Un derbi con la hegemonía vasca de fondo

La Real afronta el duelo en una dinámica ascendente tras una temporada pasada que dejó un sabor más agrio que dulce –octavo en Liga con cuatro puntos más que el Athletic– y un mal inicio de curso con la derrota ante el Granada. Dos victorias ante Betis y Eibar, más un valioso empate contra el Levante, han confirmado después la mejoría y el derbi se presenta como posible punto de inflexión definitivo. La directora deportiva del club, Garbiñe Etxeberria, desvela en la previa del enfrentamiento con el Athletic que «tenemos que mejorar lo que hicimos el año pasado, queremos estar siempre cerca de los de arriba. Nos ha costado mucho estar por encima del Athletic pero tenemos que seguir creciendo y no perder la credibilidad».

La hernaniarra no oculta la rivalidad entre dos equipos que «siempre hemos sido líderes del fútbol femenino a nivel de Euskal Herria. Tengo ganas de vernos dónde estamos porque los números dicen una cosa pero luego hay 90 minutos donde hay que demostrarlo. Es un partido que no lo disfruto mucho porque te hace estar en tensión pero tengo ganas de que llegue».

La directora de fútbol, con una dilatada experiencia deportiva y en la gestión, no muestra ni un ápice de rencor hacia las jugadoras que ahora están en el club rojiblanco, ni tampoco la necesidad de reivindicar un proyecto que está más que asentado, con una continuidad en la élite más una base que cuenta hoy por hoy con tres equipos filiales (en Segunda RFEF, en Liga Vasca y en cadetes). Preguntada sobre las declaraciones de Adriana Nanclares en las que la guardameta afirmó que le convenció más el proyecto femenino del Athletic, Garbiñe responde con elegancia. «Adriana ha estado cinco años en la Real en los que hemos ido de la mano. Decidió no renovar y solo tengo que decirle 'eskerrik asko y te deseo lo mejor'. ¿Qué más tenemos que demostrar en cuanto a proyecto? Venimos de hacer cosas bonitas: jugamos la final de la Supercopa el año pasado. Lo de la Champions fue algo puntual. De la Copa nos eliminó el Atlético, que luego ganó. Jugamos contra grandes rivales... Las jugadoras son libres y tienen que decidir su futuro. El domingo nos veremos y nos saludaremos con afecto porque lo humano va antes de todo lo demás».

Garbiñe Etxeberria sostiene que «un derbi siempre es especial», concepto que ya ha interiorizado la entrenadora Natalia Arroyo. Según la catalana, «el derbi es un partido que llena más los corazones que los puntos reales, pero nos gusta. Siempre lo he vivido desde que he llegado aquí. Nos apetece seguir siendo el club referente del fútbol vasco. Es una clasificación más, como en el ciclismo existe la montaña o las metas volantes. Tenemos una historia que no siempre nos ha puesto ahí y ahora estamos en un momento distinto. Queremos seguir por delante de ellas y si eso significa por delante de muchas más, maravilloso».

Añade la entrenadora que «si el derbi siempre es especial, si te encuentras con gente a la que le va a remover algo, va a tener un punto más. Ya nos vimos en la Euskal Herriko Kopa, ojalá el domingo vuelva a haber momentos para todo, para una sonrisa de complicidad al principio y luego para comentar la jugada al final, con la misma deportividad con la que lo hicimos cuando nos ganaron la final de la EH Kopa».

Respira optimismo el vestuario txuri-urdin, tal y como demuestra Amaiur Sarriegi. «Creo que el derbi nos llega en un buen momento, en un punto ascendente, después de jugar dos partidos muy complicados contra equipos que van a estar arriba. Ellas vienen de perder 3-0 en Villarreal que les habrá dolido», valora la donostiarra. No obstante, advierte de que no se debe añadir una presión extra al equipo. «Todas somos conscientes de que el año pasado no fue positivo en cuanto a resultados. La octava posición se nos quedó muy corta. No es que la Real 'debe' estar más cerca del puesto de hace dos temporadas, sino que 'quiere'. Si nos ponemos ese 'debe' vamos camino a lo del año pasado. El camino es querer estar ahí». El domingo llega un cruce importante.