Urkullu acusa a Sánchez de ser «renuente» con el cumplimiento íntegro del Estatuto de Gernika

Iñigo Urkullu no ocultó este jueves su «sorpresa» tras escuchar al presidente hablar sobre las «dificultades» de asumir la cesión de esas materias. «En estos cuatro puntos, sabe que los ministerios se han mostrado en contra de que sea posible proceder a negociar ese traspaso», le espetó Sánchez a Aitor Esteban, portavoz del PNV en el Congreso, desde la tribuna. Una declaración que ha puesto en alerta a Lehendakaritza y al departamento de Autogobierno que lidera Olatz Garamendi, que observan con cada vez más escepticismo la pasividad del Gobierno central para atender sus demandas en materia estatutaria. De hecho, desde hace meses el Gobierno Vasco ha optado por dejar de esperar con los brazos cruzados y ha adoptado una actitud proactiva y anticipatoria ante el bloqueo de los traspasos estatutarios pendientes de recalar en Euskadi.

«El Gobierno español no está cumpliendo las previsiones recogidas en su propio cronograma», lamentó ayer Urkullu durante una intervención en Vitoria. El máximo representante del Gobierno Vasco recordó así que su gabinete ha enviado ya cinco propuestas de transferencias -se suma Salvamento Marítimo- para tratar de desatascar las negociaciones «y no estamos obteniendo una respuesta satisfactoria». «El Gobierno -dijo- es renuente a cumplir el Estatuto, que es una ley orgánica», reprochó.

«Ayer (por el miércoles) lo confirmó el propio Sánchez, rechazando cuatro traspasos y no respondiendo a nuestras propuestas. Y tengo que reconocer -insistió el lehendakari- que escuché con sorpresa que calificara como 'no transferible' algunas competencias que su Gobierno tiene incluidas en el listado de materias pendientes de transferir». La crítica de Urkullu le llevó incluso a preguntar si Sánchez «unilateralmente cree que el Estatuto está cumplido».

En el marco de unos cursos sobre Derecho Internacional y Relaciones Internacionales en la capital alavesa, el lehendakari volvió a reivindicar, igual que lo hizo durante su visita a Córcega el pasado mes de mayo -su primer viaje al extranjero tras la pandemia- la necesidad de «reconocer la singularidad de la nación vasca» y establecer «un nuevo marco jurídico político de respeto a los consensos básicos y la legalidad». Una legalidad, recalcó, que «se puede cambiar y debe evolucionar adaptándose a las nuevas realidades» porque «el respeto a la voluntad popular debe encontrar siempre un cauce de aplicación y entronque en el ordenamiento jurídico». En este sentido, propuso que el Concierto Económico sea «la base sobre la que articular un nuevo pacto en las relaciones entre Euskadi y el Estado en términos de Concierto Político»; un nuevo pacto que, «además de profundizar el autogobierno vasco, posibilite el despliegue de las competencias normativas vascas también en el marco europeo e internacional».

A juicio del lehendakari, «el Estado debe leer adecuadamente este nuevo tiempo, asumir la diversidad y las voluntades sociales mayoritarias diferenciadas que existen en el Estado español, en sus nacionalidades históricas reconocidas por la propia Constitución española, y plantear un nuevo modelo de Estado que tenga su reflejo, también, en el plano europeo e internacional». Es necesario, dijo «establecer una relación bilateral con el Estado que, desde el reconocimiento mutuo, extienda la experiencia del Concierto Económico a la relación política; incluyendo un sistema efectivo de garantías para el cumplimiento de lo pactado».