Se cierra mañana ante el Villarreal un 2021 que pasará a los anales de la historia de la Real con letras de oro. Se volvió ... a levantar un trofeo y se repitió presencia en Europa. El Sanse subió a Segunda y la Real de la Liga Ellas lucha por la Champions. 365 días inolvidables a los que hay que poner el broche mañana ante el 'Submarino amarillo', bestia negra txuri-urdin cada vez que pisa Donostia. Será difícil superar el listón en 2022, pero esta Real tiene ambición y debe ir a por todas en las tres competiciones en liza.
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Eso sí, el final de año ha abierto varios debates cuya resolución será clave para triunfar en la segunda parte de la temporada. En la portería, Remiro debe dar un nuevo paso adelante, quizás más en el aspecto emocional, en un momento de dudas y con un suplente que le aprieta. Es curioso que en el año que más puertas a cero acumula vuelva a abrirse el debate de la portería. Personalmente, voy tranquilo a Anoeta cuando el de Cascante se pone bajo palos.
En el medio, emerge con fuerza el nombre de Beñat Turrientes. Desde la pretemporada sus prestaciones han sido excelentes y ha llegado el momento de que Imanol le dé más minutos, sobre todo en ausencia de Merino y Silva. Y sobre todo si Robert Navarro sigue sin contar. La esperanza es que Guridi se recupere hasta el nivel que demostró en Miranda o hace un año en el derbi de San Mamés. Tener a alguien que dé respiro a Merino es capital para cumplir objetivos.
Arriba se habla mucho del rendimiento de Sorloth. El noruego no es la superestrella que algunos quisieron ver al principio, pero no lleva malos números y su trabajo arriba es bueno, con independencia de que debe todavía mejorar en la descarga del juego, como hacía por ejemplo Willian José. Y luego toca que los Portu, Januzaj o Barrenetxea afinen su puntería como hace Oyarzabal, un jugador con el que sí que no hay ni debates ni dudas.
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