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El Ayuntamiento de Donostia, compañeros de trabajo y amigos han homenajeado este sábado a Santiago Oleaga. Arizmendi

«Fue una gran injusticia y nunca debió suceder; jamás olvidaremos a Santi»

Emotivo homenaje del Ayuntamiento de Donostia con la colocación de una placa a Santiago Oleaga, director financiero de DV asesinado por ETA en 2001

Alberto Surio

San Sebastián

Sábado, 23 de noviembre 2024, 14:03

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«Nunca debió suceder esta gran injusticia ni ninguna otra». Esta frase culminó este sábado el homenaje que el Ayuntamiento de San Sebastián tributó a Santiago Oleaga, director financiero de DV, asesinado hace 23 años por ETA en el aparcamiento de la Fundación Matía, en la capital donostiarra en la mañana del 24 de mayo de 2001.

La frase la pronunció su viuda, Amaia Guridi, acompañada de uno de sus dos hijos, Jon, y arropada por numerosos amigos y colegas de El Diario Vasco. Estuvieron presentes el director general de este periódico, Iñigo Barrenetxea, el director de la publicación, David Taberna; el exdirector general Fernando Berridi y el exdirector José Gabriel Mujika, además de una nutrida representación de excompañeros del periódico en el que trabajó durante años y que recibió un enorme mazazo con su asesinato aunque al día siguiente estuvo presente en los quioscos con su mejor producto en un ejercicio de entereza.

También participaron en la iniciativa concejales de todos los grupos políticos de la Corporación, encabezados por el alcalde, Eneko Goia; la delegada del Gobierno central en el País Vasco, Marisol Garmendia; y el primer teniente de diputada general, el socialista José Ignacio Asensio. Todos se dieron cita en un sencillo acto de reconocimiento en su memoria, que consistió en el descubrimiento de una placa en el pavimento, en unas escaleras.

La ceremonia, que se inició a las doce del mediodía, reprodujo el ritual habitual de otros actos en recuerdo de las víctimas del terrorismo en un ambiente de emoción contenida. Junto al lugar en el que fue tiroteado por dos terroristas de ETA, la Banda Muncipal de Txistularis interpretó diferentes piezas y culminó con el 'Agur Jaunak'. Los presentes depositaron en fila rosas blancas en el suelo sobre la inscripción en metal. Los asistentes pusieron el punto final con un prolongado aplauso.

«La placa número 31»

Al terminar, Amaia Guridi agradeció la decisión del Ayuntamiento de honrar la figura de Santi, que murió de ocho disparos aquel 24 de mayo de 2001 a las ocho y media de la mañana en el aparcamiento de la Fundación Matía, al que acudía para una sesión de rehabilitación por una lesión en el brazo que le provocó su afición al deporte de la pala. La zona fue después remodelada pero la inscripción en metal se sitúa junto al lugar en el que Oleaga cayó abatido por las balas de los dos terroristas de ETA.

Guridi hizo hincapié en la importancia de la memoria de las víctimas a la hora de construir el futuro. «Nunca debió suceder esta gran injusticia, ni esta ni ninguna otra», declaró conmovida a este periódico. Sobre todo, recalcó, el pasado no puede olvidarse para que las nuevas generaciones sepan con claridad qué es lo que pasó en Euskadi durante muchos años, y conozcan de primera mano el sufrimiento y el dolor que la violencia generó en tantas familias. «Nunca podremos olvidar el gran amor a la vida que tenía Santi», señaló.

A su vez, el alcalde donostiarra, Eneko Goia quiso subrayar el compromiso del Ayuntamiento en todas las iniciativas que contribuyan a resarcir y reparar en lo posible el dolor de las víctimas. «Esta placa número 31 que colocamos representa que esta ciudad no olvida a alguien como Santiago Oleaga, cuya vida fue injustamente arrebatada», afirmó. De esta forma, según indicó en una declaración a los medios, la familia de Oleaga tiene ya un lugar en la geografía donostiarra que simbolice ese recuerdo, «tanto ellos como sus descendientes». Precisamente, el suplemento por el 90 aniversario de DV que hoy se reparte junto al periódico, incluye un reportaje con Amaia y su hijo Jon, una conversación en la que evocan su memoria.

A la ofrenda floral acudieron concejales de todos los grupos municipales, incluido el portavoz de EH Bildu y exalcalde, Juan Karlos Izagirre. Es la primera vez que la izquierda independentista participa en un acto público de colocación de placas de memoria a una víctima del terrorismo de ETA, según han señalado fuentes municipales, si bien suelen estar presentes en los actos privados en el Ayuntamiento con las familias de las personas a las que se homenajea y a las que se suele hacer entrega de una réplica de la placa. En esa reunión más íntima estuvieron este sábado presentes concejales de todos los grupos: a demás de Goia y de Izagirre, la primera teniente de alcalde, Nekane Arzalluz, y el delegado de Cultura, Jon Insausti, (PNV); Ane Oiarbide (PSE), y Víctor Lasa (Elkarrekin Podemos). Por parte del PP estuvo presente el concejal Jorge Mota, hermano de Ángel Mota, funcionario de la prisión de Martutene asesinado por ETA, y la edil Vanessa Vélez. Tambien participó la diputada del PSE por Gipuzkoa, Rafaela Romero, y Maixabel Lasa, viuda de Juan María Jáuregui, el último gobernador civil de Gipuizkoa asesinado por ETA, y amiga personal de Amaia Guridi. Junto a ellos, el periodista zarauztarra Gorka Landaburu, que fue víctima de un atentado de ETA que le mutiló algunos de los dedos de sus manos.

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