Gorrotxategi rescata un punto en el descuento para una Real Sociedad B con diez

El partido adquirió de entrada talante ofensivo por parte de ambos equipos. Los locales apretaron y el Sanse se centró en su defensa, puesto que no lograba engarzar juego, con pocas ideas en la medular y escasa participación de los estiletes ofensivos. Y con esos parámetros, lo más normal era que se adelantara el cuadro rojiblanco, justo lo que sucedió en el minuto 29. Clau Mendes recibió un balón al espacio de Iñaki y, sin pensárselo dos veces, mandó un zurdazo que sorprendió a Arana por el primer palo.

El equipo de Sergio Francisco intentó reaccionar con alguna llegada por la derecha de Gabilondo, aunque sin llegar a culminar las escaramuzas. En cambio, la UD Logroñés siguió haciendo un buen fútbol y en el minuto 42 estuvo cerca del 2-0. Una gran combinación colectiva, de derecha a izquierda, acabó en un zapatazo de Boniquet que tocó Arana con la yema de los dedos para desviar a saque de esquina. Poco antes del descanso, el Sanse tuvo un remate, con la cabeza, de Javi Martón, a centro de Aguirre desde la izquierda, que salió lejos de los tres palos.

Sergio Francisco colocó en el campo, buscando otro panorama en ataque, a Ander Martín y Kortajarena, quien, superada la hora de juego, disparó bien, aunque algo por encima del travesaño, desde la frontal del área. De inmediato el Sanse se quedó con diez jugadores por una dura entrada de Ezkurdia a Clau Mendes que mereció la tarjeta roja directa. Pese a la inferioridad numérica, el conjunto donostiarra asumió la posesión, aunque colaboró a ello un claro paso atrás de su rival pensando en no perder su botín. Natxo González refrescó el equipo con las entradas de Marcos Olguín y Keita, aunque el miedo era evidente en la escuadra riojana. Y más cuando en el minuto 78 el recién entrado Azkune estrelló un disparo en la cepa del poste.

Ya en el tiempo añadido, un chut lejano de Gorrotxategi acabó sorprendiendo a Gonzalo tras tomar el balón una parábola inesperada al tocar el cuero en Marcos Olguín. El Sanse festejó el tanto como un triunfo y apenas hubo tiempo para que pasara nada más. Suma y sigue para el filial realista.