Sortu responde al aluvión de críticas con una reivindicación expresa de los 'ongi etorris'

La reacción de Sortu llega un día después de que un vídeo difundido por ellos mismos, en Twitter, generara la indignación de las víctimas, de los gobiernos vasco y central, y de algunos partidos. El 'ongi etorri' había tenido lugar apenas unas horas después de que Almaraz abandonara la prisión de Basauri, a la que había sido acercado en junio y donde ha terminado de cumplir 25 años de condena por cuatro asesinatos.

Lejos de mostrar un gesto de empatía, el partido que lidera Arkaitz Rodríguez censuró «la criminalización» que, a su juicio, ejercen los colectivos de víctimas, a los que denominó «asociaciones ultras», y los responsables políticos «contra» las personas que trabajan en pro de la asistencia, los derechos y de la vuelta a casa de los presos, exiliados y deportados políticos. Rodriguez apuntó que las críticas «no hacen ninguna aportación» a la construcción de la convivencia y no ayudan sino a «reforzar» la que califica como «agenda de los enemigos de la paz».

Convencido de que cada preso político que sale de prisión «es un hecho que nos acerca a la convivencia y a la paz», Sortu reclamó acabar con «la política de excepción que vulnera los derechos de los presos e impulsar el camino de la excarcelación». Argumentó que si se aplicara la legislación penitenciaria ordinaria, el 84% de los presos políticos vascos debería estar «ya pisando la calle».

Apuntó que el Estado «está negando» a esos 157 presos «el derecho a los permisos de salida, al tercer grado o a la libertad condicional, con el objetivo de retenerlos el mayor tiempo posible». En el caso de Agustín Almaraz, remarcó que ha pasado la mayoría de su condena de cárcel en Andalucía, en primer grado, «en situación extrema», y defendió que tras cumplir tres cuartas partes de la pena en 2014, «ha estado preso 7 años más de lo que debía».

En un comunicado, la formación integrada en la coalición EH Bildu recordó que, cuando se van a cumplir 10 años de la Conferencia de Aiete y del cese definitivo de la lucha armada de ETA, 199 vascos siguen presos «por motivos políticos». Defendió además que «en cualquier proceso de resoluciones de conflictos en el mundo se ha dado una salida a la cuestión de los presos para fortalecer la convivencia y la paz».

«Mientras haya un solo preso, refugiado o deportado en la cárcel o en el exilio, no se podrá hablar de paz completa» remarcó. Con un lenguaje propio de tiempos anteriores a Aiete, Sortu denunció que «los opresores estados español y francés siguen negando el derecho a decidir democráticamente nuestro futuro».

La primera reacción a las críticas por el regreso a la escena pública de los 'ongi etorris' llegó de voz de EH Bildu. Su portavoz en el Parlamento de Navarra, Bakartxo Ruiz, lamentó que se pretenda «hacer ver que un recibimiento» a presos de ETA cuando salen de la cárcel «es buscar acentuar el sufrimiento de las víctimas o humillarlas. Y creo que no es justo ni es cierto». En una entrevista en Radio Euskadi, Ruiz defendió que «los sentimientos de cualquier víctima son absolutamente respetables» y censuró que «hay un interés por parte de determinados sectores en mezclar un recibimiento con homenajes o con un supuesto enaltecimiento de la trayectoria de una persona».

Remarcó que los presos que salen de prisión tras cumplir condena «tienen sus derechos en vigor» y sus familiares y allegados «derecho a mostrar esa alegría». Ruiz apuntó que ella «consideraría inaceptable que se dieran mensajes de odio, que se hiciera un énfasis en determinadas cuestiones», pero insistió en que cree que «se intenta tergiversar este tipo de actos».