Patxi López, el flanco central

La apuesta de Sánchez por su excontrincante en las primarias tiene también un claro objetivo de movilización interna en un partido sumido en el desconcierto interno. El PSOE, que sufre un evidente desgaste como formación que ejerce el poder en este momento histórico. necesita activar al desmotivado electorado de la izquierda, pero también blindarse su flanco del centro. Si hasta un 15% del voto nuevo que recibe el PP viene del ámbito socialista, como señalan algunas encuestas el PSOE tiene grave fuga que debe cortar a tiempo sino quiere que vaya a más. Los resultados en Andalucía, Castilla-León y Madrid ya apuntaron el fenómeno.

En ese sentido adquiere más significado la presencia de López en un órgano tan sensible como la portavocía parlamentaria. López fue lehendakari de Euskadi con el apoyo del PP, tiene sólidas complicidades en las federaciones territoriales y puede ser el mejor contrafuegos frente al discuro 'territorial' de la derecha, basado en el imaginario de las 'cesiones' a los nacionalismos para conservar el poder. Y no digamos nada sobre el mensaje que la oposición de centroderecha trata de construir en torno a la negociación con EH Bildu, una retórica sobreactuada que hace mella. López puede presentarse con una condición de 'resistente' frente al terrorismo, que acabó hace más de diez años. Su perfil proyecta una imagen más tradicional para la centralidad sociológica, lo que resulta más familiar para importantes sectores del electorado socialista, que se sienten incómodos por el acercamiento parlamentario hacia EH Bildu. Con Patxi López, el presidente del Gobierno vuelve a los clásicos.