El Carnaval pasa por Donostia

A partir de ahí, el Celta intenta sacar provecho de nuestra banda derecha sabiendo que Ander Barrenetxea no está acostumbrado a jugar ahí. Me da la sensación de que todo el flujo de juego con Galán desde el lateral y De la Torre un poco más adelante, tenía como objetivo hacer daño a alguien que no suele ejercer de lateral. El ejemplo claro fue el cabezazo de Larsen, que vino desde esa zona.

Aún así, y con la Real un poco más gris que otros días en la primera parte, la impresión que me dejaba el partido era que nuestra equipo se sentía superior al rival y que jugaba con el marcador a favor. Como que la Real estaba siendo un equipo más potente, con más poso y que en los duelos casi siempre salía ganador. El Celta sin balón me pareció un conjunto frágil, endeble y que no resultaba fiable aunque sí que tiene jugadores peloteros que pueden hacer daño en cualquier momento. Así fue, y se le vio en la primera parte más a Remiro que a Villar.

El equipo celeste me recordó a nuestra Real de hace algunas temporadas, que jugaba de maravilla y con balón hacía diabluras pero cuando lo perdía era como se dice en términos pugilísticos 'tener la mandíbula de cristal'. Ahora no estamos en esa fase dominadora, pero atrás el equipo de Imanol es muy sólido. Ayer también, ya que el gol del empate es producto de la mala suerte.

Vi un muy buen Celta en la reanudación, queriendo empatar con buen manejo de balón y gente muy dinámica arriba. En el minuto 50 llegó la jugada carnavalera del choque con la cesión de Rico a Remiro, cuando éste ha pedido el balón, que Aspas manda al palo. Fue quizá el preludio de lo que ocurrió al final del choque.

He de decir que no me gustó nada el árbitro. Para ninguno de los dos equipos. Por ejemplo, amonestó a Sorloth cuando el noruego pedía una ley de la ventaja de libro. Fue impecable en su reclamación y vio la amarilla. Como no tengo nada claro que la expulsión de Tapia fuera justa. Creo que dejar a un equipo con uno menos por esa acción más la protesta es demasiado. El típico colegiado que se cree por encima del bien y del mal.

Lo que no esperaba es que con superioridad la Real da un paso atrás y hay un par de acciones de pérdida que dan alas al Celta. Llega la acción de mala suerte con el gol de Robin en propia puerta, y no cabe duda de que es un duro golpe para el equipo. Venimos de una derrota en el anterior partido de casa, de unos últimos minutos de duda ante el Espanyol y de que ayer no estuvimos finos.