El PNV escenifica el cierre de filas tras el relevo con el abrazo entre Pradales y Urkullu

Las miradas estaban puestas en si el lehendakari acudía al acto, como suele ser tradicional. Su ausencia se hubiera interpretado como una muestra explícita de su enfado por haber sido relevado, un malestar que diversas fuentes señalan que existe porque su deseo era optar a la reelección. Sin embargo, Urkullu estuvo presente en Sukarrieta, al igual que Pradales, su sucesor, y además se saludaron con efusividad ante un sonriente Andoni Ortuzar y los aplausos de los consejeros del Gobierno Vasco, cargos de otras instituciones y los militantes.

El interés de la cita también radicaba en escuchar al presidente del EBB quien todos los años aprovecha este homenaje para lanzar un discurso político. En este caso, después de 48 horas frenéticas, las palabras de Ortuzar cobraban especial relevancia.

El presidente del EBB hizo una referencia breve a los últimos acontecimientos que han sacudido al partido, pero fue clarificador porque justificó el relevo en la necesidad de dar un empuje a la formación con nuevas caras, aunque ya curtidas en la gestión. «El EBB –explicó Ortuzar– ha abierto un proceso interno en una ambiciosa propuesta de relevo generacional para garantizar que las instituciones vascas estén en manos rejuvenecidas».

Aunque existía la posibilidad cierta de que Urkullu no repitiera como cabeza de lista, pocos creían que finalmente se confirmara el giro de guión. Pero así fue. El pasado jueves el EBB trasladó al lehendakari que su tiempo había pasado. La noticia provocó un 'shock' entre los jeltzales, de ahí que ayer Ortuzar quisiera dar confianza a los afiliados y votantes del PNV asegurando que el cambio no supondrá ningún trauma. Así, enfatizó que «los eslabones que hace doce años aseguramos bajo el mandato del lehendakari Urkullu y que han aguantado con nota alta todos los embates de crisis económicas, pandemias, guerras y conflictos sociales, tienen que unirse ahora con nuevos y fuertes eslabones que nos garanticen un futuro de prosperidad».

Ortuzar resaltó que ha llegado la hora de introducir savia nueva. Explicó que el EBB abrió el viernes un proceso interno que desembocará en torno al 20 de enero en una «ambiciosa» propuesta de relevo generacional para garantizar que las instituciones vascas «estén en manos rejuvenecidas, con nuevas ideas para mantener el desafío de siempre: una Euskadi dueña de su destino en la que vascos y vascas vivan bien, lo mejor posible. Unas manos –subrayó el lider del PNV– que puedan llevar a Euskadi a las máximas cotas de libertad nacional y de bienestar».

Y es en este propósito en el que el EBB considera que encaja Imanol Pradales, de 48 años, actual diputado de Promoción Económica en la Diputación de Bizkaia. Nacido en Santurtzi, cursó Ciencias Políticas y Sociología en la Universidad de Deusto, en la que fue profesor durante siete años en el campus de Donostia. Si las bases jeltzales dan el visto bueno a la propuesta del EBB –nadie duda de que será así– este exremero de la Sotera será el nuevo candidato en las elecciones autonómicas del próximo año.

Ortuzar cerró su discurso con unas palabras de agradecimiento a Urkullu por el trabajo realizado, mientras los asistentes le dedicaban un largo aplauso, al tiempo que el lehendakari y el presidente del EBB se abrazaban. Urkullu se mostró emocionado, incluso estuvo unos momentos sentado con la cabeza baja, para luego recuperar el semblante sonriente y agradecido con quienes le homenajeaban.

Una vez pasado el trago de descabalgar a Urkullu y poner en línea de salida a Pradales, ahora toca mirar hacia las elecciones autonómicas del próximo año, que se celebrarán probablemente en marzo. De hecho, Ortuzar casi en tono de precampaña enfatizó que «vamos a demostrar que tenemos ganas, ilusión e ideas para llevar a la sociedad adelante, para que Euskadi sea el mejor sitio para vivir». Y es que la sombra que pululaba ayer por Sukarrieta era la de EH Bildu, el principal competidor del PNV en los próximos comicios y que ya ha demostrado que puede ganarles, como ya ha demostrado en Gipuzkoa.

Si bien la atención estaba centrada en el relevo, Ortuzar no dejó pasar la ocasión para reivindicar un PNV «fuerte frente a Madrid» y destacar la bondad para Euskadi de los acuerdos alcanzados con Pedro Sánchez.