Urkullu confía en que el 155 no se aplique «ni este momento ni nunca» en Cataluña

Urkullu ha realizado estas declaraciones en el marco de un desayuno en el 'Fórum Europa, Tribuna Euskadi' celebrado en Bilbao. El propio lehendakari ha recordado que, en los tres últimos años, esta cita tradicional en la apertura del curso político vasco ha coincidido con la previsión de un otoño caliente en Cataluña. En ese sentido, ha reconocido estar «preocupado y pre-ocupado» con los acontecimientos que se puedan producir en Cataluña en las próximas semanas, por el aniversario del 1-O y la próxima sentencia contra los líderes del procés. Ha valorado que las instituciones catalanas hayan remarcado su compromiso «con las vías pacíficas y democráticas» tras la detención la semana pasada de siete miembros de los CDR acusados de planificar algunos atentados de baja intensidad, aunque ha dejado entrever que no está cómodo con la actitud mantenida por las instituciones catalanes y las del Estado en los últimos meses.

El lehendakari ha recordado que, en su día, trató de actuar como «intercesor o facilitador» entre ambas partes para evitar la «judicialización de un problema político» e impulsar un «diálogo con voluntad de acuerdo». También ha asegurado que, en estos momentos, «somos muchas las personas con responsabilidad institucional que estamos haciendo lo posible para, desde la buena voluntad, promover una reflexión entre las instituciones catalanas y las del Estado» de cara a buscar una solución «dialogada» al conflicto catalán. Pero ha lamentado que, en los últimos meses, los acontecimientos «no se han correspondido con ese planteamiento».

Además de su valoración sobre Cataluña, Urkullu ha insistido en que su Gobierno «mantiene las puertas abiertas» para negociar los próximos Presupuestos vascos con los tres partidos de la oposición y ha asegurado que no ha sido su Ejecutivo el que ha puesto «líneas rojas o vetos» a ese diálogo, en referencia a la distancia que ha marcado por el momento el PP. También ha insistido en su propuesta de impulsar un «Concierto Político» que dote de «bilateralidad» las relaciones políticas entre Euskadi y el Estado.

En referencia a la próxima cita electoral del 10-N, el lehendakari ha confiado en que contribuya a «acabar con un ciclo de inestabilidad política» en el Estado que se extiende desde 2015. Ha apuntado que «las encuestas no apuntan a un vuelco» en relación a cuál podría ser la fuerza más votada, que volvería a ser el PSOE, y no ha querido pronunciarse sobre qué «fórmula de gobernalidad» prefiere para la próxima legislatura española. Sí ha indicado que confía en que se forme un Gobierno «estable» que tenga en cuenta «la agenda vasca» y respete el calendario de transferencias pactado con el Ejecutivo de Pedro Sánchez.