De Paula: «Cuando estás abajo las piernas pesan cinco kilos más y no puedes fluir en el campo»
El delantero, que tuvo que lidiar con años duros en las temporadas 00/01 y 01/02, entiende que Sergio y el proyecto «necesitan tiempo»
Once temporadas en la Real le sirvieron para vivir situaciones de todo tipo. Rozó una Liga en 2003 y fue tercero en 1998, pero también ... coqueteó con el descenso. En la jornada 29 de la temporada 01/02, Óscar De Paula (Olivenza, 1975) y la Real estaban en descenso a dos puntos de la salvación. Con la mirada de entrenador que también es, analiza en el programa Goazen Reala! la situación actual del club.
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– ¿Cómo ve al equipo?
– Pues percibo sensaciones de dudas. Es un periodo de transición donde ha habido muchos cambios empezando por Imanol y por jugadores importantes que se han salido. Los refuerzos llegan a última hora los dos más importantes. La llegada de Sergio y con una serie de bajas se ve esa urgencia, el querer ir por el camino del resultado rápido. Pero la Real lleva tiempo haciendo las cosas bien, focalizado en una forma de trabajar. También ha habido cambio en la dirección deportiva. Todo requiere cierto tiempo para que todo dé sus frutos. Sergio es una baza continuista, y necesita tiempo para cuajar.
– Usted también es entrenador y ya sabe cómo funciona esto. Los resultados marcan.
– Vienes de unos años espectaculares y además practicando un fútbol envidiable, pero el jugar bien y competir no está reñido con el resultado. Sí que a la larga entiendo que los equipos que se focalizan en el proceso y los que tienen una visión de trabajo suelen tener mejores resultados que los que pegan bandazos. Lo vivimos en la Real en el pasado, yo lo viví en primera persona. Cuando un club da bandazos es cuando llega el problema. Tarde más o menos, el resultado va a llegar.
– En la jornada 29 de la 00/01 estaban en descenso a dos puntos de la salvación. Ahora hay jugadores con 40 partidos en Europa pero sin experiencia en contextos de este tipo.
– Es así. La urgencia siempre se siente. Cuando estás en una situación no deseada y estás dando lo mejor de ti... Cuando no cumples con las expectativas te sientes culpable y te achacas muchas cosas. La plantilla no lo tiene que estar pasando bien, sentirán la presión y como dices no se han visto en una igual. Pero es un proceso que tienen que vivir, se tienen que curtir. No es lo mismo pelear por ser quinto o sexto que por cómo estamos. Estás luchando por no defraudar a mucha gente incluyendo a las familias de cada uno. Yo entiendo que van a sus casas y es una sensación desagradable porque lo he vivido. Confío en el buen hacer del entrenador.
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– Como técnico que es, ¿qué soluciones ve? ¿Qué cambiaría?
– Creo que la Real tiene que ser fiel a sí misma y competir con los valores que lleva tanto tiempo desarrollando. La Real es una forma de ser y hacer, es digno de admirar. Si yo mañana me sentase delante de ellos desde luego que les invitaría a ser valientes, a que salgan a hacer algo que llevan años haciendo. Que calmen esa mente calenturienta que te lanza a los saboteadores. Que compitan desde la confianza porque hay muy buen equipo.
– ¿Y entonces quién tiene que dar un paso adelante?
– Yo creo que es una jerarquía. El míster es el que tiene que entrar allí para exigir que se liberen un poco de la situación que hay, siempre que el míster tenga la calma y no se sienta cuestionado, claro. Es importante que el club le de esa potestad al entrenador. Si ve que lo hace bien en el día a día... A Jagoba Arrasate en Osasuna, por ejemplo. Recuerdo las palabras del director deportivo diciendo: «Jagoba va a ser el capitán de este barco y si nos hundimos, nos hundiremos con él». Osasuna empezó a caminar entonces. Este tipo de situaciones se salvan dando un paso al frente, desde el entrenador a los líderes del vestuario.
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– ¿Recuerda algún periodo en el que lo pasó realmente mal?
– Quizás el momento ese que hemos hablado antes del Villarreal en la 01/02, porque nos quedábamos muy descolgados porque el problema hubiese sido gordo. El fútbol tiene picos altos y bajos, pero todo pasa. Es cierto que en esos momentos en los que peleas por no descender te pesan las piernas cinco kilos más y no puedes fluir como a ti te gusta en el campo. Por eso hablaba de que se tienen que liberar
– Poniendo el foco en el domingo. ¿Qué le está gustando del equipo y con qué se queda?
– Dentro de los partidos no estamos siendo capaces de mantener una línea continuista de juego. A veces dudan de sí mismos. Me quedaría con el talento y la calidad que hay en la plantilla. Cuando el equipo decide ponerse jugar, lo hace muy bien. Nos falta mejorar algo atrás, conceder menos y a partir de ahí en ataque tenemos mucha pólvora.
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– Óskarsson se ha vuelto a lesionar...
– Es una pena porque he sido delantero y me gusta los movimientos que tiene, cómo se asocia. Ese instinto creo que lo tiene. Luego me quedo con el liderazgo de Oyarzabal, Barrenetxea está a un nivel espectacular y además mantenido en el tiempo, y luego creo que Kubo tiene que dar un paso adelante y apretar un poquito para ser el de antes. Hay cosas interesantes, hay que darle cariño para que el talento, que es mucho, fluya.
– ¿Falta remate?
– He visto muchos partidos en los que he dicho: «Si llego yo a coger esa...». Viendo partidos con la familia mi hermano me dice lo mismo. Uno tiene unos talentos y hay que explotarlos. La Real tiene gente que desborda por fuera y buenos centradores, pero hay que rematar. Oyarzabal lo hace y Óskarsson creo que también, pero no le hemos visto del todo todavía.
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