Dinamismo, ritmo y mucha creatividad en el centro del campo de la Real Sociedad
El centro del campo de la Real Sociedad ha elaborado un juego combinativo vistoso, generando superioridad ante casi todos los rivales
Gran parte de la buena salud futbolística de la que ha gozado esta Real se debe a ese corazón que tantos y tan buenos balones ... ha bombeado. La zona de creación ha brillado con luz propia. De ahí ha nacido ese juego tan vistoso y alegre, capaz de encandilar a aficionados incluso de clubes ajenos. Si algo ha sido el conjunto de Imanol esta temporada ha sido creativo y si alguien ha alimentado ese fútbol atractivo han sido los centrocampistas.
Así lo cree Gorka Larrea, exfutbolista txuri urdin que confiesa fijarse especialmente en la labor de la sala de máquinas de un equipo. Estudioso de la materia, aporta un dato revelador sobre el nivel del centro del campo realista. «Hace poco he leído que el entrenador del FC Dallas de la MLS ha hecho unos trabajos de visualización para enseñar a sus jugadores y ha elegido el modelo del Manchester City y el de la Real para fijarse en el concepto de la creación». Desde luego, Larrea corrobora que «el aspecto creativo ha sido algo a destacar este curso, con mucho dinamismo y movilidad, con un ritmo muy alto a nivel de creación, favorecido por la juventud, y con unos automatismos muy interiorizados que hacen que el juego fluya. Se ha visto a los propios jugadores disfrutar. Definitivamente sí, el centro del campo ha sido clave. Como en ajedrez, en el fútbol ganar el centro del tablero te da mucho y el equipo crece a partir de ahí. Se ha visto incluso en los partidos que la Real ha jugado contra Real Madrid o Barcelona, donde el equipo se ha impuesto en esa parcela».
Larrea subraya dos características más de la zona de creación blanquiazul antes de analizar individualmente a los futbolistas. «Primero, que los jugadores que han ocupado ese espacio se complementan muy bien, con perfiles muy diferentes unos de otros pero que encajan a la perfección juntos. Zubeldia, Merino y Odegaard, por hablar de los que más han jugado, se compensan uno a otro de maravilla siendo tan diferentes. Y segundo, que ha sido versátil, sabiendo adaptarse en cada momento a lo que convenía. Casi siempre ha optado por un juego combinativo, pero ha demostrado que cuando ha tenido que saltar la primera línea de presión, lo ha hecho, buscando a Willian o a Merino sobre todo. Se adaptó en Anduva, en Ipurua o en casa contra el Athletic. Hay equipos que solo saben hacer una cosa. La Real, no». El exmediocentro de la Real explica que «a nivel de creatividad ha funcionado muy bien el concepto del tercer hombre. La creación de superioridades con los tres jugadores del centro muy escalonados sobre el terreno de juego, buscando el triángulo».
Claro que para eso hace falta talento e inteligencia, dos cualidades que atribuye a Martin Odegaard, uno de los dueños de la zona de creación. «Es un lujo verle. Cómo cambia de ritmo, al modo de Cruyff o Zidane. No le importa bajar a recibir. Se perfila de maravilla. Busca pasillos interiores. Es muy bueno en la interpretación del juego. Y en la faceta sin balón, muestra un grado de compromiso altísimo. Como todos. En realidad en este equipo el que desconecta sin balón canta». Aún asumiendo que el noruego no ha rendido en las últimas jornadas como en el primer tercio de la Liga, Larrea incide en que «sin destacar tanto, hace mejor a los que le rodean. Su sola presencia ya genera espacios, libera a los demás. Su conducción fija a los rivales y libera a otros compañeros. Ha estado más bajo por marcajes duros o lesiones, pero aporta tanto que es trascendente en este grupo».
¡Y falta Illarramendi!
Detrás suyo cuenta con un seguro de vida llamado Igor Zubeldia. «A mí me ha convencido», sentencia Larrea. «Juega muy práctico, ofrece un apoyo constante en ataque y tanto en vigilancias como en coberturas es un fuera de serie. Se ha tenido que desligar de la faceta ofensiva para ceñirse a compensar. Pero cuánto vale ese apoyo de cara y pase sin complicarse. Me ha convencido. Creo que en esa posición de pivote tampoco hace falta tanta vocación ofensiva. Para mí es un perfil necesario. Tipo Markel cuando estuvo aquí o Casemiro en el Real Madrid».
Zubeldia ha jugado de '4' la mayoría de las veces, aunque también ha sido requerido como central, «pero este chico se adapta a cualquier posición», valora Larrea. Durante el tiempo en el que ha dejado la zona de creación, ha sido Ander Guevara quien le ha sustituido. Sin ser titular indiscutible, ha saltado catorce veces en el once inicial entre Liga y Copa, manteniendo el rendimiento del equipo.
El canterano alavés ha aportado otro perfil a la posición, considera Larrea. «Sí que tiene un pase para traspasar esa primera línea más atrevido que Zubeldia, aunque no tiene su bagaje o experiencia. Pero es ideal para cuando se quiere arriesgar un poco más. Me ha gustado su descaro, valentía y aplomo. Me ha sorprendido cuando ha tenido que jugar, porque lo ha hecho igual que lo hacía en el Sanse, con la misma soltura, y eso tiene mucho valor».
Los dos pivotes han cubierto con creces una zona del terreno de juego que, en un principio, estaba destinada a un tercero. «Ha ido bien, ¡y eso que nos faltaba Illarramendi!», recuerda nuestro analista en referencia al capitán, que solo jugó los tres primeros partidos ligueros de agosto antes de caer lesionado. Si, como parece, va a poder sumarse al equipo en lo que queda de temporada, «va a ser un lujo contar con él. Va a dar la posibilidad de contar con un registro más. A nivel de posesión y salida de balón puede dar mucho, tiene una gran conducción y ve fácil el juego».
Ha completado el centro del campo Mikel Merino, «un todocampista enorme», le describe Larrea. «Tiene mucho despliegue físico y técnicamente es muy bueno. Abarca mucho campo, interpreta de maravilla el juego y es una garantía en las disputas, tanto de cabeza como al choque. Tiene la virtud de pensar antes de recibir y luego cubre fácil el balón con su fútbol. Es un recurso valioso para cuando se opta por un juego más directo, como se ha visto en los últimos partidos. Se ha impuesto a los mejores centros del campo, incluyendo los de Madrid y Barcelona».
La evaluación de la medular no se puede concluir sin apuntar la colaboración de los menos habituales. Luca Sangalli ha aportado 561 minutos en los que «le ha dado energía al equipo, dinamismo e intensidad. Tácticamente es un chico con las ideas claras, tiene mucho recorrido y mucha llegada. Como el resto de los compañeros, su compromiso es total para salir a robar tras pérdida. En general, el equipo físicamente está muy bien». De Zurutuza espera que «podamos verle más porque, desde luego, sería una solución interesante. Al juego de la Real le viene de maravilla a la hora de combinar y tener el balón. Se vio que con el estilo más directo de Garitano estuvo más renqueante».
Conclusión final: «Esta Real con este nivel de creación ha arrojado siempre buenas sensaciones, y mereció más en algunos partidos de casa en la primera parte de la Liga. Porque siempre nos ha hecho disfrutar. El resultado ha sido una consecuencia».
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