El silencio de Margarita Robles, la ministra que fue el azote de Galindo
La actual responsable de Defensa fue un factor clave en desentrañar el llamado 'GAL verde' al frente de la Secretaría de Estado de Interior
La firma de Margarita Robles como ministra de Defensa del ascenso de Arturo Espejo a teniente general podría haber suscitado un serio encontronazo entre los ... responsables del Ministerio del Interior y la responsable de las Fuerzas Armadas, de la que tiene una vinculación la Guardia Civil como un cuerpo de naturaleza militar en que el régimen de ascensos de los oficiales generales, oficiales y suboficiales obedezca a códigos de promoción interna característicos y muy tradicionales del instituto armado.
En determinados ámbitos parlamentarios se cree que Robles no compartía las razones para este ascenso, y ha visto toda la operación con un considerable recelo, si bien los medios consultados resaltaban la complejidad jurídica del asunto sin que se haya reabierto judicialmente el caso. Robles se ha mantenido en un escrupuloso silencio y tampoco ha sido objeto de preguntas parlamentarias, hasta el momento. Las preguntas fueron ayer formuladas en el Senado por el PNV y Geroa Bai. Grande-Marlaska era juez en Bilbao en 1986 y Margarita Robles fue en los últimos años de Felipe González -con Juan Alberto Belloch como 'superministro' de Justicia e Interior- la secretaria de Estado de Interior que contribuyó decisivamente al esclarecimiento de la 'guerra sucia' contra ETA desde el cuartel de cuartel de Intxaurrondo.
Robles hizo de su operación 'limpieza' de Intxaurrondo una batalla personal y política en la que se enfrentó al teniente coronel Enrique Rodríguez Galido cuando seguía siendo el jefe 'todopoderoso' en la 513 Comandancia y todo un símbolo de la lucha antiterrorista en los años de plomo.
El testimonio ante el juez del socialista Juan María Jáuregui, que fue exgobernador civl de Gipuzkoa, en relación con el caso Lasa y Zabala, fue muy relevante para la investigación, que salpicó de lleno a Galindo y al exgobernador Julen Elgorriaga. En aquella intervención ante el juez no se desmarcó de las directrices establecidas por Robles.
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