Patxi López: «Al PSOE nos separa un mundo de EH Bildu, lo de Pamplona es excepción y en Euskadi es inviable»
Se congratula de que tras la reunión entre Sánchez y Feijóo se haya abierto «un caminito de acuerdos»
Patxi López lucha contra los síntomas de la gripe esta mañana de diciembre mientras el espíritu navideño se ha colado tímidamente en el Congreso. Convencido ... de que el apoyo socialista a la elección de Joseba Asiron, de EH Bildu, como alcalde de Pamplona «es una decisión excepcional», descarta tajante su traslación a Euskadi. «Nos separa un mundo de EH Bildu», asegura.
–Tras meses de polarización parece que se ha abierto una luz tras la reunión entre Sánchez y Feijóo. ¿Satisfecho?
–El hecho de que haya habido reunión en sí mismo es positivo, porque lo que hubiera sido lamentable es que el PP rechazara la mano tendida del Gobierno, y aún así bastante les ha costado porque han estado remoloneando hasta última hora. También es positivo que haya habido algunos acuerdos, es verdad que pocos porque Feijóo ha confundido un foro en el que podemos llegar a pactos de Estado con uno en el que pudiera plantear sus reivindicaciones partidistas y dobles varas de medir. Ya le hemos oído decir que no es normal que haya acuerdos con verificadores, pero sí es el suyo sí; que no es normal que los nombramientos los haga de parte el Gobierno, pero si son ellos sí; que no es normal que los jueces los elijan los políticos, sino los jueces, menos cuando ellos tienen mayoría. La reunión no era para llevar las críticas al Gobierno, para eso está el pleno. Aun así, el balance es positivo, el artículo 49 de la Constitución se reformará y se ha abierto un caminito para poder explorar otras cosas, con un acuerdo para que medie la Comisión Europea en la renovación del CGPJ.
–Feijóo ha vuelto a denunciar su pacto en Pamplona con EH Bildu. ¿El PSOE ha traspasado una línea roja al pactar con Asiron?
–El Ayuntamiento de Pamplona llevaba demasiado tiempo paralizado, con una alcaldesa que por su soberbia era incapaz de hablar y pactar con nadie y de aprobar los presupuestos. Hemos buscado la mejor salida a ese colapso.
–Pero hasta ahora había un principio: los socialistas no contemplaban acuerdos de gobernabilidad con EH Bildu hasta que no condenase el terrorismo de ETA.
–Nosotros no estaremos en el gobierno de Pamplona, pero sí nos hemos encargado de que en el pacto municipal aparezca el respeto a las víctimas del terrorismo.
–Bildu sigue sin condenar a ETA.
–No usan la palabra condena pero sí es verdad que ha habido pasos en la dirección de alejarse, de reconocer el sufrimiento de las víctimas y evitar los homenajes humillantes. Los valoramos. Cada paso que da ese mundo lo hace después de mucho convencer a su entramado. Después de 50 años de connivencia con la violencia, de la noche a la mañana es evidente que no iban a cambiar. El Pacto de Ajuria Enea tenía como objetivo que la izquierda abertzale hiciera política. También nos hemos pasado 50 años diciéndole a ese mundo que daba cobertura política al terrorismo que se alejara de esa connivencia con la violencia y que hiciera política. La frase magistral fue la de Rubalcaba: O votos o bombas. Pues como los demócratas ganamos a ETA, ya no hay bombas y ahora hacen política con los votos.
«Llevamos 50 años pidiendo a la izquierda abertzale que hiciera política sin connivencia con la violencia»
–¿Pero no se está blanqueando a EH Bildu?
–La única que blanquea a EH Bildu es la democracia, que es generosa y logró derrotar al terrorismo de ETA.
–Decía el ministro de Transportes, Óscar Puente, que no tiene ningún complejo en que una fuerza como EH Bildu, que llamó 'progresista y democrática', se hiciera con una alcaldía de una capital. ¿Comparte el argumento?
–No voy a entrar en calificativos. En Euskadi lo ha dejado bien claro el secretario general, Eneko Andueza: no va haber pactos de gobierno con Bildu. Pamplona es una situación extraordinaria y excepcional y el PSN ha adoptado una decisión extraordinaria y excepcional. De Bildu nos separa un mundo, no tenemos el mismo modelo de país y nos diferencian cuestiones éticas. Han dado pasos, pero les pedimos más.
–No habrá entonces un lehendakari de Bildu con apoyo del PSE, ¿pero veremos a un lehendakari socialista con voto de Bildu?
–Eneko tiene todas las papeletas para optar a la Lehendakaritza. Pero insisto en que los pactos de gobernabilidad con EH Bildu son inviables para el Partido Socialista.
–Podían haber hecho alcalde a Asiron en mayo. ¿Entonces no lo hicieron porque había una campaña de las generales por medio?
–No se hizo porque en su momento adoptamos una decisión de dar una oportunidad a UPN para corregir una deriva que venía de lejos. Cuando hemos visto que se mantenía la parálisis se ha tomado la decisión del cambio.
«Pradales y Otxandiano son más de lo mismo con rostros diferentes; Euskadi necesita savia nueva»
–Reconocerá que es difícil pensar que no tiene nada que ver con la investidura de Sánchez.
–El problema es que cualquier cosa que pase ahora en cualquier rincón de España se dirá que tiene que ver con la investidura.
–Puede haber electores socialistas que estén desconcertados.
–Seguramente, si no lo explicamos bien estarán desconcertados. Si dejamos que cale la idea de que todo lo hacemos como precio para estar en la Moncloa. Cuando la gente conozca la realidad de lo que se hacía en Pamplona dirá que se ha hecho lo que se debía hacer.
–La decisión de Otegi de no presentarse a las autonómicas y el relevo de Urkullu por Pradales, ¿qué escenario abre en Euskadi?
–Los dos cambios significan más de lo mismo con rostros diferentes. Nada cambia, es más, estoy convencido de que Euskadi necesita frescura y savia nueva porque está cayendo por la cuesta de la autocomplacencia y la melancolía cuando uno revisa como está la Sanidad o la industria.
–¿Qué legado deja Urkullu?
–Lo tendrá que contar él. Yo intenté dejar como lehendakari el legado de haber pasado de una Euskadi convulsa, de enfrentamiento cuando gobernaba Ibarretxe, con ETA existiendo, a una Euskadi en paz, en libertad y mucha tranquilidad política y mucha convivencia entre distintos. Y eso Urkullu lo ha mantenido, pero Euskadi está perdiendo posiciones punteras.
«La única que blanquea a EH Bildu es la democracia, que es generosa y es la que logró derrotar al terrorismo»
–¿Tiene recorrido todavía la alianza entre el PNV y los socialistas?
–Es la alianza que mejor ha funcionado en Euskadi, pero estoy convencido de que ahora cambiaría los términos de esa alianza. La lideraríamos los socialistas.
Pedagogía con retraso
–Da la impresión de que Sánchez ha pasado a la ofensiva para explicar su relato tras la investidura sobre la base de hacer de la necesidad virtud. ¿No es tarde?
–Seguramente esa pedagogía llega tarde, pero es que sabemos que las negociaciones o se hacen de manera discreta o no se consiguen. Lo que ocurre es que mientras nosotros negociábamos, otros iban instalando una colección de mentiras, de insultos, de insidias...
–¿No teme que ese discurso duro haga mella en la sociedad?
–Es verdad que una parte de la sociedad ha comprado ese discurso. Ya sabemos que al PP no le gusta la amnistía. ¿Pero alguien sabe cuál es su alternativa?
«Aquel PP que apoyó mi elección de lehendakari tenía sentido de Estado, ahora su papel es irreconocible»
–¿La sociedad entiende las futuras entrevistas entre Sánchez y Puidgdemont o que el diálogo con Junts requiera de un mediador internacional? Ese es el marco...
–El marco no, está la opinión publicada, pero lo que le preocupa a la gente es su pensión, su salario, la discriminación y la desigualdad, sobre todo de las mujeres. Además, para hablar lo que hay que hacer primero es superar una enorme desconfianza. Si para eso hace falta alguien como un verificador, pues adelante. No voy a hacer categoría de la anécdota.
–¿Qué les diría a los jueces que están molestos con ustedes?
–Que tenemos el máximo respeto al Estado de Derecho. También pediría ese respeto a quienes han sentenciado la ley de amnistía cuando aún no existía.
–¿No tiene la sensación de que el independentismo catalán es insaciable?
–Las sensaciones no valen en política, valen las realidades.
–Lo digo porque da por conseguida la ley de amnistía y ya exige el referéndum de autodeterminación.
–Un referéndum para la segregación sí que no cabe en la Constitución. Nunca lo avalaremos.
–¿En qué ha cambiado el PP del partido que a usted le apoyó para ser lehendakari?
–Para mí es irreconocible, aquel PP tenía sentido de Estado.
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