Las txosnas reavivan el pulso por el control del activismo social
Los comunistas apuntan a la izquierda abertzale por imponerles un «veto político» en las fiestas de Bilbao y Vitoria
GKS ha logrado instalarse con txosnas en gran parte de las fiestas de Euskadi y Navarra, algo que es imprescindible para la financiación de la organización comunista. Es más, en muchos pueblos son estos mismos jóvenes los que organizan conciertos, actividades o comidas populares. Si bien la tensión con la izquierda abertzale ha disminuido su intensidad —hace dos años hubo peleas entre miembros de GKS y Ernai en la Parte Vieja de Donostia y los jóvenes comunistas se encerraron en el ayuntamiento de Hernani ante la prohibición de colocar una txosna— este año la pugna se ha trasladado a Bilbao y Vitoria.
En esas dos capitales tanto GKS como el Sindicato de Vivienda de Gasteiz (que forma parte del Movimiento Socialista) han denunciado un «veto político» por parte de las Konpartsas de Bilbao y de la comisión de txosnas de la capital alavesa. Ante esta situación, la organización comunista presentó un documento firmado por más de 150 artistas euskaldunes en el que pedían que «la participación en las fiestas populares sea un derecho universal». Ese texto lo secundaron personalidades como Bernardo Atxaga, Joseba Sarrionandia, Fermin Muguruza, Itziar Ituño, Karra Elejalde o Amets Arzallus.
Las comparsas y la txosna batzordea han negado ese veto y justifican su decisión a la «falta sistemática de voluntad colaborativa» de GKS, «lo que ha generado numerosos conflictos». En todo caso, ninguna de las dos organizaciones ha explicado cuáles han sido esos problemas.