La salsa navideña de la política

La Navidad es el tiempo de paz por excelencia. Hasta las batallas más crueles tienen su 'tregua navideña', como la del 23 de diciembre de 1914, en plena Primera Guerra Mundial, cuando soldados alemanes e ingleses cambiaron el ruido de los cañones por el villancico 'Noche de Paz'. La política vasca también necesita, en fechas tan señaladas, su particular armisticio tras un 2018 intenso con el cambio de Gobierno en España, la crisis catalana, la disolución de ETA o el debate del nuevo estatus de Euskadi. Así lo entienden los líderes de los cuatro principales partidos, Andoni Ortuzar (PNV), Arnaldo Otegi (EH Bildu), Lander Martínez (Elkarrekin Podemos) e Idoia Mendia (PSE-EE), que comparten una cena navideña a iniciativa de DV. Una cita en un ambiente de concordia en la que los políticos hablan, aunque sea por un día, únicamente de costumbres festivas o de trucos para cocinar un buen menú. El PP, la otra formación vasca con representación parlamentaria, declinó la invitación para no coincidir con la formación abertzale.

La sociedad Kresala Elkartea, en la Parte Vieja de San Sebastián, fue el escenario donde los cuatro dirigentes se reunieron para cocinar y sentarse a cenar en un ambiente distendido, alejado de los enfrentamientos dialécticos en las tribunas parlamentarias. Los cuatro colgaron durante un par de horas el traje de político para enfundarse el delantal y, entre fogones, conversar entre ellos con una cercanía y normalidad que sorprendería al ciudadano de a pie, acostumbrado a verles enfrascados en la refriega parlamentaria y mediática del día a día.

Otegi es el primero en llegar a la cita, con una bolsa de bacalao, comprado en Elgoibar, en la mano. El plato que quiere cocinar el líder independentista precisa de cierta paciencia por lo que no hay tiempo que perder. El presidente de la sociedad, Paco Sexmilo, que ejerce de perfecto anfitrión, recibe a todos los que van llegando. Ortuzar aterriza a continuación y saluda afectuosamente a su principal contrincante político, antes de remangarse para cortar unos hongos con los que pretende elaborar un jugoso revuelto. Por último, Martínez y Mendia llegan casi juntos. El dirigente podemita ha pasado por el supermercado para comprar los ingredientes para una tradicional ensalada templada de gulas mientras la líder socialista vasca se encargará de los entrantes, entre los que destaca una exquisita tarrina de foie, y los postres, en forma de flan casero.

«Dejar hacer bien los hongos en aceite antes de echar el huevo batido, para que se impregne bien el sabor. Añadir un txorrito de txakoli. Luego las copas de los hongos a la plancha con yema fundida».

«El bacalao hay que hacerlo al estilo guipuzcoano. Con ajo y aceite. La clave es mover con paciencia y tiempo la sartén para que ligue el pescado con el aceite. Y lógicamente que el producto sea bueno».

«Una ensalada templada, con gulas en la sartén, acompañada de gambas, algo de lechuga, tomates, aguacate... Se trata de un plato ligero, con algo verde, antes de pasar luego a los platos más consistentes».

«Entrante de turrón salado con foie, mango y cebolla frita, y otro de queso camembert con piñones, pistachos y nueces, con aroma al curry. El postre, flan con huevo, vainilla, queso philadelphia y sobres en polvo».

Tras los besos y saludos de rigor los cuatro se remangan, encienden los fuegos y comienzan a mancharse las manos. Es tiempo, mientras tanto, de relatar cómo pasan nuestros líderes políticos la Nochebuena y la Navidad. El presidente del PNV es de los que se multiplican: «Nochebuena en Gipuzkoa y Nochevieja en Bizkaia. Siempre en familia, con los de casa, con los que queremos. Intento disfrutar, que no es fácil en estos días en los que uno ya no sabe cuando es sábado, domingo o festivo». A Ortuzar se le ve con soltura entre fogones, quizás porque es asiduo de varias sociedades, algunas de ellas en Zarautz, y trabaja con los hongos con mimo. «El mío es un menu invernal, bueno para la temporada, primero en revuelto y luego con las copas de hongo a la plancha con yema fundida». El presidente del PNV solo vierte los huevos ya batidos una vez que los hongos van cogiendo calor, para mejorar el sabor. «Yo suelo recoger hongos en Bizkaia», precisa el dirigente jeltzale a Otegi, otro gran aficionado a recoger setas en su tiempo libre, aunque él se mueve más en los montes de Gipuzkoa.

No obstante, el coordinador general de EH Bildu, ha optado esta vez por el pescado. Un bacalao «a la guipuzcoana, que es como hay que hacer el bacalao, al pil pil, y está quedando bastante 'itxuroso'». Para ello, otro ingrediente es una buena dosis de paciencia que le obliga al líder abertzale a estar muy concentrado en menear la gran sartén en la que se va haciendo a fuego lento para que el pescado ligue con el aceite en su punto. El dirigente abertzale confiesa que «yo no soy de los que dicen que no me gustan las Navidades, a mí me gustan porque soy una persona que disfruta con la familia».

Entre los suyos pasa, asimismo, estas fechas el secretario general de Podemos-Euskadi. Vitoriano de nacimiento y residente en Bilbao, curiosamente disfruta la Nochebuena en Donostia: «La paso con la familia de mi ama. Cenamos en casa de mi tío y comemos en casa de mi abuela. Familia, que suele ser lo habitual», explica. Martínez, un político de 29 años de una generación muy distinta a la del resto, vive solo en Bilbao, y es más práctico a la hora de preparar la comida. Así que se decanta para esta cita por una tradicional ensalada templada de gulas. «Lleva tomates, aguacates, lechuga, gambas... Un plato fácil y en el que lo importante es el producto. Algo ligerito para abrir boca a lo que viene después».

Quien ejerce de verdadera anfitriona en su casa en la noche de hoy es la secretaria general del PSE-EE, pese a que eso le obliga a un doble esfuerzo a ella y a su marido, el candidato del PSE a la Alcaldía de Bilbao, Alfonso Gil, que «es un experto en preparar cordero», le alaba. «A mi casa vienen mi madre, mi hermano, mis sobrinos...», enumera. Sus dos hijos, de 21 y 16 años, se pirran también por los postres de Mendia. Uno de ellos, unos flanes de cuajada con huevo, vainilla y queso philadelphia que envasa en vasos de látex servirán para endulzar la comida con los contrincantes políticos. Además Mendia elabora dos entrantes en forma de turrones salados:«uno de foie con mango y cebolla frita, y otro de queso con piñones y nueces, con aroma al curry. Espero que les guste a todos estos», se ríe.

Un buen colofón para una cena regada con txakoli y sidra guipuzcoanas, aunque el líder de Podemos no suele beber alcohol, lo que le vale las chanzas de Ortuzar: «yo no me suelo fiar de los que no beben, bueno salvo en el caso del lehendakari», señala entre risas. Y es que la cita en Kresala discurre en un ambiente relajado y de buen humor, sin perder en ningún momento la salsa de la política. Por ejemplo cuando se les pregunta si en Nochebuena suelen ver en televisión el tradicional discurso del Rey. «Si no lo quise emitir en ETB... Está claro que no», bromea Ortuzar, evocando sus tiempos al frente del ente de radiotelevisión pública vasca. El independentista Otegi tampoco conecta con el mensaje real «ni con los saltos de esquí de Año Nuevo», señala entre risas. Martínez no es muy de encender el televisor en plena cena familiar aunque está con un ojo puesto en los resúmenes por si el monarca da alguna clave noticiosa que le obligue al día siguiente a reaccionar. Mendia sí suele tener puesta la televisión y lo sigue con más o menos interés en función de la coyuntura política, explica.

Antes de sentarse a la mesa, el presidente de Kresala Elkartea realiza una rápida visita guiada por las instalaciones de la sociedad de la Parte Vieja donostiarra. El bar, la zona de actividades, el rocódromo y hasta un pequeño y coqueto frontón, la joya de la corona, en la que los cuatro dirigentes vascos juegan una pequeña partida de pelota para hacer hambre y demostrando cierto estilo.

Llega la hora de degustar los platos y juzgarlos, cual 'Masterchef'. La cortesía se impone entre los políticos, que dan un aprobado alto a todo lo cocinado, con algún sobresaliente. Lo cierto es que el revuelto de hongos de Ortuzar, acompañado de las copas a la plancha con yema, está muy jugoso. El bacalao de Otegi lo firmaría cualquier buen restaurante. Martínez pese a no ser un 'cocinillas' logra superar con buena nota la prueba de la ensalada. Hasta Ortuzar mete el tenedor aunque la lechuga no es lo que más la gusta: «A mí el verde solo en la ikurriña», bromea. Donde el presidente jeltzale no duda es con los entrantes y el postre de su socia en el Gobierno Vasco, la socialista Mendia. Y es que sus flanes son verdaderamente para repetir.

A los cafés, y ya sin micrófonos ni cámaras de por medio, Ortuzar, Otegi, Martínez y Mendia hablan de lo divino y de lo humano. Sus comentarios van desde la costumbre de comer turrón, poco extendida en otros países europeos, relata Mendia, que vivió en Holanda, hasta temas más políticos: la crisis de Cataluña, el incipiente auge de la ultraderecha en España o los rumores de adelanto de las elecciones generales aparecen en la sobremesa, aunque todo eso queda ya entre ellos, más allá de que todos coinciden en su preocupación y el deseo de una solución.

Las manecillas del reloj corren rápido y llega la hora de levantarse de la mesa e irse cada uno a su domicilio. Las fiestas navideñas pasarán, llegará el Año Nuevo y con la 'cuesta de enero' probablemente volverán de nuevo las batallas parlamentarias. El clima preelectoral, a la espera de si hay 'superdomingo' en mayo y se juntan cinco urnas (Congreso, Senado, forales, municipales y europeas) en los colegios, desatará las hostilidades dialécticas entre ellos. Quizás, por eso, no estaría mal que los debates en la próxima campaña se celebraran también en torno a una buena mesa.