«Llevaba 20 minutos en su primer servicio como guardia civil y ETA lo ametralló»
La viuda del guardia civil Antonio Pastor, asesinado en 1979 en la casa cuartel de Herrera su junto al brigada Moisés Cordero, acudirá hoy a la inauguración de dos placas en su memoria
AAntonio le destinaron a la casa cuartel de Herrera, en San Sebastián. Había llegado dos días antes a la ciudad y el 28 de julio ... de 1979 era su primer servicio desde su salida de la Academia de Úbeda. Entró a las diez de la noche y solo llevaba 20 minutos cuando salió de la garita para avisar a su compañero Moisés de una llamada de teléfono, y en ese momento los terroristas les ametrallaron desde un vehículo». María Olvido relata con claridad la secuencia del asesinato de su marido, el guardia civil Antonio Pastor, de tan solo 24 años, que junto al brigada Moisés Cordero, de 54 y víctima mortal en el mismo atentado, serán homenajeados hoy en el mismo lugar donde ETA segó sus vidas hace ahora 45 años. El Ayuntamiento de Donostia colocará, sendas placas en su memoria y con ellas serán 29 las ubicadas en la ciudad dentro de la iniciativa municipal para dar visibilidad en el espacio público a las víctimas del terrorismo y la violencia política.
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El joven guardia civil Antonio Pastor estaba casado con María Olvido y tenían una niña, Ana Belén, de iba a cumplir dos años. «El destino cruel nos sorprendió y apenas tenemos fotografías familiares juntos», se lamenta la viuda de Pastor que viajó ayer hasta San Sebastián junto a su nieto mayor y su otra hija Melisa, para acudir este mediodía al homenaje a Antonio y a su compañero. Como en otras ocasiones, consistirá en un sencillo homenaje de reconocimiento en el que participarán el alcalde de Donostia, Eneko Goia, representantes de los grupos municipales del Ayuntamiento, el director de Derechos Humanos del Gobierno Vasco y familiares de las víctimas y políticos.
Las familias de los dos guardias civiles serán recibidos primeramente en un homenaje más íntimo en el Ayuntamiento, donde recibirán una réplica de la placa. Después se desplazarán al acto de memoria en Herrera. María Olvido agradece el gesto de la ciudad y espera «que sirva para algo. Por lo menos que se le recuerde y su memoria no caiga en el olvido».
«¿A mí qué me van a hacer si yo no he hecho nada?», le decía Pastor a su mujer poco antes de llegar al cuartel de Donostia
A pesar de que ha transcurrido mucho tiempo, más de cuatro décadas, María recuerda aquellos días en los que Antonio sabía que iba a ir destinado a San Sebastián. En sus conversaciones estaba presente el peligro al que se enfrentaban en aquellos años de plomo. «Cuando empezó, mi marido decía: 'Bueno, ¿a mí qué me van a hacer, si yo no he hecho nada? ¿A mí qué me van a hacer...? Y fue nada más llegar, no tardaron ni 20 minutos en acabar con su vida de esa manera tan horrible. El sueño de Antonio quedó truncado completamente y la vida de su familia rota para siempre», expresa.
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Con las dos placas de hoy serán 29 las ubicadas en la ciudad dentro de la iniciativa municipal por la memoria de las víctimas
Si tuviera delante a los asesinos de Antonio y del compañero Moises les diría «que pidieran perdón a las víctimas para que así se quiten ese peso de encima, porque lo que lo que hicieron es como para pedirlo, ¡vamos! Y que se arrepientan de lo que hicieron. Eso también, por supuesto», afirma con el corazón en un puño.
De Palencia e Isla Cristina
Antonio Pastor y Moisés Cordero fallecieron al día siguiente en el Hospital de San Sebastián al no poder superar la gravedad de las heridas que sufrieron a las puertas de la casa cuartel donostiarra. En el atentado un tercer guardia civil, José Álvarez Hilos, resultó herido pero pudo salvar la vida. El féretro de Pastor fue trasladado a Palencia, de donde era natural, tras celebrarse el funeral en el Hospital Militar de la capital guipuzcoana. El brigada Cordero, que había llegado al cuartel de Herrera el 1 de julio, era natural de Isla Cristina (Huelva), estaba casado y era padre de tres hijos de 21, 19 y 11 años. Fue enterrado en el pueblo onubense de Encinasola, donde pasó su infancia y juventud.
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El automóvil Peugeot 404 utilizado por los etarras para cometer el atentado fue encontrado al día siguiente en el barrio de Altza, en San Sebastián. En su interior aparecieron varios casquillos de fusil Cetme y del calibre 9 milímetros parabellum, marca FN. El vehículo presentaba varios impactos de bala en la parte izquierda del cristal trasero.
Un fin de semana con nueve asesinados en cinco atentado
La organización terrorista ETA asesinó a nueve personas en un total de cinco atentados ese fin de semana. La ofensiva la inició la rama militar de la banda la mañana del sábado, 28 de julio de 1979, en Bilbao, con el asesinato de dos policías nacionales. Siguió por la noche, en el barrio de Herrera en San Sebastián, con el ametrallamiento de dos guardias civiles. Y la continuó el domingo, 29 de julio, en Madrid, donde la rama político-militar perpetró una cadena de atentados indiscriminados en el aeropuerto de Barajas y en las estaciones de tren de Atocha y Chamartín que dejaron siete víctimas mortales y más de cien heridos. En solo catorce minutos la banda terrorista sembró el caos y el pánico en Madrid.
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