«Gobernar en coalición me ha ayudado a comprender la pluralidad de Gipuzkoa»
Diputado general de Gipuzkoa ·
«Nuestro territorio tiene las condiciones para abordar las crisis que vengan porque tenemos un tejido económico y social competitivo»A partir del próximo 28 de mayo, cuando se celebren las elecciones, Markel Olano dirá adiós a 16 años de andadura en el máximo ... organismo institucional de Gipuzkoa: 12 de ellos como diputado general del territorio. Hoy hace un balance de esta larga trayectoria a la que, dice, no le da vértigo ponerle fin.
–¿Por qué se va?
–No es que me vaya... Los políticos no debemos perpetuarnos en las responsabilidades porque al final uno tiende a patrimonializar el puesto. He hecho una interpretación de un ciclo político que comenzó en 2007, con cuatro años en la oposición. Y es un periodo suficiente para que uno esté en un cargo de responsabilidad.
–¿Y esta decisión es solo suya o desde el PNV le han incitado a que cierre su ciclo?
–Yo siempre funciono en códigos de grupo. La decisión que he tomado no ha sido particular, sino fruto de una reflexión grupal. Y lo observo como un proceso absolutamente natural. Por un lado, de años de ejercicio y, por otro, la necesidad de renovación.
–Usted ha dicho que seguirá vinculado a la política pero, ¿eso en qué se traduce?
–Yo he tenido un compromiso político claro desde mi juventud. Y al final eso me ha llevado a trabajar y volcarme por mi territorio y por mi país. Por tanto, continuaré con ese compromiso.
–¿Pero dónde se sentiría más cómodo? ¿En un cargo orgánico, como cargo institucional, asesorando al Gobierno foral, en un consejo de administración...?
–En primer lugar, no voy a tomar una decisión individual. Va a ser, en todo caso, consecuencia de una reflexión de equipo. Y segundo, ese capítulo lo abriré en el momento en que finalice mi andadura en la Diputación, y todavía no hemos llegado a esa fase.
–¿Le da vértigo afrontar esta etapa o tiene ganas de abrir un nuevo capítulo en su vida?
–No me da ningún vértigo. Mi inicio en la Diputación, en 2007, fue duro para mí. Fue un aterrizaje que me costó porque en lo personal atravesaba un momento familiar duro; y el compromiso y la pertenencia a un partido te lleva a asumir responsabilidades con las que, a priori, no cuentas. Y eso supuso una presión y un esfuerzo personal muy importante. Con lo cual, los momentos que vengan los asumiré con la misma visión de servicio y compromiso.
«El inicio fue duro; pero es un orgullo haber acompañado a Gipuzkoa en su desarrollo»
–¿Y qué sabor le dejan sus tres mandatos? ¿Se va con la sensación de dejar los deberes hechos?
–Ha sido un desarrollo 'in crescendo' de la gestión. Desde 2007, cuando ETA aún mataba, hasta este 2022, ha habido un desarrollo importante de Gipuzkoa. Y estoy muy orgulloso de haber acompañado al territorio en ese movimiento como diputado general.
–Pero en estos años también habrá habido errores... Eche la vista atrás: ¿Se arrepiente de algo?
–He tenido la suerte de que prácticamente todos los proyectos por los que hemos apostado avanzan y se están desarrollando. No se me ocurre ninguno en el cual hayamos fracasado. Algunas apuestas estratégicas requieren una consolidación y ahora estamos viviendo un momento de afianzamiento de las apuestas de futuro.
–¿Qué proyecto le enorgullece?
–Etorkizuna Eraikiz en su conjunto. Desde su puesta en marcha en 2016 se ha desarrollado todo un abanico de proyectos experimentales. Y más que un proyecto, es una apuesta por cambiar el modo de hacer política y de acercarnos a la ciudadanía a través de la gobernanza colaborativa.
–¿Le hubiese gustado gobernar sin el PSE?
–Yo veo en la necesidad virtud. Cuando uno tiene mayoría absoluta la actitud psicológica es diferente a la que tiene en un Gobierno de coalición. Evidentemente, gobernar solo con tu gente y tu partido puede ser más cómodo. En coalición tienes otra visión política con la que dialogar, negociar, discutir... A veces incluso pelear. Pero creo que eso hace que seas más humilde y que no tengas una actitud excesivamente arrogante. Me hubiese gustado tener más recursos desde el punto de vista del partido, pero esa cohabitación de diferentes sensibilidades políticas en un mismo gobierno también tiene su lectura positiva.
–¿Y qué es lo que más ha aprendido de los socialistas?
–Cuando uno entra en diálogo, si es empático, tiene que ponerse en el lugar del otro. Entonces, uno también comprende la parte de razón que tiene el otro. Y compartir un espacio de confianza es bueno: hablar de tú a tú, ser muy sincero y tener momentos en los cuales tienes tensión y comprendes muy bien a la otra persona. Al final, te abre la mente, te ayuda a comprender otras lógicas y a comprender la pluralidad de tu sociedad. Los partidos representamos a una sensibilidad de la sociedad, que puede ser más o menos mayoritaria, pero son realidades muy consolidadas.
«La decisión será una reflexión en equipo que se dará tras acabar mi fase en el Gobierno foral»
–¿Hasta qué punto se ha visto coartado para poder expresar sus aspiraciones nacionalistas?
–En 2015, sabiendo que teníamos ideales políticos diferentes, pactamos una discrepancia. Y eso es lo que ha pasado, que hemos tenido libertad para expresarnos políticamente. Y lo hemos disociado de esa colaboración fructífera en el ámbito de la gestión.
–Si EH Bildu gana el 28-M y el PNV queda segundo, ¿apostaría por reeditar el pacto con el PSE para evitar que la izquierda abertzale gobierne en Gipuzkoa?
–No voy a entrar a esa hipótesis porque no es respetuoso con la opinión de la gente. Hay que esperar a que la ciudadanía vote.
–Es una hipótesis que fue real. En 2011 la fractura entre PNV y PSE abrió las puertas de la Diputación a Bildu, cuando podrían haber retenido el Gobierno.
–Hablamos de un momento en el que ya había comenzado una especie de ciaboga en el mundo de la izquierda abertzale, en un contexto específico muy potente que luego devino en el fin de ETA. Fueron unas circunstancias muy especiales y a mí no me parece que ese tipo de reflexiones se tengan que repetir en el futuro.
–¿Maddalen Iriarte es la rival del PNV a batir en las urnas?
–Estos últimos largos años en la sociología política de Gipuzkoa existe una pugna entre EH Bildu y el PNV, y esa realidad social preveo que perdurará en el periodo electoral que vamos a afrontar. Por tanto, va a ser seguramente la contrincante política más importante de nuestro partido.
–Es la segunda dirigente vasca mejor valorada por detrás de Iñigo Urkullu... ¿Eso da respeto?
–La gente tiene que observar la trayectoria política de cada persona. Y hay un déficit de experiencia en la gestión institucional. Eso es constatar una evidencia.
–¿El PNV teme los resultados que puedan arrojar las urnas, que EH Bildu les gane la partida?
–Llevamos muchos años de pugna y el PNV en Gipuzkoa ha mostrado una solvencia y una fortaleza electoral muy reseñable. Desde la Diputación se ha ido construyendo un modelo de gestión y de acercamiento a la ciudadanía que confío va a tener apoyo.
La coyuntura actual
–¿Gipuzkoa se está viendo ya afectada por la crisis?
–Los datos, a corto plazo por lo menos, son de estabilidad y de una situación desahogada. Por ahora, hay una situación buena. Pero es cierto que nos vienen signos de preocupación, de una gran inestabilidad e incertidumbre.
–Y justo deja su mandato en este escenario lleno de incógnitas...
–Pero hago una lectura de fortaleza del tejido económico-social de Gipuzkoa. Nuestro territorio tiene las condiciones para abordar las crisis que nos puedan venir porque tenemos un tejido económico competitivo y financieramente saneado. Gipuzkoa va a tener la capacidad para responder de una forma solvente a la crisis.
–¿Las medidas antiinflación que se han anunciado, como la deflactación del IRPF, son suficientes o hacen falta más?
–Yo no me cierro a que tengamos que tomar nuevas medidas dependiendo de las circunstancias y la coyuntura. Veremos en el futuro qué necesidades vayamos a tener, y nos adecuaremos a ellas.
«No creo que las reflexiones que permitieron que Bildu ganara en 2011 se deban repetir»
–¿En qué sentido irían esas medidas que no descarta aplicar?
–No me voy a adelantar a los acontecimientos. Dependerá de las circunstancias...
–¿Usted es partidario de modificar el Impuesto de Patrimonio y apretarle las tuercas a los ricos?
–La definición de este impuesto nos ofrece una visión progresiva que hace que las personas que más tienen más aporten y, además, garantizan una suficiencia financiera a la institución. Yo no me cierro a que vayamos a hacer modificaciones, pero debe realizarse una evaluación rigurosa del resultado de las reformas anteriores, y tiene que producirse una reflexión entre las instituciones.
–¿Considera factible la bajada de impuestos que reclama el PP?
–Esto se ha convertido en una especie de bálsamo de Fierabrás, que lo resuelve todo. Y no comparto esa visión. La fiscalidad es un instrumento importante, pero es uno más de la gestión política.
–Ya está en marcha el TicketBai. ¿Entiende las quejas de los comerciantes o son exageradas?
–Comprendo las quejas. TicketBai tiene dos elementos: es un movimiento de lucha contra el fraude y comporta una modernización y digitalización del sector económico. Entiendo ese reparo al cambio, pero confío en que, una vez extendido el sistema, muchos establecimientos van a tener la sorpresa de que se va a facilitar la conexión con la Hacienda.
–¿Usted es partidario de extender la rebaja en el transporte público a lo largo de todo el 2023?
–En los Presupuestos incorporamos una partida destinada a mantener ese esfuerzo. Pero todavía no sabemos el compromiso que van a adquirir el Gobierno central y el Gobierno Vasco.
–¿Han reservado 12 millones exclusivamente para este fin?
–Hemos hecho una incorporación extra en los Presupuestos para que se mantenga ese descuento durante los próximos meses. Pero va a depender del compromiso del resto de instituciones.
–En el caso de que el Gobierno decida no prorrogar la medida, ¿la Diputación estaría dispuesta a asumir todo el coste?
–Es una reflexión que tendremos que realizar en su momento. Por ahora, vamos a esperar.
–Tras muchas polémicas, la puesta en funcionamiento de los peajes está a punto de caramelo, aunque los camioneros siguen con las espadas en alto...
–En Gipuzkoa hemos sido una avanzadilla en la aplicación de unos principios establecidos por la Unión Europea. La contestación puede llegar a ser lógica, pero es un escenario que se va a extender al conjunto del Estado español.
–¿Cuándo está previsto exactamente que arranque el cobro efectivo en los peajes?
–A partir del 1 de enero.
–¿El proyecto eólico de Statkraff ha puesto de relieve la necesidad de que Gipuzkoa apueste en firme por las energías renovables?
–Que seamos capaces de generar nuestra energía mediante las renovables es una prioridad, pero no es actual. Evidentemente, el cambio climático y la invasión rusa en Ucrania han fortalecido esa reflexión. Pero hace 23 años se pusieron en marcha los primeros parques eólicos en Euskadi.
–¿Y qué le parece el golpe de timón que ha pegado EH Bildu en esta materia?
–Yo recuerdo hace 23 años que se produjo una gran contestación por parte de la izquierda abertzale, incluso de responsables políticos en ayuntamientos que se enfrentaron a esos proyectos. El cambio es evidente y bienvenido sea.
–Y justo se va de la Diputación sin poder ver cómo se pone la primera piedra de uno de los proyectos estrella de su mandato... Adinberri.
–Adinberri ha sido una de las apuestas más importantes de esta legislatura y, lamentablemente, la coyuntura derivada por la carestía de los materiales ralentizará en seis meses el inicio de las obras. Estamos ultimando una nueva licitación con los precios actualizados. Así, esperamos poder arrancar las obras antes de verano para un centro de referencia pionero en el envejecimiento saludable.
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