Ver fotos
La odisea para entrar a San Mamés
Pese a que el Athletic no remitió entradas a Gipuzkoa, algunos realistas hicieron lo imposible para conseguir acceder a San Mamés y otros se tuvieron que conformar con vivir el ambiente en Bilbaos
Ser de la Real y entrar en San Mamés nunca había sido tan difícil. Ante la decisión que tomó la directiva del Athletic de no ... mandar entradas a la afición realista, conseguir una localidad para entrar al campo fue una auténtica odisea.Hubo todo tipo de historias, algunas de ellas sorprendentes. Desde el aficionado realista que consiguió una entrada a través de un amigo socio del Athletic por estar enfermo, hasta el que consiguió mediante patrocinadores o invitaciones. Más allá de lo que ocurrió en el propio campo, el ambiente previo fue el más descafeinado de los últimos años, ya que esa decisión creó malestar en el txuri-urdin y para no tener entrada, no se desplazó.
Algunos, sin embargo, sí lo hicieron. La noche del primer sábado del año sin restricciones en Euskadi pasó factura, más al ser un partido en horario nocturno al día siguiente. El aficionado no se echó a la calle hasta primera hora de la tarde, cuando se empezaron a ver las primeras bufandas y camisetas. Un goteo de aficionados de uno y otro equipo, desde familias, parejas hasta cuadrillas de amigos. En todo caso, muy diferente al que se vio en la primera vuelta en San Sebastián en octubre, cuando los del Athletic sí tuvieron opción de entrar al Reale Arena.
Desde patrocinadores o invitaciones hasta tarjetas cedidas por socios del Athletic; así entraron los realistas a San Mamés
La calle Licenciado Poza y sus alrededores, como el bar Kirruli en María Díaz Haro fue tomando temperatura con el paso de las horas. Entre la marea rojiblanca se dejó notar algún txuri-urdin, pero de ninguna manera se pareció al de los años anteriores al inicio de la pandemia. Félix y Elena, uno de la Real y otro del Athletic, fueron los primeros que se dejaron ver. Ambos tenían «una entrada en el palco regalada por mi hijo» y llegaron pronto para «estar tranquilos, potear, hacer amigos y disfrutar del derbi». Asier y Gurutze, también uno de cada bando, lograron una localidad «a través de que un amigo socio del Athletic que estaba enfermo». Iba a ser uno de los únicos realistas presentes en San Mamés, pero ante ello se mostró «orgulloso».
La sorpresa llegó a falta de tres horas para que arrancara el encuentro, cuando empezaron a congregarse aficionados en mayor número. A lo lejos llegaban cuatro del Athletic y uno de la Real, Felipe Merino, simpatizante y socio. Lo curioso es que eran de Logroño. «Me da igual venir solo, ya lo hecho más de una vez y les hemos ganado», afirmaba.Ainhoa, junto a sus hijos Naroa e Iker, socios realistas, también consiguieron una entrada «a través de un patrocinador. Estamos contentos de que hoy podamos vivir el derbi con nuestras camisetas en el campo. Seremos de los únicos, pero más motivo para sentirnos orgullosos», afirmaban todos ellos.
No hubo para todos
Pero también hubo gente que se quedó fuera y se tuvo que conformar con el ambiente en los aledaños. Fue el caso de las realistas Naiara Ainziburu, Nadia Perez, Lide Cendoya, Goretti Sanchez, Nuria Cantero, Leire Aguirre, Nora Domínguez, Eva Andonegi, Maite Artola, Erica Garmendia y Nora Alonso, que lo disfrutaron «poteando en el bar Zuloa» e hicieron amigos del Athletic. También llegaron desde Oiartzun Ander Castaño, Julen González, Ioritz Aramburu y Josu Roteta. A la aventura, lo intentaron.«Estamos paseando y preguntando a la gente a ver si de alguna manera podemos conseguir una entrada». Lograron dos invitaciones e hicieron sorteo. Finalmente, pese a la negativa del Athletic, hubo algún realista que se dejó ver en San Mamés.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión