Y volvió a aparecer la de siempre
La tolosarra, que entró desde el banquillo, logró que la Real no se fuerade vacío en el derbi con un penalti convertidoen el tiempo añadido
Domingo, 16 de noviembre 2025
Tenía que ser ella. No podía ser otra. Nerea Eizagirre volvió a aparecer ayer en el derbi vasco para que la Real Sociedad no se fuera de vacío de Anoeta. Es verdad que no fue una victoria, pero el conjunto txuri-urdin se mereció mínimamente el empate y fue la de Tolosa la que asumió la responsabilidad de ejecutar la pena máxima y batir a Adriana Nanclares.
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La tolosarra partió desde el banquillo, a pesar de «haber entrenado toda la semana» con el resto de sus compañeras y «dejar atrás las molestias» que le mermaban. Arturo Ruiz decidió que lo más sensato era que no jugara desde el inicio. Y la realidad es que una vez saltó al terreno de juego, ya con el gol del rival subido al marcador, las guipuzcoanas mostraron la actitud que les caracteriza para meter al Athletic atrás e ir en busca de poner las tablas en el marcador.
Entró al campo en el minuto 71. La Real tenía alrededor de veinte minutos para darle la vuelta al marcador o al menos lograr el empate. Fue entrar Nerea y que en Anoeta se notara que había hambre de amenazar al Athletic para que no se fueran con los tres puntos. Ejerció de capitana y motivó al resto de sus compañeras para dar ese empuje al equipo cuando más lo necesitaba.
Las guipuzcoanas, que estuvieron amenazando a las rivalesconstantemente tras el gol en contra, no lograban llegar con claridad a la portería de Nanclares. Poco a poco, los ánimos en la parroquia txuri-urdin se estaban viniendo abajo.
Pero a punto de completar el tiempo reglamentario llegó un córner. Bendito córner. El centro desde la esquina cayó en Lucía Rodríguez tras pasar por un cúmulo de jugadoras para que la madrileña le pegara con el alma. El balón no iba a ningún lado. Probablemente no tenía ni peligro. Pero el destino quiso que el esférico rebotara en el brazo de Landaluze, la misma que salvó al Athletic bajo la línea, para que la colegiada, tras revisarlo en el VAR, señalara la pena máxima.
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Y efectivamente, la responsabilidad la tomó la '10' txuri-urdin. La misma que erró el penalti frente al Granada hacía unas jornadas, pero que no se iba a intimidar ante ello. Colocó el balón, dio cuatro pasitos hacia atrás, esperó a que la árbitra diera la orden de ejecutarlo y para dentro ante todo un silencio de Anoeta. La Real Sociedad no merecía irse de vacío y así fue. Y como no, tuvo que ser ella la protagonista de las blanquiazules para hacer que los aficionados no se fueran con caras largas a sus casas.
«Con cinco minutos más...»
Y la remontada no se consumió porque a la Real le faltó tiempo para poner el broche de oro. «Después del empate hemos notado que con cinco minutos más podríamos haberle dado la vuelta al marcador», dijo tras el choque. Las guipuzcoanas fueron capaces de mostrar «esa garra que tenemos» para no irse de vacío y probablemente con ganas de más.
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