Igor Zubeldia se lesiona para un mes y gana peso el fichaje de un central

El percance que sufre es en la misma zona en la que se lesionó al final de la pasada temporada, el bíceps femoral. Entonces se perdió los cuatro últimos partidos del campeonato, ya que no jugó en las visitas al Barcelona y el Betis ni en Anoeta frente al Valencia y el Atlético. Se dio la casualidad de que también se ausentó por sanción en las jornadas 32 y 34, por lo que solo disputó el encuentro contra el Real Madrid en el Reale Arena de los ocho últimos. El conjunto txuri-urdin solventó la situación ganando al Las Palmas, Valencia y Betis para entrar en la Europa League, pero el azkoitiarra tuvo que quedarse en la grada.

Ahora parece que la rotura muscular no es tan fuerte como entonces, pero el plazo mínimo estimado para su recuperación es de un mes, con lo que se perdería los cuatro encuentros que hay antes del parón de septiembre. La Real abre la Liga el día 18 contra el Rayo Vallecano en Anoeta, visita al Espanyol el 25, recibe al Alavés el 28 y juega el 1 de septiembre en Getafe. Con suerte podrá estar listo para enfrentarse al Real Madrid el fin de semana del 14-15 de septiembre en Anoeta.

Sin duda se trata de un serio contratiempo para un Imanol que ha perdido este verano a su defensa más expeditivo, Robin Le Normand, que tiene al sustituto de éste en los Juegos Olímpicos, Jon Pacheco, y que ahora ve cómo tendrá que prescindir de Zubeldia en el arranque inicial del campeonato, lo que le deja en este momento con Aritz Elustondo y Jon Martín como únicos centrales disponibles.

Este percance –porque no se puede hablar de una lesión de gravedad– acelera la necesidad de la Real de traer otro central, una posibilidad que ya estaba encima de la mesa en el club tras la marcha de Le Normand y que ahora gana peso. Este fichaje, eso sí, no era prioritario en un verano con tantos frentes abiertos pero Imanol lo veía conveniente por la exigencia que supone volver a afrontar una temporada con la participación en tres competición y una fase de grupos en la Europa League que se irá de entrada a los ocho partidos entre septiembre y enero.

En principio está llamado a ser la pareja habitual de Zubeldia a la espera de ver si Aritz termina de aparcar los problemas físicos que le han limitado en el último año y medio. El de Beasain ha arrancado el verano con fuerza y ahora se perfila como un hombre de peso en el inicio liguero.

El cuarto central es Jon Martín, que debutó en Primera en mayo en el Villamarín con solo 18 años y ha dado el salto al primer equipo. Es del agrado tanto de Imanol como de Olabe, la cuestión es si está preparado para jugar con continuidad en la élite o la oportunidad le llega muy pronto. Cubarsí, de su misma edad y compañero suyo en las selecciones inferiores, ha dado el salto en el Barcelona y lo ha hecho bastante bien, aunque terminó la Liga bastante justito.

Por sus condiciones, Jon Martín es el defensa más parecido a Le Normand porque es un ganador en duelos y va bien por arriba, pero tiene cuatro años menos que cuando el bretón dio el salto a Primera. También es verdad que su trayectoria formativa en Zubieta ha sido más extensa que la del internacional por La Roja, que llegó con 20 años y tardó dos en interiorizar los conceptos de juego del club, por lo que en ese sentido va por delante. Pero con su juventud, siempre es una incógnita saber su respuesta en el corto plazo en la élite.

Ese recorrido de la última milla entre el Sanse y la Real se tarda año y medio en hacerse, al menos es lo que les ha costado al propio Pacheco y Turrientes cubrirlo en las últimas temporadas. Jugaron muy poco en su primer curso pero adquirieron el poso para asentarse después.

Se completa el boceto defensivo con Jon Mikel Aramburu, que viene de hacer una gran Copa América con Venezuela y puede jugar como central aunque hasta ahora haya actuado de lateral. Sin olvidar al navarro Iñaki Rupérez, al que Imanol ha empleado en el eje de la zaga.

Aperribay comentó la semana pasada sobre la posibilidad de fichar a un central, que «hay veces en las que las incorporaciones te ayudan a desarrollar el talento que hay en casa y otras en las que el talento está en casa». En este caso, no hay dudas sobre la calidad de los centrales pero solo Aritz (30 años) y Zubeldia (27) tienen recorrido en la élite.

En el mandato de Aperribay se han dado situaciones similares y la Real ha maniobrado de diferente manera en función de lo que le venía de abajo. En 2011, después de obtener la permanencia con Lasarte, apostó por dar el relevo a Labaka con Iñigo Martínez, que tenía 20 años y le veían preparado para dar el salto.

En 2017 fichó a Diego Llorente en previsión de que Iñigo se marchara al Athletic, porque ya entonces andaban con la mosca detrás de la oreja. Aún así, cuando el de Ondarroa lo hizo en enero de 2018, trajo a Héctor Moreno para cubrir su baja en el corto plazo a la espera de que Le Normand terminara de hacerse en el Sanse. De hecho, año y medio después traspasó al mexicano y a Raúl Navas para despejarle el camino al francés. El último movimiento importante en el eje de la zaga fue traspasar a Llorente por 21 millones al Leeds en 2020 para reconvertir a Zubeldia de central una vez que Le Normand se asentó en el perfil izquierdo.