Cuesta abajo en El Sadar

Jagoba Arrasate ha dejado una frase en una rueda de prensa de la pasada temporada refiriéndose a que Osasuna, cuando el estadio navarro aprieta, «juega cuesta abajo», pero este miércoles parece que ha sido Arsen Zakharyan el que desplegó su fútbol con la inclinación del campo favorable. Su golpeo ha sido fino, como el que se prometió a su llegada a San Sebastián, y se ha mostrado muy involucrado tanto en las circulaciones txuri-urdin como en las tareas defensivas. Sus faltas y saques de esquina de la primera mitad han sido con mucha intención y ha tenido un pase al bord del área que iba bien dirigido pero no ha encontrado destinatario. No ha habido color entre su participación en el derbi de Liga contra el Athletic desde la posición de extremo y la de este miércoles de volante, más en su salsa.

En la segunda parte, aunque ha habido cambio de portería, Zakharyan ha continuado 'con la flechita para arriba', como se dice ahora, y el campo cuesta abajo. En apenas cinco minutos ha tenido dos ocasiones claras, las dos primeras manifiestas de los txuri-urdin, para que Osasuna no se animara demasiado después de que Aimar Oroz se acercara con mucho peligro pero no supiera definir con exactitud, tirando sin fuerza y raso a las manos de Remiro, inédito hasta el momento.

El primero de los dos disparos se ha ido alto, muy cerca del palo de Aitor Fernández, mientras que el segundo ha ido mucho más peligroso y ha obligado a actuar al portero arrasatearra, que, por cierto, cerca ha estado de hacer doblete de paradas en los penaltis lanzados por Mikel Oyarzabal y Brais Méndez. Ha atajado el del gallego.

Pronto ha llegado el derribo a Le Normand en el aérea osasunista y el gol del capitán. Con uno más la Real tenía la baza de poder controlar el partido, pero como si no conocieran las carambolas que se pueden dar en El Sadar, han tentado a la suerte dejando correr al incansable Jesús Areso para que Osasuna se creciera y la grada creyera en una difícil remontada. En ese escenario, con los rojillos volcados, Zakharyan ha sacado su gen ruso y ha sido el más frío de los once para templar el enfrentamiento.

En uno de los momentos más calientes de la caldera pamplonesa, 'Zakha' ha recibido de espaldas, ha aguantado bien el balón y ha esperado a que David García le atropellara para que un Hernández Hernández que ha tenido que escuchar de todo desde el tendido pitara falta, pausara el juego y la Real pudiera respirar.

Ha tenido varios detalles de ese mismo estilo, abriendo de banda a banda con la defensa de Osasuna totalmente desprotegida ya desde una posición de extremo, para demostrar que la suma de minutos la está aprovechando.