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Pradales en un acto de ayer en Boise. A su izquierda, el gobernador de Idaho, Brad Little. Irekia
Jaialdi 2025

Pradales anuncia en Boise una ley de la diáspora vasca para «los nuevos tiempos»

El lehendakari estrecha los lazos con la colectividad vasca en Estados Unidos en su visita a Idaho

Alberto Surio

San Sebastián

Jueves, 31 de julio 2025

El lehendakari Imanol Pradales ha anunciado este jueves en Boise, en el corazón del estado de Idaho, una nueva ley de la diáspora vasca «para ... adaptarla a los nuevos tiempos y a las nuevas necesidades del siglo XXI». Lo hizo en este lugar emblemático de la América profunda, en el que a comienzos del siglo XX llegaban como pastores los emigrantes vascos que huían de las guerras civiles y de las hambrunas. No pasa desapercibido el contexto internacional que el lehendakari sitúa en tono crítico en cada una de sus intervenciones. Y es que Pradales censura la tendencia hacia el autoritarismo y el extremismo que domina el escenario internacional, con una crisis profunda del multilateralismo y un trasfondo inquietante para la democracia liberal. Entre otros factores, por la llegada de Donald Trump al frente de la Administración nortamericana. Idaho es un estado de clásico predominio de los republicanos. Pero tanto estos –en el recuerdo el histórico Pete J. Cenarruza, el senador que decía «soy antes vasco que republicano»– como los demócratas han tenido siempre buenas conexiones con la diáspora vasca.

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La iniciativa de una nueva ley de la diáspora ha tenido una génesis por capítulos. En 1994 se activó la primera página web 'made in Euskadi'. Fue la Universidad del País Vasco (EHU) quien puso en marcha en Internet una guía turística de Donostia. De aquel 1994 data la actual ley, que más de 30 años después aún sigue en vigor.

De esta apuesta por «adaptar esa norma a los nuevos tiempos» nace la futura Ley de la Comunidad Vasca en el Exterior, que tal y como adelantó ayer el lehendakari, el Gobierno Vasco enviará a lo largo del próximo año al Parlamento Vasco para su debate y aprobación (la mayoría de PNV y PSE asegura su visto bueno definitivo en la Cámara).

Pradales solemnizó este anuncio en Boise, la 'capital' de la emigración vasca a Estados Unidos, donde hasta el domingo lidera la delegación institucional desplazada desde Euskadi al Jaialdi 2025. Así, aprovechó su presencia en el seminario 'Zortziak bat' organizado por la Universidad de Boise para «reflexionar sobre los retos de la diáspora en general y la vasca en particular». En el Estado de Nevada vecino, en la Universidad de Reno, un grupo de expertos académicos desarrolla desde hace años estudios relacionados con la cultura vasca en Estados Unidos.

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La voluntad del lehendakakari es actualizar las «formas de trabajo y las herramientas para atender las nuevas realidades de esta colectividad». La emigración vasca y sus descendientes han estado vinculadas históricamente a través de las Euskal Etxeak –con 36.000 socios en 25 países– y federaciones. Pero lo cierto es que el mundo ha cambiado y la diápora vasca no es tampoco una isla, es muy diversa. Más de 80.000 vascos tienen derecho a voto en cualquier proceso electoral. «Y las nuevas situaciones exigen nuevos pasos», planteó Pradales. «Forman parte de un mundo complejo y están expuestos a los retos que nos plantea el mundo. Por ello necesitamos una ley adaptada al contexto interno y externo actual. Una ley que nos ayude a dar el salto hacia la vertebración de la diáspora vasca del siglo XXI», agregó.

Uno de los papeles que esos miles de vascos –y sus descendientes– pueden ejercer en el actual contexto mundial es el de «diplomáticos» y representantes de Euskadi por todo el mundo. Por ejemplo, en el propio Estados Unidos, donde los vascos allí residentes pueden «tender puentes de colaboración» para «superar el ruido actual», en referencia al ascenso de los extremismos y a la guerra arancelaria puesta en marcha por Trump.

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Pradales se envolvió también en la bandera de la la necesidad de «estrechar lazos» con el «pueblo norteamericano a nivel cultural, económico, comercial, industrial y político». Lo planteó así en sendas reuniones con los más altos dirigentes del Estado de Idaho y la ciudad de Boise. En el encuentro de 30 minutos con el gobernador Brad Little, el lehendakari puso de relieve las posibles sinergias que se pueden fijar con Idaho en, por ejemplo, el sector de los semiconductores, «con aplicaciones en industria, movilidad y computación». «El buen nombre que tenemos aquí es una excelente carta de presentación para abrir nuevas puertas en Estados Unidos», indicó.

El lehendakari recordó que en cada estado tiene en este país «sus propias capacidades y competencias». «Este poder descentralizado es muy interesante desde un punto de vista económico y comercial. Idaho es capaz de regular la actividad económica y comercial», dijo.

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Tras reunirse con Little –republicano como Trump– y antes de participar en el seminario en la universidad, la delegación vasca mantuvo una segunda reunión con la alcaldesa de la ciudad de Boise, la demócrata Lauren McLean.

Una estrategia, concluyó el lehendakari, que coloca a las personas en el centro y que requiere del apoyo de una comunidad vasca global sólida y organizada para conectar a Euskadi con los ecosistemas y redes más avanzados a nivel mundial, así como que ayude a descubrir nuevas oportunidades en todo el mundo.

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El lehendakari mantendrá hoy una reunión con representantes del North American Basque Organizations (NABO-Federación de Organizaciones Vascas en Norteamérica) y pondrá el broche de sus actos en el Jaialdi 2025 con un encuentro de Sokadantza y la recepción a miembros de la diáspora vasca.

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