Sánchez busca hoy un revulsivo que saque al PSOE de la crisis del caso Cerdán
Anunciará una remodelación de la Ejecutiva Federal y se plantea algún anuncio efectista en un clima de cierre de filas
Pedro Sánchez intentará hoy transmitir al Comité Federal del PSOE un revulsivo interno que le saque de la profunda depresión en la que está sumido ... desde que estallara el caso Cerdán, que ha supuesto la caída e ingreso en prisión de su todopoderoso exsecretario de Organización, investigado como supuesto jefe de una trama de corrupción.
Sánchez es consciente de que no tiene fácil la tarea para dar la vuelta a su organización, a la que llegó por el apoyo de las bases frente al establishment histórico de su partido que le declaró la guerra. Por un lado, debe ofrecer un chute de autoestima a un partido aún en estado de shock y muy desconcertado por las dimensiones del escándalo y por la posibilidad de que salgan nuevas revelaciones que afecten a más dirigentes o a más referentes del Gobierno.
El partido hierve de inquietud y aunque la mayoría del Comité Federal está alineada con el 'sanchismo', en las federaciones cunde la inquietud por las futuras expectativas para el PSOE, con una derecha muy crecida en las encuestas y unos aliados de izquierda y soberanistas cada vez más críticos que ven en serio peligro la continuidad de la legislatura.
Sánchez tiene manos libres para afrontar los cambios que considere oportunos para 'limpiar' las estructuras del partido de la influencia de Cerdán. De hecho, va a sustituir a sus principales colaboradores de la Ejecutiva Federal al designar un equipo dirigido por la valenciana Rebeca Torró al frente de Organización y la catalana Montse Mínguez como portavoz. Los socialistas catalanes visualizarán hoy que, a pesar de que forman parte de un partido jurídicamente diferenciado del PSOE, son más influyentes que nunca en el conjunto del socialismo español. El PSE, a su vez, intentará mantener su peso en la dirección, en la que se integran Patxi López, Nora Abete y Aroa Jilete, aunque esta última no seguirá en la Ejecutiva.
Sánchez necesita trasladar a su organización un escenario de credibilidad que permita mantener el Gobierno progresista hasta 2027 para afrontar una agenda de cambios y reformas. El PSOE excluye el anticipo electoral porque es plenamente consciente del suicidio político para la izquierda que supondría en este momento la disolución del Congreso. Tampoco se ve clara la posibilidad de una cuestión de confianza, que se ve muy difícil de lograr –sería suficiente la mayoría simple de diputados– teniendo en cuenta las exigencias de los aliados. Sobre todo porque el PSOE ve a Podemos instalado ya en el el territorio de una abierta oposición, favorable a unas elecciones desde la percepción de que la llegada de la derecha al poder puede favorecer la recomposición del espacio de la izquierda y el hundimiento definitivo de Sumar en beneficio de los morados, que luchan por su supervivencia.
Sin embargo, en el PSC numerosas voces debaten ya abiertamente sobre la conveniencia de una iniciativa política como una cuestión de confianza que rompa el actual colapso. Llevada al extremo, si se pierde esa cuestión de confianza, Sánchez tendría que presentar la dimisión al Rey y los socialistas deberían presentar un nuevo candidato a la investidura. El papel de los aliados –en especial de Junts– y de Podemos se antojaría decisivo en esa tesitura.
Código ético
Sánchez necesita ofrecer un horizonte que saque el PSOE de la crisis del caso Cerdán y que inyecte a la militancia un mensaje de ánimo y de fuerza, sobre todo en las mujeres socialistas, en un contexto en el que los audios de José Luis Ábalos y Koldo García –con referencias a prostitutas– tienen un demoledor efecto interno por el daño reputacional a la imagen y a la credibilidad feminista del partido. Sánchez anunció ayer un nuevo código ético que implique la expulsión del PSOE de aquellos que consuman prostitución en un deseo de transmitir un discurso de ejemplaridad. Su mensaje es que tanto en este asunto como en el de la corrupción, la actuación del PSOE ha sido actuar con energía desde un principio.
Los socialistas ofrecerán hoy en Madrid una imagen de absoluto cierre de filas con el presidente con cierto convencimiento de que la legislatura no terminará, como está previsto, en 2027 y de que, sin nuevos Presupuestos, los comicios se perfilan para 2026. Mientras tanto, creen que el Gobierno debe ponerse las pilas para recuperar la agenda social y desarrollar una hoja de ruta de sensibilidad con la periferia plurinacional.
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