Juan Carlos Cano (Portavoz del PP en las Juntas Generales): «El PNV vuelve a rezagar a Gipuzkoa en los fondos europeos»

–Lo primero, ¿qué está pasando en Gipuzkoa? ¿Hemos llegado a esta situación por mala gestión o por irresponsabilidad social?

–Hay un poco de todo. Nuestra juventud no ha visto en la clase política un único camino, unas únicas argumentaciones, unos ejemplos que le hayan permitido tomar decisiones de más restricción social. Y se necesita disciplina individual y social a través de las medidas políticas. Unas medidas que, por cierto, probablemente lleguen tarde.

–¿Usted sería partidario del confinamiento domiciliario?

–No creo que sea necesario un confinamiento extremo. Tenemos que aprender a convivir con el virus y la economía tiene que tener también un sitio en nuestros pensamientos actuales.

–¿La solución pasa por hacer más cribados?

–Se están haciendo muchos cribados, pero después no hay recursos para hacer un seguimiento exhaustivo y un mapa para controlar los positivos, los rastreadores. Eso está fallando.

–Esta crisis ha traído de vuelta el debate sobre la eficacia del modelo en las residencias de mayores. ¿Hace falta un cambio?

–No quiero decir que el modelo de Gipuzkoa ha fracasado porque sería una injusticia. Pero tiene defectos. Nuestra humilde representación ha conseguido que PNV y PSE asuman la necesidad de hacer una reflexión profunda sobre esto. Hay que dar una respuesta mucho más de hogar, más individualizada. Y asumir políticamente la necesidad de invertir en asistencia domiciliaria.

–¿Es suficiente el fondo de ayuda de 45 millones que se ha anunciado para la hostelería?

–45 millones no es un rescate. Es el chocolate del loro. Todo es bienvenido, pero hay que hacer un mayor esfuerzo y la hostelería necesita un rescate a fondo perdido. Todo lo demás son parches.

–¿Cómo se sufragan esos gastos?

–El País Vasco, y Gipuzkoa en particular, ha tenido una política de no endeudamiento en los últimos años. Tenemos un remanente financiero y una oportunidad de endeudarnos. Eso nos debería permitir dar ayudas. No podemos aplicar políticas continuistas como tan encantadoramente siempre aplica el PNV.

–¿Cómo valora la gestión de Markel Olano en esta crisis?

–Se ha escondido. Pero no ahora. Markel Olano no lidera Gipuzkoa. Su perfil es ideológico, no es ejecutivo. El diputado general es el máximo representante institucional de los guipuzcoanos y debería ser nuestro estandarte. Y con las inversiones de los fondos europeos en Gipuzkoa, no solamente no es nuestro estandarte, es que no es nuestro ariete.

–¿Usted también piensa que Bizkaia se hará con más fondos que Gipuzkoa en ese reparto?

–Es que es un puñetero escándalo lo que estamos viviendo con el PNV. Le voy a dar unas cifras: en Euskadi se han presentado 66 proyectos tractores para los fondos europeos, que responden a 11.600 millones de euros. De esos 66 proyectos, 33 (4.980 millones) tienen destino territorial. El resto son genéricos. De estos 33, Bizkaia tiene 25 proyectos (3.814 millones). Es decir, el 76,5%. Y Gipuzkoa tiene 6 proyectos (275 millones), el 5,5%. Repito: un escándalo. EH Bildu y Podemos me llaman provinciano y el PNV me dice que 'hay que hacer país'. Y me parece bien, pero ¿qué país queremos? ¿El de desarrollar Bilbao como polo de desarrollo europeo?

–¿Cree que el PNV de Gipuzkoa se ha resignado en este asunto?

–Diría algo peor: el PNV de Gipuzkoa, probablemente el PNV más ideológico en cuestiones identitarias, simplemente ha asumido que lo importante es hacer país. ¿Y qué vamos a hacer con Gipuzkoa entonces? Porque esto no es que sea una pequeña desviación...

–¿Gipuzkoa entonces saldrá mal parada en ese reparto de fondos?

–Va a salir brutalmente mal parada. El PNV sabe de nuestra decadencia industrial y ha visto en el dinero que venga de Europa un salvavidas. Probablemente, el último salvavidas que tenga esta comunidad para volverse a subir al tren de la industrialización, del conocimiento, de la investigación. Pero, ¿para dónde? Para Bizkaia. Y eso es injusto. Vergonzoso. Y no solamente es un escándalo, es una ruptura unilateral del pacto entre territorios que conformó el Estatuto de Autonomía. En estos momentos, cualitativamente el que está rompiendo el Estatuto es el PNV. Llevo diez años levantando el dedo con esto. Nos rezagan en las inversiones públicas, en temas de investigación... No hay sector socioeconómico que digas: 'Aquí nos miman un poco mejor'. No.

–¿El Gobierno foral tiene en cuenta estas inquietudes o PNV y PSE aplican el rodillo y hacen caso omiso a la oposición?

–Yo ya estoy cansado de oír hablar de nueva gobernanza. Por supuesto que hay rodillo. Y más en estos temas que son delicados, porque demuestran cómo gobierna y para quién gobierna el PNV.

–Usted tiene un hándicap además, y es que es un único juntero del PP. ¿Se siente escuchado?

–Una de mis mayores frustraciones ahora es el poco relieve que en la sociedad guipuzcoana tiene esta situación de excepción financiera en los fondos europeos. Pueden pensar que estoy exagerando, pero le aseguro que he cogido el documento, lo he analizado punto por punto y he hecho un análisis económico. Esto es muy serio.

–¿Esta pandemia ha hecho que el PNV deje en un segundo plano el debate identitario?

–A nivel de reivindicación soberanista, sí. En el reparto de los fondos europeos y de los vascos en Euskadi, no. Todo lo contrario. Todavía ha extremado más esa concepción de que Euskadi es Bilbao.