El PSE se enfrenta al Gobierno por el ascenso del guardia civil vinculado con el caso Zabalza

Andueza remarcó, en una entrevista radiofónica, que reclama verdad, justicia y reparación «para todas las víctimas» y que le parece que el caso Espejo «para nada contribuye a que eso se consiga». Reiteró su deseo de poder expresar en algún momento su enfado a la familia de Mikel Zabalza «porque así lo siento sinceramente y porque creo que esconderme haciendo una declaración pública puede hacer que yo quede muy bien, pero prefiero decírselo a la cara porque es lo que verdaderamente siento».

No fue la única voz socialista crítica ayer con el nombramiento de Espejo. Patxi López se alineó también con las palabras del PSE. El portavoz del PSOE en el Congreso apuntó que su opinión al respecto es la de la formación socialista en Euskadi, pero evitó, sin embargo, hacer más comentarios.

Unas horas después de las afirmaciones de Andueza, Grande-Marlaska volvió a justificar el ascenso del guardia civil: «Nunca ha sido imputado. No hay elemento contradictorio para sus ascensos porque en el Estado de derecho se impone la presunción de inocencia». Expresó que las imputaciones no están «acreditadas en base a hechos», afeando que se hable de «hechos graves sin una mínima prueba razonable».

El ministro respondió de ese modo en el pleno del Senado a sendas preguntas orales del PNV y de Geroa Bai que pedían explicaciones sobre las razones del nombramiento del guardia civil. En su intervención les reprochó que se hayan preocupado por la carrera de este guardia civil «ahora y no en los últimos 37 años, durante los cuales el agente ha ido ascendiendo en el escalafón» sin ninguna crítica. A juicio del ministro, ha sido a raíz del caso Cuarteles y de la comparecencia del teniente general en el Congreso cuando estos partidos han comenzado a imputar a Espejo.

En el cruce de reproches en la Cámara alta, el senador Koldo Martínez, de Geroa Bai, arremetió con dureza contra la actuación del Gobierno del PSOE en este tema, al que acusó de «enfermedad moral» por, a su juicio, ascender a un «responsable» de la muerte del joven navarro conductor de autobuses en San Sebastián. «¿Qué patología moral tiene este Gobierno para no desclasificar los documentos relacionados con Zabalza?», le preguntó Martínez, que acusó al Gobierno de no querer arrojar luz sobre este tema. «¿Tienen miedo a que pueda testificar qué cargos políticos del PSOE, del Gobierno de Felipe González, fueron cooperadores necesarios en el mayor proceso de encubrimiento de un crimen cometido hace ya 37 años en plena transición?», interpeló.

Martínez finalizó su intervención recordando que «el día que trajeron el cuerpo de Mikel Zabalza, recogido del río, donde fue llevado muerto porque él no se ahogó allí, yo estaba de guardia en el Hospital de Navarra. No lo olvidaré nunca».

La senadora del PNV Almudena Otaola acusó a Marlaska de «revictimizar y añadir dolor a la familia Zabalza en lugar de reparar el daño». Recriminó al ministro por el nombramiento que, a su juicio, «roza el insulto, casi 38 años después de aquel negro episodio de la historia de la España democrática. Es injusto e inmoral». Otaola solicitó también que se desclasifiquen los secretos oficiales para poder depurar las responsabilidades oportunas y que rectifique el nombramiento del guardia civil. La senadora espetó al ministro que «demuestra a la familia Zabalza que para el Gobierno español, su tortura y muerte no tiene ninguna importancia» y que además «se premia a quienes vulneran los derechos humanos».

Añadió que «gracias a la ministra Robles y a usted, Espejo no solo no ha asumido ninguna responsabilidad por las torturas y muerte de Zabalza sino que, contra toda ética, ha obtenido una carrera de ascensos. Ha sido premiado un torturador». La senadora pidió «verdad, justicia y reparación para Zabalza y para las víctimas de torturas».