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Asier Illarramendi se erigió en mariscal del centro del campo txuri-urdin y se retiró ovacionado por todo el Reale Arena. ARIZMENDI
El seguimiento

Asier Illarramendi: con la experiencia y el liderazgo de un capitán

Regresa a la titularidad en Liga 350 días después y su juego, práctico y fácil, permite a la Real salir de la presión con acciones de uno y dos toques

Iñigo Villamía

San Sebastián

Lunes, 28 de febrero 2022, 06:54

Con la esperanza de que su regreso sea ya el definitivo, Asier Illarramendi volvió a lucir ayer el brazalete de capitán en Liga 350 días ... después, algo que no ocurría concretamente desde el 14 de marzo del año pasado en Granada en un partido que se saldó con derrota por la mínima para la Real. Pero eso es pasado y ahora toda la parroquia txuri-urdin sueña con volver a ver el mejor nivel de uno de sus futbolistas estrella de la última década. Contra Osasuna, desde luego, el mutrikuarra ilusiona de nuevo.

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Su entrada en el once fue una de las sorpresas en la innovadora alineación que propuso Imanol Alguacil. Situado por delante de los centrales –posición que hasta la fecha venía ocupando Zubimendi–, el capitán lideró el centro del campo realista a base de experiencia. Quién diría que en dos temporadas y media tan solo llevara disputados 840 minutos , setenta de ellos este domingo que bien merecieron una ovación con todo Anoeta puesto en pie cuando fue sustituido por Zubeldia.

Con él sobre el verde todo es mucho más fácil. O al menos eso parece desde fuera. Su liderazgo –que sigue intacto– es incuestionable y prueba de ello es que en prácticamente todas las acciones los balones pasaron por sus botas antes de cruzar la medular. Y no se complicó, uno o dos toques como mucho y a jugar. Práctico y seguro. De ahí que abandonara el terreno de juego con un 88% de efectividad en los pases. No falla. El único pero que se le puede sacar es que no se le vio con la chispa de antes de las lesiones, pero es normal después de tanto tiempo sin poder competir ni disfrutar en un terreno de juego.

El regreso

Illarra volvió a ser titular en Liga 350 días después y disputó setenta minutos ofreciendo un buen nive

Ayer él mismo reconoció estar «feliz e ilusionado» con su vuelta, y eso es muy importante escucharlo de un futbolista que cumplirá 32 años en apenas ocho días y que tiene contrato hasta junio de 2023. Ojalá que de una vez por todas le respeten las lesiones, porque si es así, la Real ya tiene, junto con Rafinha, su otro gran fichaje de invierno.

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Desde el principio Illarra fue a por todas. De hecho, un minuto es lo que tardó en salir al corte por primera vez. Después, su trabajo fue incrustarse por delante de Le Normand y Pacheco para con sus movimientos generar espacios que permitieron al equipo salir de la presión osasunista. Y en ese sentido, estuvo bien tanto de cara como de espaldas. Incluso sirvió de muro para evitar un lanzamiento de Moncayola –libre de marca– en el dieciocho de encuentro. Eso de medio campo para atrás.

Posición en el campo

Situado por delante de los centrales, se encargó de sacar el balón de la presión y enganchar con el ataque

Pero para arriba también quiso probar fortuna y su conexión con Silva fue especial. Es más, casi sin duda, fue al canario a quien más balones entregó. Aunque el más peligroso se lo envió a Isak en el minuto 64. Una recuperación del de Mutriku terminó en una buena ocasión del sueco.

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Un capitán en toda regla

Con su ausencia han sido otros capitanes como Oyarzabal o Aritz los encargados de dialogar con los árbitros o gesticular en cada posesión para que el equipo entendiera lo que estaba pasando en cada momento. Sin embargo, ayer, esa responsabilidad volvió a ser suya. Por eso, Illarra se dirigió a Mateu Lahoz en varias ocasiones cuando estaba disconforme con alguna de sus decisiones y se tiró todo el choque marcando con sus brazos dónde estaban los espacios. El líder ha vuelto.

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