La Policía cifra en media docena los 'liberados' de ETA en la clandestinidad en este tramo final

Las Fuerzas de Seguridad del Estado cifran en apenas seis los 'liberados' de ETA que permanecen en la clandestinidad con tareas internas en este tramo final de la existencia de la banda, que se disolverá esta semana, según fuentes de la lucha antiterrorista citadas por la agencia Efe. La Policía y la Guardia Civil cree que quedan, además, algunas decenas de armas aún sin entregar, probablemente de arsenales perdidos. Los responsables de las fuerzas policiales entienden que el final de ETA, que se conocerá mañana o el jueves, «no será más que la constatación de la victoria del Estado de derecho sobre décadas de terrorismo».

Los continuos golpes policiales de los últimos años diezmaron a la banda, hasta el punto de dejarla con media docena de liberados huidos, «no cualificados», «desestructurados», sin jerarquía y sin ninguna capacidad para regenerarse después de las operaciones en Francia que acabaron por desmantelar la cúpula de la organización. La Policía también cita, aunque lo ubica dentro de otro grupo de «desconectados», a históricos como Josu Urrutikoetxea, 'Josu Ternera', del que tampoco se atreven a precisar su actual papel en la organización. De hecho, algunas fuentes policiales le sitúan en el proceso de disolución definitiva de la banda.

De hecho, la última cúpula de ETA desmantelada por la Policía francesa fue la de David Pla e Iratxe Sorzabal, arrestados en Iparralde en septiembre de 2015. Fueron supuestamente relevados por Mikel Irastorza, capturado un año después y actualmente en libertad en suelo francés. Antes, se habían sucedido diversas operaciones contra sus estructuras y, así, las fuerzas de seguridad galas neutralizaron su aparato logístico con el arresto de su presunto máximo responsable, Xabier Goienetxea, y su supuesta mano derecha, Joseba Iñaki Reta de Frutos, encargados de comenzar a organizar la entrega de las armas de la banda.

La Policía cifra, por otra parte, entre 80 y 90 los huidos, especialmente a Latinoamérica, muchos de ellos en Cuba y Venezuela, aunque precisa que la gran mayoría de ellos se han ido desmarcando paulatinamente de la organización ya desarmada.