El Superior vasco pide a Urkullu que se deje de «ataques personales» y no «deslegitime a los jueces»
La Sala responde al lehendakari tras su ataque del pasado miércoles al juez Garrido por «menospreciar la ciencia» en sus sentencias contra las medidas restrictivas
En un gesto poco habitual, la Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco ha publicado este viernes un comunicado para mostrar ... su enfado por las declaraciones del pasado miércoles del lehendakari Iñigo Urkullu en las que atacaba al juez Luis Ángel Garrido, después de que el TSJPV diese la razón a un recurso de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) elevando al 60% el aforo permitido en los estadios de fútbol de Primera y Segunda división.
«La crítica legítima hacia las resoluciones judiciales, no permite amparar los ataques personales ni la deslegitimación de las juezas y de los jueces que imparten justicia en el País Vasco», ha respondido hoy el Superior vasco, en una nota informativa dirigida de forma clara al lehendakari.
«En las sociedades democráticas, los juzgados y tribunales tienen plena legitimidad para resolver, conforme al ordenamiento jurídico, las peticiones de tutela jurisdiccional formuladas por las personas, asociaciones y entidades. De esta manera, hacen efectivo el derecho a la tutela judicial, uno de los pilares del Estado de Derecho«, explica también la carta del TSJPV.
«Desautorizar» a epidemiólogos
Durante su intervención en el acto de apertura del curso de la UPV, celebrado el pasado miércoles en San Sebastián, Urkullu no se mordió la lengua y, aunque sin citar su nombre, acusó a Garrido de «menospreciar la ciencia» y «desautorizar» a los expertos en salud pública. El lehendakari mostró su apoyo a la comunidad científica, «epidemiólogos, virólogos, médicos, expertos...» que, denunció en alusión al juez, «constantemente ven sus recomendaciones sanitarias desautorizadas por personas que han demostrado su menosprecio a la ciencia, incluso con declaraciones públicas, pero que tienen capacidad de decidir sobre las cuestiones que afectan a la salud de las personas». Una desacreditación que Urkullu hizo extensiva al LABI.
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