«Mi tío tuvo un accidente, llegaron los guardias civiles, empezaron a discutir y le pegaron dos tiros»

«Por mucho que preguntara a mis padres, era un tema tabú. Preguntaba y ellos se callaban. No decían nada. Hubo un accidente en Donosti y, al parecer, los dos conductores habían llegado a un acuerdo y estaban hablando. Hasta que llegaron los guardias civiles y empezaron a discutir. Mi tío no sé si se escapó y les contestó de mala manera. Le pidieron los papeles, algunos dicen que mi tío se puso muy violento y por eso le pegaron dos tiros». Este es parte del relato de Esteban Andueza, sobrino de José Miguel Andueza, víctima reconocida de la violencia policial ilícita, que ha recibido hoy el homenaje del Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos, Gogora, en la Casa de la Paz y los Derechos Humanos de San Sebastián.

Andueza, vecino de Bera de 39 años, fue asesinado el 15 de junio de 1970, al recibir dos disparos de un guardia civil durante una discusión tras un accidente de tráfico en la donostiarra avenida de Tolosa. 43 años después, en 2013, fue reconocido como víctima de vulneraciones de derechos humanos al amparo del decreto 107/2012 de 12 de junio del Gobierno Vasco de Patxi López. El homenaje de hoy se enmarca en la iniciativa emprendida por el Ejecutivo de PNV-PSE de llevar a cabo una «conmemoración simbólica especial, con un objetivo de memoria, reconocimiento y pedagogía social», cuando se cumpla el 50 aniversario de asesinatos ocurridos en atentados terroristas o en acciones violentas de motivación política. En el caso de Andueza, el homenaje estaba previsto el pasado año, pero no se pudo llevar a cabo a consecuencia de la pandemia.

Durante el acto de memoria, José Antonio Rodríguez Ranz, viceconsejero de Derechos Humanos, Memoria y Cooperación, ha tomado la palabra en nombre del Gobierno Vasco para recordar que se trata de un hecho ocurrido en la dictadura franquista «que el Estado de Derecho no rectificó». Ha remarcado el compromiso del Gobierno Vasco con las personas víctimas de vulneraciones de derechos humanos producidas en el contexto de violencia de motivación política que comenzó a materializarse con el referido decreto y más recientemente con la Ley 17/2016. Ha subrayado la importancia del reconocimiento legal, que se materializa a través de la citada normativa, a la que se le suma la necesidad del reconocimiento «institucional y social» de las víctimas, de todas las víctimas de vulneraciones de derechos humanos.

Ha recordado el clima de «dura represión» vivido durante esos últimos años de la dictadura y el derecho al reconocimiento y memoria de las víctimas de la violencia ejercida por las fuerzas al servicio del Estado. «Tapar las heridas en falso no ha sido nunca una solución», ha reivindicado. «Como todas las víctimas, son víctimas de primera. Porque todas ellas han sido víctimas de una violencia injusta. Y reconocer esto y decirlo en voz alta no significa equiparar, no significa exculpar, no significa legitimar, no significa compensar; significa simple y llanamente reivindicar la dignidad de todas las víctimas y su derecho a memoria, verdad, justicia, reconocimiento y reparación», ha asegurado.

El dictamen de la Comisión de Valoración recoge las circunstancias de la muerte de José Miguel Andueza. «Se considera debidamente acreditado que José Miguel Andueza Elizalde fue una víctima mortal de una actuación brutal, por parte de un miembro de la Guardia Civil, en una discusión tras un accidente de tráfico que se produjo a las afueras de Donostia el 15 de junio de 1970», señala.

Además de Rodríguez Ranz, al acto han asistido Eneko Goia, alcalde de San Sebastián; Aintzane Ezenarro, directora del Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos, Gogora; y los parlamentarios Joseba Diez, Miren Gallastegi y Muriel Larrea. A la familia Andueza le han acompañado otras víctimas y familiares de víctimas de violencia policial ilícita.