El instituto del deporte Leipzig fue el centro del dopaje de la RDA

La publicación de los documentos de la Stasi tras la caída del muro fueron la confirmación definitiva del uso del deporte como arma política: «El objetivo es asegurar al deporte de competición de la RDA una posición de privilegio para demostrar la superioridad de la sociedad socialista sobre la capitalista, y todo ello gracias al empleo de sustancias dopantes», llega a decir una circular de la Stasi.

La documentación revela que la policía secreta empezó a hacerse cargo del sistema deportivo en 1971, un año antes de los Juegos Olímpicos de Múnich. El FKS era el centro de esa estrategia y las sustancias se fabricaban en serie por el conglomerado farmaceútico Jenapharm de Jena. Los tratamientos eran obligatorios y se aplicaron en varios miles de deportistas. Tras las revelaciones, solo una pequeña parte reconoció su uso. Hasta hace solo tres años, el Gobierno alemán seguía concediendo indeminzaciones y ayudas a los afectados por el dopaje sistemático de la RDA.