La política de acercamientos incrementa hasta 24 los presos de ETA en Martutene

La cifra seguirá aumentando en los próximos meses si, como confían las asociaciones de apoyo a estos internos, los 47 presos restantes que aún están internos en centros penitenciarios fuera de Euskadi son acercados antes de final de año. En Francia hay otros 17 internos de la banda.

Entre los internos de ETA que en la actualidad cumplen su pena en Martutene se encuentran 19 hombres y 5 mujeres. Un buen número de ellos con amplio historial delictivo. De estos 24 presos, a ocho se les ha concedido el tercer grado o se les aplica el artículo 100.2 que flexibiliza el régimen penitenciario. Los 19 presos son Karlos Apeztegia Jaka, Santi Aragón Iroz, Mikel Arrieta Llopis, Garikoitz Arruarte Santa Cruz, Xabier Atristain Gorosabel, Jose María Dorronsoro, Raúl Fuentes Villota, Andoni Goikoetxea Gabirondo, Asier Karrera Arenzana, Joanes Larretxea Mendiola, Gorka Loran Lafourcade, Jon Gurutz Maiza Artola, Jurdan Martitegi, Mikel San Argimiro Isasa, Ion Troitiño Ciria, Juan Antonio Olarra Guridi, José Lorenzo Ayestaran Legorburu, Xabier Makazaga e Ibai Aiensa Laborda. Las presas de la banda internas en Donostia son Lierni Armendariz González de Langarika, Lexuri Gallastegi Sodupe, Oskarbi Jauregi Amundarain, Itsaso Zaldua Iriberri y Ainhoa Mujika Goñi. Junto a estos reclusos están adscritos a Martutene al menos otros cinco más con prisión atenuada en casa por padecer enfermedad grave o ser mayor de 70 años.

El Gobierno Vasco, de quien depende desde octubre del pasado año la competencia de Prisiones, recuerda que los traslados de los presos de ETA hay que «contextualizarlos» en la relación «fluida y continua» que mantiene con Instituciones Penitenciarias. Se tiene en cuenta que hay personas «con un arraigo» en Euskadi, se valoran sus peticiones y se decide «recibirlos» en su mayoría.

La política de traslados «comenzó muy despacio, fue un goteo» recuerda Etxerat. «Hubo un primer anuncio del Gobierno Sánchez, pero en el contexto político era muy difícil hacer esos movimientos y no fue hasta el año pasado cuando empezaron los movimientos a cárceles sobre todo de la periferia de Euskadi», cita. A finales de 2021, de hecho, la cifra de internos en Martutene no superaba los 14, aunque es un número muy significativo frente a los dos o tres que permanecían internos en Donostia en épocas anteriores.

Tras los últimos 23 traslados a cárceles vascas anunciados este verano, que ha reducido a un 28% del total los reclusos con delitos de terrorismo que no han sido acercados, Sare, la plataforma de apoyo a los reclusos de ETA, confía en que para final de año no quede ninguno fuera de Euskadi. Esta colectivo recuerda que hay familias que tienen «todavía hoy» que hacer más de 350 kilómetros, para tener «40 minutos de vista». «No podemos decir que la política de alejamiento haya finalizado», denuncia.