendo en La Concha, ¿baja mucho con el perro a la playa?
– Todas las mañanas antes de ir a entrenar. Le gusta mucho jugar con otros perros. Es muy juguetón. Se llama Odín y es una mezcla de border collie con pastor alemán. Ha cogido la actividad del border collie y hay que cansarlo bien. Llevo cinco años con él. Lo adopté en Huesca porque lo iban a dar a una protectora y me lo ofrecieron.
– Media plantilla de la Real tiene perro. ¿Por qué les gusta tanto a los futbolistas?
– Creo que tiene que ver con la necesidad de llevar una vida tranquila. Un perro te la llena porque estás todo el rato pensando en él. A mí me da mucho. Estoy dos días fuera y lo hecho de menos. Da mucha compañía. En el tiempo libre a mi novia y a mí nos gusta ir al monte para que disfrute.
– ¿Es más de montaña que de playa?
– La playa también me gusta, pero en la montaña me siento mejor.
– ¿Dónde pasó el fin de semana pasado en el que Imanol les dio tres días libres?
– Me bajé a mi pueblo, Montánchez, en Cáceres, a ver a la familia y los amigos. Tenía una despedida. En el parón de las selecciones me fui a los Pirineos, a la zona del valle de Ordesa. Fiscal, Broto, Monte Perdido, el valle de Bujaruelo... La conozco bien de cuando estuve en Huesca. Es un sitio ideal para desconectar.
– Háblenos de sus orígenes. Veo que nació en Badajoz...
– Así es, pero mis padres Joaquín y Benita y toda la familia son de Montánchez. Lo que pasa es que por motivos de trabajo se mudaron a Badajoz, que es donde yo he crecido. Pero los fines de semana y el verano entero lo pasaba en Montánchez. Me considero de los dos sitios.
– Son muy famosos los jamones de Montánchez...
– Los mejores del mundo. Los embutidos en general son muy buenos. Tenemos buenos cerdos y los cuidamos muy bien.
– ¿Cómo le dio por el fútbol?
– Desde que nací he estado con un balón en los pies. A mi padre le encantaba el fútbol y él me inculcó esa pasión. Con cuatro años ya jugaba a fútbol sala en el equipo del barrio, el San Roque.
– ¿Era de jugar en la calle?
– Todo el día, especialmente en verano en el pueblo. Ahora se ha perdido la libertad de jugar con los amigos en la calle. Los niños se encierran en casa con el móvil o el ordenador. Cuando era chico paraba poco por casa.
– Siempre se ha dicho que se aprende a jugar al fútbol en la calle. Las grandes figuras como Pelé, Maradona o Messi surgieron de ahí...
– En los clubes aprendes a entender el juego y a mejorar aspectos técnicos, pero la intuición, el instinto y la listeza te la dan la calle. Yo soy tan regateador porque estaba todo el día mareando a mis amigos. Tienes que ser muy vivo. En Badajoz era el más pequeño y si no llevaba el balón, los mayores no me dejaban jugar. Aprendes códigos para toda de la vida.
– ¿Dónde dio sus siguientes pasos después del San Roque?
– Estuve en varios clubes de la ciudad: Puerta Palmas, Don Bosco y Flecha Negra, con el que jugué en Liga Nacional juvenil. El Badajoz, que había descendido a regional por impagos, me fichó en mi primer año sénior.
– En aquella época le llamaban Wayne Rooney por su parecido físico con el inglés, ¿no?
– Fue en el instituto, pero no me gustaba porque me comía mi propio nombre y la gente casi no sabía cómo me llamaba. Fuera de Badajoz no me llaman así.
– ¿Recuerda su primer sueldo?
– Hasta juveniles el fútbol me costaba dinero, porque pagaba por jugar. En el Flecha Negra, al menos, nos costeaban los gastos y fue en el primer año en el Badajoz cuando empecé a cobrar 30 euros por partido ganado que me negoció mi padre. El segundo, ya en Tercera, me hicieron un sueldo de 200 euros al mes.
– ¿Con 19 años y no tenía representante?
– No. El primero que tuve fue en el Córdoba B cuando conocí a Javier Aguilar, el agente de You First en la ciudad. Desde entonces estoy con ellos.
– ¿De qué jugaba entonces?
– En el Badajoz era el clásico mediapunta zurdo de recibir al pie. Luego aportaba goles y asistencias. Me encontraba a gusto jugando por detrás del delantero centro. Ahora ha desaparecido esa figura del enganche porque se estila más el 1-4-3-3 que funciona con un mediocentro, dos interiores y dos extremos. Antes se llevaba más el mediapunta.
– A partir de ahí empezó a subir peldaños, ¿no?
– Soy de los pocos que he jugado en todas las categorías. En el Badajoz jugué en Preferente y después de subir, en Tercera. En el Córdoba B, en Segunda B, y luego con el primer equipo en Segunda. Con el Huesca debuté en Primera en enero de 2018.
– ¿Cuándo se dio cuenta de que podría vivir del fútbol?
– En el Córdoba. Fui allí porque se trataba del filial de un equipo de Primera, aunque cuando llegué había descendido. Me encontré con uno de los entrenadores que ha marcado mi carrera, Luis Carrión, que ahora tiene al Oviedo en puestos de play-off de ascenso en Segunda. Me dio mucha confianza y me subió al primer equipo, donde estuve un año y medio que fue clave para dar el salto a Primera con el Huesca.
– Dicen que el dinero cambia a las personas...
– Los que me conocen saben que no es mi caso. Tener dinero me ha servido para ayudar a mi familia, eso sí. Mi padre falleció hace cinco años y mi madre se jubila este año y se irá al pueblo. Yo sigo disfrutando del fútbol como cuando era niño porque para mí es una profesión que haría gratis. He vivido ese otro fútbol de campos de tierra y en mal estado que también sirve para curtirte y que es el fútbol auténtico. Nosotros tenemos la suerte de vivir de esto y jugar en grandes estadios, pero también hay muchos niños que juegan en los pueblos en campos que no están tan bien. Y disfrutan un montón.
– ¿Ese otro fútbol ha moldeado su carácter en el campo? Se le ve un jugador muy impetuoso...
– Desde chico he sido un jugador muy ambicioso que ha ido consiguiendo cosas por su trabajo. En el campo también he tenido carácter. Cuando era mediapunta me caracterizaba por la agresividad para robar en zonas altas. Luego pasé a ser extremo y quizás por ese carácter que tenía me reubicaron atrás de lateral. Un entrenador del Badajoz ya me dijo entonces que haría carrera en el fútbol de lateral.
– En Vitoria acabó jugando de extremo, ¿cuál es la principal diferencia a hacerlo de lateral?
– Atrás tienes más exigencia en defensa mientras que arriba tienes más libertad para atacar.
– Es un lateral atípico porque siempre está entre los máximos regateadores de la Liga...
– Los dos años del Celta fui el segundo, superado un año por Messi y otro por Vinicius. Los entrenadores saben que soy un buen regateador, que es mi forma de jugar. Yo no juego para las estadísticas sino que trato de ayudar al equipo en la salida de balón y muchas veces es una manera efectiva de salir de la presión alta de los rivales.
– Hace 20 años un lateral regateador era carne de banquillo...
– El fútbol ha evolucionado y ahora se juega más la pelota y los laterales tienen importancia en ataque. Yo siempre he sido regateador y no me la suelen quitar.
– ¿Qué le dice Imanol?
– Es un entrenador que da mucha libertad y confianza al jugador. Me fichó sabiendo cómo era y lo único que me dice es que seleccione bien cuándo subir.
– ¿Por qué se decidió por la Real cuando tenía una oferta en firme del Villarreal para ser fichado en propiedad?
– Cuando supe del interés de la Real no me lo pensé dos veces. Lo decidí enseguida. Siempre ha sido un club que he tenido en mente. Desde fuera se veía que había un buen grupo, un buen míster, una forma atractiva de jugar... Era un fútbol que me venía muy bien a mis características.
– ¿Habló con Imanol?
– Sí. Me llamó y hablé con él antes de venir. Fue importante lo que me dijo.
– ¿No le preguntó a Griezmann, su compañero de vestuario en el Atlético?
– Claro que sí. Me habló maravillas de la Real y me animó a venir porque tenía un gran recuerdo del club.
– Su madre también vivió muchos años en Euskadi, ¿pesó en su decisión de venir aquí?
– También un poco. En Extremadura no había las condiciones laborales del País Vasco y mi abuelo materno vivió muchos años en Álava. Mi madre vino con tres años y se pasó unos 20 años aquí. Tiene muchas ganas de hacerme una visita en San Sebastián, porque es una ciudad a la que venía muchas veces.
– En lo futbolístico, las cosas no le han podido ir mejor en la Real. Ha sido llegar y besar el santo...
– Casi no conocía a nadie. Ni había entrenado con los compañeros. Pero veo tanto fútbol que es como si los conociera de siempre. La acogida de todos hizo que me sintiera adaptado desde el primer día.
– El reclamo de la Copa y la Champions también sería importante en su decisión...
– Contra el PSG dimos la cara en París durante la primera hora. Si llegamos a hacer el primer gol habríamos visto una eliminatoria diferente. Salimos bien desde atrás y en zona de tres cuartos hicimos peligro.
– Se le vio a gusto saltando alto en individual a por Dembélé.
– Estoy acostumbrado a aguantar los duelos individuales en los partidos. Para eso entrenamos. Los entrenamientos que hacemos son casi más duros que los partidos. Me gusta ser valiente para salir de zona y saltar alto. Me adapto a lo que necesita el equipo en cada momento.
– ¿Fue muy duro quedarse a las puertas de la final de Copa?
– Mucho. Creo que merecimos más en la semifinal. Fue una pena muy grande. Pero me quedo con la reacción que ha tenido el equipo, que ha ganado los tres partidos que ha jugado en Liga desde entonces.
– ¿Con quién iba en la final?
– La vi con bastante distancia, aunque es verdad que la victoria del Athletic da una plaza más para la Europa League. Con todo, el objetivo debe ser mirar hacia arriba para mejorar esa sexta plaza.
– ¿Qué es mirar hacia arriba?
– Ver si podemos acercarnos a los puestos que nos preceden. No pensaría en acabar en un puesto concreto sino en ganar nuestros partidos. El equipo está muy bien, le veo muy competitivo y creo que va a hacer un buen final de temporada.
– Ha jugado mucho en poco tiempo y no se ha lesionado.
– En mi carrera no he sufrido lesiones por las que me haya perdido un partido. Soy bastante profesional. Me cuido, trato de descansar bien, hacer trabajo preventivo... También soy de entrenar muy fuerte y eso hace que luego en los partidos el cuerpo esté acostumbrado a aguantar ritmos altos.
– ¿Dónde se ve jugando el año que viene?
– No pienso en eso. Ahora mismo estoy aquí y quiero disfrutar hasta junio. Estoy muy contento aquí. Ya habrá tiempo de ver qué pasa. Soy muy feliz aquí y quiero seguir disfrutando.
– ¿Le gustaría seguir?
– Repito que soy muy feliz aquí. No quiero descentrarme pensando en el futuro.
– Dicen que los futbolistas juega donde quieren...
– No siempre es así. Depende de los intereses de los clubes.
– ¿La Real le ha dicho algo?
– No. No estoy pensando en eso. Quiero disfrutar de este momento y ayudar a la Real a clasificarse de nuevo para Europa. El club me ha dado mucha confianza.
– ¿Cómo ve el final de Liga? El calendario es complicado...
– A estas alturas todos los equipos están jugándose cosas y son difíciles. Hay que ir paso a paso.
«Me gusta el flamenco, las series de vikingos y aquí he descubierto el txangurro»
- Ha vivido en Badajoz, Córdoba, Huesca, Vigo y Madrid. ¿Qué diferencia a San Sebastián del resto?
- Se asemeja bastante a Vigo. Por lo que llueve, por la playa... La vida es muy parecida. Soy una persona muy tranquila a la que le gusta salir a pasear y, en ese sentido, San Sebastián es una ciudad ideal para el paseante.
- ¿Cómo lleva lo de la lluvia?
- Como buen extremeño, yo soy de secano, pero en Vigo no llovía menos que aquí. He vivido en tantos sitios que ya estoy acostumbrado.
- ¿Un plan que le gusta hacer fuera de Zubieta?
- Pasear con mi novia Mireia por la ciudad o bajar con el perro a la playa. Cuando vienen amigos o familiares intento enseñarles los rincones más bonitos que he conocido hasta ahora.
- ¿El que más le gusta?
- La playa de La Concha, sin duda. Me habían hablado maravillas de esta playa pero hasta que no la ves no aprecias lo bonita que es.
- ¿Le va a costar vivir en una sitio mejor que enfrente de La Concha?
- Será complicado, la verdad.
- ¿Un deporte que le guste practicar al margen del fútbol?
- De chico jugaba a todo con los amigos: tenis, baloncesto, voleibol, pádel, ajedrez... Pero solo el fútbol se me ha dado realmente bien.
- ¿Un compañero con el que tomar un café?
- Casi siempre hacemos planes colectivos, en grupo, así que no podría decir solo uno. Somos un vestuario muy unido.
- ¿Su plato favorito?
- El bacalao dorado. Es un plato típico portugués que se lleva mucho en Badajoz. Me encanta.
- ¿Alguno que haya descubierto aquí en estos meses?
- El txangurro a la donostiarra. También me gusta ir de pintxos por la ciudad y probar distintos sabores.
- ¿Una bebida?
- Agua o Coca-Cola.
- ¿Es buen cocinero?
- Malísimo. Me apoyo en los tuppers de Johnny o en mi novia, que cocina muy bien.
- ¿Era buen estudiante?
- Normal. No era de los mejores pero tampoco de los peores. Muchas veces aprobaba porque mis padres me amenazaban con quitarme del fútbol si no sacaba los exámenes.
- ¿Una serie?
- Juego de tronos y Vikingos. Me gustan mucho las nórdicas y de vikingos. También Peaky Blinders. Me veo Netflix entero.
- ¿Un libro?
- No soy de leer mucho. Y mira que me han regalado libros...
- ¿Música?
- El flamenco. Me gusta El Barrio. También reggaeton.
- ¿De no haber sido futbolista que habría sido?
- Futbolista. Es lo mío.
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