Becker, la versión 3.0 del fuego de Portu
El neerlandés abre el campo, ataca la espalda de la defensa rival y siembra el caos en el rival con su potente disparo
La victoria ante el Las Palmas no habrá sido definitiva, porque habrá que seguir sumando hasta conquistar la sexta plaza de Europa League, pero sí ... que ha resultado balsámica por el fondo y por la forma en la que se produjo. La primera hora de la Real Sociedad fue muy buena, mostrando detalles en su fútbol que hacía tiempo que no se veían, como la agresividad para atacar el espacio y la ocupación del área. No es solo el valor de los tres puntos sino cómo se consiguieron.
Sheraldo Becker acaparó todos los elogios por el brillante partido que hizo. Abrió el campo por la derecha para profundizar y poner buenos centros al área. No fue solo el del primer gol, sino que antes ya colocó dos balones muy peligrosos que obligaron a la defensa canaria a meterse atrás para achicar agua. Coco interceptó uno en el último momento con Oyarzabal con el gatillo preparado para marcar antes de cumplirse el minuto diez de partido.
El neerlandés demostró también una importante capacidad de disparo, con un golazo sin apenas ángulo que dejó clavado en su sitio a Álvaro Vallés. Tras el descanso también le puso a prueba con un duro remate desde la frontal de área que el meta sevillano desvió con apuros.
En apenas tres meses ha marcado tres goles, al Celta, Almería y Getafe, y ha dado tres asistencias desde el flanco derecho
No conforme con abrir el campo para profundizar por fuera y sembrar el pánico con su disparo, castigó con velocidad la espalda de la defensa contraria cuando la Real gozaba de dos goles de ventaja, convirtiéndose en la amenaza perfecta para jugar al contragolpe, sobre todo si en varias ocasiones dispuso de un lanzador al espacio como Merino. Un tres en uno que resultó determinante para desatascar un partido que fue más complejo de lo que parece por la capacidad de Las Palmas de dominar la posesión del balón y la paciencia que se necesitó para quitárselo.
2019, la Real se hace más veloz
La Real moderna que se ha asentado en estas cinco últimas temporadas en la zona alta de la Liga arranca en el verano de 2019 cuando Olabe, que apenas llevaba un año aquí, se da cuenta de que el equipo era demasiado previsible en ataque con aquella estructura ofensiva formada por Januzaj, Willian José y Oyarzabal arriba con Merino como centrocampista más avanzado. Eran futbolistas concebidos para jugar al pie y no demasiado rápidos, en el que solo el eibartarra aportaba algo de ruptura con sus desmarques. Pero insuficientes para hacer daño al rival.
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La Europa League, cosa de Real y Betis
Así que ese verano el director de fútbol se trajo de un plumazo a Portu e Isak por 17 millones –luego habría que pagar tres más por la compra del 100% de los derechos del sueco al Dortmund– y traspasó al Betis a Juanmi por ocho millones más otros dos en variables, además de devolver a Sandro a su club de origen. La guinda del pastel fue la llegada de Odegaard para aportar talento a la mediapunta, retrasando una altura a Merino para que explotara mejor sus cualidades desde una zona en la que ha tenido más libertad de maniobra.
Cho fue el elegido para sustituir a Portu en 2022 y cuando se fue al Niza la Real buscó un perfil más parecido al de Beniel
Aunque con el tiempo fue Isak el que dejó 70 millones, el que cambió el estilo txuri-urdin en los dos primeros años fue Portu con unas características similares a las que ahora exhibe Becker: capacidad para abrir el campo, amenaza para atacar el espacio a la espalda de la defensa rival y un buen disparo.Olabe fue muy claro en su presentación: «nos da fuego, es pura energía».
Así se convirtió la Real en un equipo más imprevisible que empezó a escalar posiciones en el campeonato y que volvió a ser campeón 34 años después. La jugada decisiva con la que levantó la Copa fue el reflejo de este estilo, con Portu ganando por detrás a Iñigo Martínez, una acción que la podría haber firmado perfectamente el neerlandés.
El paso del tiempo confirmó esta apuesta y así fueron desfilando atacantes como Januzaj, que palideció a la sombra de Portu, y Willian José, que era ideal para aquel estilo de Eusebio de jugar de espaldas y generar superioridades en el centro del campo pero al que le costaba ser vertical y atacar el espacio desde lejos por muchos goles que haya metido en el Betis.
Sin sustituto para Portu
Pero en el fútbol quien no avanza, retrocede, y la Real necesitó a los tres años reconvertirse para seguir siendo peligrosa en campo contrario. Su solidez defensiva la mantuvo competitiva pero arriba cerró la Liga 21/22 con 40 escasos goles en 38 jornadas, a una media de 1,05 por encuentro. Aún así acabó sexta porque solo encajó 37 pero necesitaba reinventarse para recuperar la frescura de tres años atrás.
La decisión fue traspasar a Portu al Getafe por 3,5 millones al entender que la naranja no daba más zumo y traer en su lugar a Momo Cho, una de las mayores promesas del fútbol francés y al que se le comparaba con Mbappé. Se buscaba un perfil más completo para que también pudiera jugar de delantero y los técnicos entendían que era bueno con el balón en los pies y profundizando sin balón desde atrás.
Sin embargo, nunca llegó a adaptarse y pasó con más pena que gloria en el año y medio que estuvo en Donostia. Kubo, que llegó por Januzaj, y Sorloth, que se quedó un segundo año cedido tras el traspaso de Isak, mantuvieron a la Real despierta arriba la pasada temporada con la inestimable colaboración de Silva desde la media punta en un curso que Oyarzabal y Barrenetxea arrancaron lesionados.
Sorloth fue el encargado de mantener la profundidad en ataque, principalmente porque el equipo empezó a jugar para él a diferencia del año anterior. Su marcha, unida a la anterior de Portu que no había sido suplida por ningún jugador de sus características, dejaron al equipo sin amenaza al espacio aunque con dos buenos peloteros en las esquinas como Kubo y Barrenetxea, y la inteligencia de Oyarzabal en el área para suplir lo que no daban André Silva y Sadiq.
Becker cierra el círculo
Cuando en enero llega a Anoeta una oferta del Niza de 11 millones por Cho a la Real se le presenta una doble oportunidad para recuperar la inversión realizada en el francés y hacerse con un jugador más parecido a Portu que le diera profundidad. En ese momento cerró el círculo con la contratación de Becker desde el Unión Berlín por 2,5 millones, un futbolista que ha revitalizado el ataque con su energía.
En apenas tres meses ha marcado tres tantos, en Balaídos en la Copa y ante el Almería y el Las Palmas en Liga en Anoeta, y ha dado tres asistencias de gol, a Oyarzabal contra el Almería, a Barrenetxea en Getafe y la del primer tanto del sábado. Unos números más que notables teniendo en cuenta que estuvo tres semanas de baja por un problema muscular en febrero.
Disponer de un atacante de sus cualidades no significa que sea indiscutible, porque por fuera también están Kubo, Barrenetxea y Oyarzabal –si Imanol apuesta por colocar a un 'nueve' arriba–, pero confiere al oriotarra la posibilidad de jugar de una manera distinta que antes no tenía como se vio ante el Las Palmas. Becker aporta las vitaminas que le faltaban a la Real en este último tramo de campeonato.
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