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Un grupo de presos de ETA encarcelados en el centro penitenciario alavés de Zaballa y críticos con la estrategia política que la izquierda independentista ha desarrollado tras el final de la banda ha criticado que EH Bildu se haya «incorporado por completo en el sistema ... político opresor español» y que hablen de «convivencia, normalización y paz» como si «viviésemos en una situación democrática de verdad». Fuentes conocedoras de las cárceles vascas aseguran que esta carta publicada en la revista 'Kalaputxi' estaría escrita por exmiembros de ETA que habrían abandonado Colectivo de Presos Políticos Vascos (EPPK). Entre ellos Orkatz Gallastegi, quien anunció que dejaba el colectivo el pasado mes de diciembre, o Iñaki Bilbao, que salió de la cárcel en 2023. Gallastegi es hermano de la también miembro de ETA Irantzu Gallastegi, pareja del exdirigente de la organización Xabier García Gaztelu, 'Txapote'.
El texto publicado, que no está firmado en nombre de ningún preso ni colectivo en concreto y en el que se puede leer al final del mismo «en Zaballa a noviembre de 2024», explica que «la lucha por la liberación de Euskal Herria es una lucha que aún no ha terminado y todavía tenemos un papel que desempeñar: el de mantener la legitimidad de la lucha política que nos trae a la cárcel, no negando ni condenando el derecho de un pueblo a hacer frente a la opresión». Y aclaran que no pretenden «ni inclinarse ni lamentarse». En el fondo, explican, «una coherencia política guía la postura de la mayoría de los presos que no hemos entrado por la vía de la legalidad penitenciaria».
Sin citar a nadie, pero en lo que parece una clara alusión al movimiento político independentista, aseguran que «algunos nos está hablando en todo momento de convivencia, normalización y paz», pero «sus palabras dan la impresión de que vivimos en una situación democrática de verdad en la que la represión, presentada como un producto del pasado, no es más que una caprichosa tendencia de unos pocos sectores reaccionarios». Y critican que con este discurso se dé a entender que «lo que vive Euskal Herria es solo un problema de convivencia, por lo que no hay motivos para una lucha liberadora o revolucionaria, ni ahora ni en el pasado».
Más de una década después del cese definitivo de la lucha armada de ETA y casi siete después de su disolución, estos presos críticos aclaran que «somos conscientes de que nuestro pueblo y su lucha de liberación no son los mismos que cuando nos encarcelaron y, por tanto, no podemos cegarnos desde la perspectiva de épocas anteriores».
Además, consideran que «la retirada ideológica» y el «cambio de estrategia ha llevado al fracaso político del Movimiento de Liberación Nacional Vasco (MLNV)». «Recordando la frase de un famoso jefe de aquel MLNV (en alusión a Arnaldo Otegi), había que girar el transatlántico; pero parece que más que girar lo han hundido, y con él todo un movimiento. La represión más severa que nunca y tan violenta como siempre», concluyen el grupo, de una decena de reclusos.
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