Aritz Elustondo está viviendo sus mejores días como jugador de la Real Sociedad. Más allá de esta verdad irrefutable, conviene hablar del defensa beasaindarra, que ... ha pasado las de Caín para llegar hasta donde está ahora. Convertido por méritos propios en uno de los líderes dentro y fuera del terreno de juego, Elustondo está demostrando a todo el mundo que es un central de Primera División, con todas las letras. Lo está haciendo, además, después de haber sufrido mucho en las últimas campañas por culpa de las lesiones.
Publicidad
La falta de regularidad ha lastrado sistemáticamente su rendimiento en un equipo que ha ido creciendo a la par que él, que llegó al último escalón de la estructura realista en 2014. A finales de ese año y en un encuentro de Copa ante el Oviedo en Anoeta (2-0) se escribió el primer episodio de su historia de amor con la Real Sociedad -al menos, con el primer equipo-. Con todo, el prólogo de esta lectura arranca en Beasain, a mediados de los años 90. Elustondo era de la Real casi antes de saber que se llamaba Aritz.
La madurez deportiva ha tocado a su puerta en su séptima temporada como profesional. Manda y ordena, juega, va al choque por arriba y por abajo, persigue a su par hasta los confines de la tierra, se anticipa... está en todo. Y es regular. El cuerpo técnico realista, liderado por Imanol Alguacil, ha premiado su buen rendimiento otorgándole la vitola provisional de titular, porque ya se ha demostrado que en este equipo apenas hay jugadores imprescindibles -con permiso de Mikel Oyarzabal, David Silva y Mikel Merino-.
Y lo mejor es que partido tras partido está yendo a más. Este año ya ha estado sobre el campo 1.252 minutos, repartidos en 15 encuentros. Con poco que le respeten las lesiones superará su récord de 32 partidos de la temporada 2015-16, en la que llegó a jugar en una sub21 repleta de grandes jugadores (Bellerín, Deulofeu, Asensio, Fornals, Santi Mina, Dani Ceballos o Pau López, entre otros). A su fuerte carácter -algo que se echaba mucho de menos en esta plantilla- se le ha unido ahora un nivel de notable alto para comandar, junto a Robin Le Normand, la defensa del líder de la Liga. Y eso, como el hecho de ser uno de los capitanes, no es algo que caiga del cielo.
Publicidad
Más vale tarde que nunca, Aritz.
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión