Miren Gorrotxategi: «El Gobierno Vasco debe ponerse las pilas y afrontar los disturbios callejeros»

-No cesan las noches con altercados y enfrentamientos con la Ertzaintza. ¿Qué está pasando?

-Son comportamientos incívicos, inaceptables, insolidarios y absolutamente irresponsables, y, por lo tanto, tienen que ser criticados con la máxima dureza. También hay que tener en cuenta que no se pueden enfocar como un mero problema de orden público. Pensar que la juventud se ha vuelto loca o criminalizarla sin más, no nos está permitiendo ver las razones de fondo para que parte de la sociedad se comporte así.

-¿Comparte con Arnaldo Otegi su alusión a la influencia del neoliberalismo en los botellazos contra la Ertzaintza?

-Es evidente que tenemos un modelo social, una forma de ocio y de relacionarnos que, en tiempos de pandemia, se ve muy afectado. Si hubiera más alternativas de esparcimiento y contacto social, no se producirían estos hechos.

-¿Es ya una tendencia de los fines de semana o días festivos?

-A estas alturas sería negar la realidad pensar que estos altercados no se van a producir con cierta asiduidad. Tenemos que admitir que tenemos un problema con la actuación de personas que encuentran en el ataque a las fuerzas de seguridad el modo de reivindicar y de expresar su disgusto. Tenemos un problema social y tenemos que enfrentarlo, reflexionar, pensar y evaluar comportamientos. Compete a los actores políticos y sociales y, especialmente, al Gobierno Vasco ponerse las pilas y ver cómo afrontar este tipo de problemas que son realmente complejos.

-Erne ha dicho en una entrevista en este periódico que hay «un componente político detrás». ¿Lo ve así o es más cuestión «de valores» como dice el lehendakari?

-No me atrevo a decir. Las motivaciones que pueden llevar a romper la norma pueden ser políticas, culturales... Supongo que habrá una mezcla de todo.

-¿Es un anacronismo que EH Bildu esté todavía atascada en la 'no condena' de incidentes como los vividos en Donostia? 

-En esta historia se ha avanzado mucho y se van dando pasos, pero es evidente que esta incapacidad de firmar un texto tan objetivamente impecable nos está diciendo cosas y revela que todavía existen problemas para normalizar absolutamente este país. Eso nos indica que se ha recorrido un camino pero que todavía queda.

-¿Le molestó el 'ongi etorri' al expreso de ETA Agustín Almaraz, que además tenía aval de Sortu?

-Es como estar en el día de la marmota. Me parece lógico que se quiera recibir, arropar y mostrar cariño a una persona que ha pasado mucho tiempo en la cárcel y que sabes que en lo personal ha sufrido, pero su dimensión política es inadmisible absolutamente. No solo desde el punto de vista de las víctimas que se sienten victimizadas, sino como sociedad. Yo me siento interpelada y agredida si el espacio público se convierte en un lugar de ensalzamiento de acciones delictivas que han causado tanto dolor en este pueblo.

-¿Su apoyo a la ley antipandemia ha abierto un tiempo de acuerdo con el Gobierno Vasco? 

-Nosotros siempre hemos sido proclives al diálogo y seguirá siendo así. Estamos tramitando 18 leyes y van a llegar otras tantas antes de que acabe este año. La tarea legislativa que tenemos delante es ingente y nuestra tarea es incidir lo máximo en la redacción de las propuestas porque tal como llegan no se puedan aceptar.

-¿Va a ser a partir de otoño el socio preferente del Ejecutivo de coalición PNV-PSE?

-Yo no lo calificaría de socio preferente porque parece indicar que existe un acuerdo a priori y los acuerdos con Elkarrekin Podemos nunca son a priori, sino sobre propuestas concretas.

-¿Podrían dar esta vez un sí a los Presupuestos vascos?

-Cuando llegue el proyecto lo tendremos que estudiar a fondo y confrontarlo con los retos de país que tenemos. Nuestra manera de enfocar la tarea política es negociar para intentar convencer. No hay ni más posibilidades ni menos.

-¿El deseo de formar un tripartito de izquierdas con EH Bildu y PSE se esfumó definitivamente con el resultado de las urnas en 2020 o aún aspiran a la entente?

-Ese horizonte sigue abierto, existe como posibilidad en el futuro.

-¿Sigue pensando que el Gobierno Vasco ejerce el «rodillo» con la oposición?

-El inicio de la legislatura fue de un rodillo bastante evidente y completamente innecesario. Espero que ese rodillo se haya aflojado.

-¿El debate del nuevo estatus es una prioridad?

-Lo urgente está en abordar las cuestiones que circundan el eje social afectado por la pandemia. El debate sobre el autogobierno creo que hay que hacerlo de una manera más discreta, primero hay que dar pasos de cocina importantes.

-¿El derecho a decidir sobre la independencia de Euskadi deberá estar explicitado en el texto?

-Tiene que estar lo que seamos capaces de acordar con un amplio consenso. No tenemos ningún problema en que se acepte el derecho a la autodeterminación y que se prevea la celebración de un referéndum para consultar a la ciudadanía cuál es su voluntad.

-¿Ve posible un riesgo de fractura en Euskadi con este debate?

-Cuando seamos capaces de abordar esta cuestión sin hacer dramas de ello, estaremos en el momento de poder escribir o proponer cualquier cosa. Creo que hay una sobreactuación por parte de muchos partidos en esta cuestión.

-¿Se puede hacer algo desde Euskadi para aliviar la situación de muchos vascos afectados por la subida del precio de la luz?

-Estamos en línea con la propuesta de crear una empresa pública de energía y con establecer precios máximos a las empresas hidroeléctricas y a la energía nuclear. Desde Euskadi podríamos ayudar apoyando esas medidas y evitando las puertas giratorias. En la medida en que personas relevantes en la política vasca no terminen sus días de políticos en consejos de administración de grandes empresas hidroeléctricas o de hidrocarburos nos va a hacer más libres a la hora de decidir políticamente en como incidir en el precio de la luz.