La Macrorregión Atlántica impulsada por Euskadi da su primer paso en la UE

Euskadi ha conseguido que la UE dé el primer paso para que se constituya la Macrorregión del Arco Atlántico, de la que formaría parte junto a Cantabria, Asturias, Galicia, Navarra y Aquitania. El objetivo de esta iniciativa impulsada por el País Vasco es no quedar fuera del foco de interés de los órganos de decisión del continente, principalmente en lo que tiene que ver con las cuantiosas inversiones comunitarias. El riesgo surge ante la posibilidad de que los presupuestos se escoren hacia el este de Europa cuando sea necesario reconstruir Ucrania y ante la eventual integración de los países surgidos de la extinta Yugoslavia, como Serbia, o de Albania.

El portavoz del Gobierno Vasco, Bingen Zupiria, anunció este martes que la Comisión de Asuntos Generales del Consejo de la UE ha registrado en el orden del día de la reunión del próximo día 12 la solicitud de constituir la entidad. Se trata de un primer trámite y no predetermina que finalmente se dé luz verde, pero desde el Ejecutivo autónomo se considera que el mero hecho de que el tema vaya a estar sobre la mesa es un «espaldarazo» al trabajo realizado hasta ahora y que Euskadi pueda unirse en igualdad de condiciones a las cuatro macrorregiones ya existentes: Báltica, Alpina, Danubio y Adriático-Jónica.

Zupiria explicó que Euskadi aspira junto a las regiones y países ubicados en el arco Atlántico a que se configure esta nueva macrorregión «con el objetivo de que los ciudadanos, las comunidades y los Estados ubicados en esta fachada jueguen un papel relevante en Europa, máxime ante el riesgo de que el centro de gravedad se vea desplazado hacia el este en detrimento del arco Atlántico».

En consecuencia, Zupiria señaló que las instituciones y los sectores productivos deben realizar un esfuerzo para ayudar a superar las fronteras e impulsar «mejores corredores de transporte de personas, mercancías y productos energéticos, así como mejorar las conexiones y superar el reto demográfico».

Zupiria, preguntado sobre si conocía si Pedro Sánchez va a apoyar la creación de esta macrorregión, respondió que «el hecho de que en este semestre de presidencia española figure este tema en el orden del día, responde a la solicitud que hasta el momento se le había formulado desde el Gobierno Vasco». En este sentido, el portavoz añadió que «tenemos la esperanza de contar con el apoyo de la presidencia del Consejo Europeo para que este instrumento dé los pasos necesarios para su conformación».

La constitución de la macrorregión ha sido un empeño especial del lehendakari. En marzo de este año reunió en Ajuria Enea al regionalista Miguel Ángel Revilla (presidente de Cantabria), al socialista Adrián Barbón (Asturias) y al popular Alfonso Rueda (Galicia). Al término del encuentro el lehendakari destacó que el objetivo compartido de impulsar un 'lobby' Atlántico es ejercer presión «política» para no quedar al margen de las grandes decisiones continentales.

De ahí que Urkullu apueste junto a los presidentes de las otras tres comunidades del Cantábrico a dar un «salto cualitativo» y dotarse de un foro que articule y dé visibilidad a la región Atlántica en el que participen los distintos niveles de gobierno en pie de igualdad: UE, Estados, Comunidades y Regiones.

El encuentro de Ajuria Enea resultó inédito porque consiguió reunir bajo un mismo objetivo a presidentes de cuatro comunidades lideradas por partidos diferentes: PNV, PSOE, PP y PRC. La iniciativa partió del lehendakari tras constatar que el Gobierno francés aplazaba la finalización de las obras de conexión del tren de alta velocidad Dax-Burdeos hasta 2042 y sin concretar siquiera cuando llegaría a Irun. Este hecho supone que se ha dejado en papel mojado el compromiso de concluirlas en 2030, como se acordó en enero en la cumbre bilateral hispano-gala celebrada en Barcelona.

La ofensiva de Urkullu continuó en la asamblea de la Eurorregión celebrada en Donibane Garazi días después del encuentro de Ajuria Enea. En la localidad vascofrancesa se reunieron el lehendakari, la presidenta de Navarra, María Chivite; y del presidente de Nueva Aquitania, Alain Rousset. Los tres dirigentes coincidieron en la necesidad de que Francia cumpla con los plazos del TAV.

Estos esfuerzos finalmente parece que han llegado a buen puerto dado que la Comisión Europea ha lanzado una reprimenda al país vecino por los retrasos en la construcción de la conexión de alta velocidad con España.

Francia contempla una inversión de 100.000 millones para el sector ferroviario hasta 2040, pero Bruselas lamenta que este gasto no esté dirigido a la unión en alta velocidad con España. En cuanto a la conexión entre Dax y Hendaia, la Comisión apunta que «no hay claridad» respecto a su desarrollo y que el Gobierno francés solo contempla la «rehabilitación» del tramo existente. Esta alternativa «no sería suficiente en términos de capacidad» con la Y vasca, lo que «creará un cuello de botella» en la frontera francesa.

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