El cupo de tropiezos está completo

El conjunto canario, que ha realizado un gran año en su regreso a Primera División, lleva varias semanas salvado y se ha relajado. Tanto que solo ha sumado dos puntos en las últimas nueve jornadas, siendo el peor equipo de la categoría en los tres últimos meses.

Hay que remontarse al 10 de febrero para encontrar su última victoria (2-0) contra el Valencia. Desde entonces solo ha logrado dos empates, en casa ante Osasuna (1-1) y en Getafe (3-3), mientras que ha perdido ante el Atlético (5-0), Athletic (0-2), Almería (0-1), Barça (1-0), Sevilla (0-2), Celta (4-1) y Girona (0-2). Una deficiente trayectoria que le ha llevado de la pelea por Europa, con la que llegó a soñar en algún momento de la temporada, a la decimocuarta posición, aunque sin ningún riesgo de bajar porque aventaja en once puntos a la zona de descenso.

Sin embargo, la Real no puede descuidarse, principalmente porque en casa está mostrándose poco fiable como refleja el hecho que sea el décimo equipo en el ranking de partidos jugados como local con 24 puntos, por detrás incluso de Getafe y Alavés. Una inercia que contrasta con su comportamiento en los desplazamientos, en los que se ha erigido en lo que se lleva de Liga como el cuarto mejor visitante por detrás de Real Madrid, Barcelona y Girona.

El problema es que tres de las cinco últimas jornadas se disputan en el Reale Arena y será necesario sumar puntos en casa para alcanzar esa sexta plaza de Europa League. Ganar al Las Palmas con un buen partido daría confianza al equipo para afrontar los dos siguientes compromisos ante su público contra el Valencia, un rival directo por el billete continental, y el Atlético.

Para ello el cuadro blanquiazul debe mejorar en dos aspectos. El primero es subir su producción ofensiva para fabricar más y mejores llegadas ante la portería contraria. La recuperación de Kubo y Barrenetxea en los extremos debe mejorar el juego ofensivo a mínimo que se acerquen a su verdadero nivel, así como el regreso de Brais a la mediapunta después de una semana entrenándose con normalidad con el resto del grupo.

Además de progresar en ataque también debe reducir sus errores en defensa que le han costado puntos en las últimas semanas. Ante el Almería se escapó la victoria por sendos fallos de Traoré y Zubeldia mientras que el de Azkoitia tampoco anduvo fino en el gol de Arda Güler contra el Real Madrid. Si se dan ambas circunstancias, mejorar arriba y estar más firmes atrás, las opciones de ganar serán mayores de lo que han sido a lo largo de la temporada en casa. No hay que olvidar que la Real solo ha ganado siete de los 21 encuentros oficiales en Anoeta, un 33%, una cifra demasiado baja para un conjunto de las posibilidades del txuri-urdin.

En el plano deportivo Imanol tiene seis bajas para este partido. No podrá contar por lesión con Traoré, Aihen, Tierney, Zubimendi y Carlos Fernández, mientras que Zubeldia vio la quinta amarilla ante el Real Madrid y se ausentará por sanción.

Con Remiro bajo los palos, lo normal es que en defensa sea Pacheco quien cubra la baja de Zubeldia en el eje de la zaga para formar junto a Le Normand como ocurrió en la visita a Getafe de hace dos semanas. En las bandas seguirían Odriozola, que tendría la oportunidad de ser titular por segunda jornada seguida, y Galán en la izquierda.

Todo hace indicar que será Turrientes el que juegue en el lugar de Zubimendi, como sucedió en el Coliseum, escoltado por Merino. En la zona de enganche podría volver Brais después de su lesión en el quinto metatarsiano, sin olvidar tampoco las opciones de un Zakharyan que en el último tramo de campeonato ha ido a más. Arriba todo indica que repetirán Kubo, Oyarzabal y Barrenetxea.