Jonan Fernández, nombrado asesor del grupo del PNV en Juntas de Gipuzkoa

Fernández, nacido en Tolosa hace 63 años, ocupó diferentes cargos de responsabilidad en el Gobierno Vasco del lehendakari Iñigo Urkullu, del que fue cargo de confianza. Pero tras el fin del mandato del anterior lehendakari, Fernández dio por concluido su periplo institucional por decisión propia, tras declinar, según fuentes cercanas al ex alto cargo, el «ofrecimiento» de Imanol Pradales para continuar en un puesto de responsabilidad en el nuevo Ejecutivo. «Estoy muy agradecido al lehendakari y, por supuesto, también a Iñigo Urkullu por confiar en mí durante tres legislaturas, pero he decidido dar por concluida esta etapa», confirmó Fernández en declaraciones a este periódico.

Fernández, nacido en marzo de 1962 en Tolosa, inició su trayectoria pública como concejal en el ayuntamiento de este municipio en la legislatura 1987-1991. Se presentó como independiente en la lista de Herri Batasuna en los comicios de 1987 y abandonó el consistorio antes de que terminara la legislatura municipal para dedicarse más a la Coordinadora Lurraldea. El alcalde de Tolosa era Joxe Gurrutxaga, de EA, y HB tenía cinco concejales en la Corporación. Después de su etapa de edil, Fernández abandonó la coalición abertzale.

Tras dejar el Ayuntamiento de Tolosa, su mayor protagonismo lo alcanzó como coordinador de Lurraldea, un movimiento social contrario al trazado del proyecto de la autovía de Leizaran que pretendía conectar Gipuzkoa y Navarra. La conexión era impulsada por la Diputación Foral de Gipuzkoa liderada en ese momento por Imanol Murua y que era gobernada por una coalición entre Eusko Alkartasuna y Euskadiko Ezkerra. La oposición se fundamentaba en el impacto medioambiental que tenía la propuesta en el valle de Leizaran. Tras una larga campaña de denuncia del proyecto y una considerable polémica social, Lurraldea alcanzó una solución negociada con la Diputación guipuzcoana tras entrar el PNV en el gobierno foral en 1991 de la mano de Eli Galdos. En términos generales, el acuerdo se sustentaba en la elevación de la cota del proyecto para eludir una parte del valle y aminorar la incidencia ecológica de la infraestructura.

El nuevo trazado, denominado 'San Lorenzo', era en realidad una modificación de la solución 'Muga', que se basaba en trasladar unos 400 metros un túnel, que evitaba así el collado llamado Muga, para pasar por el collado de San Lorenzo.

Tras la solución alcanzada con la negociación de la autovía, Fernández abanderó la puesta en marcha del movimiento social por el diálogo Elkarri en 1992. El objetivo pasaba por fortalecer la cultura de la paz y la no violencia y situar el conflicto político nacionalista vasco en un escenario democrático de negociación. Elkarri catalizó una corriente pacifista en el seno de la izquierda abertzale, que abogaba por el fin de la violencia de ETA, y terminó enfrentada al sector más duro de la misma.

Elkarri, como tal, desapareció en marzo de 2006 cuando se reconvirtió en Lokarri. Esta transición tuvo lugar una vez que Elkarri aseguró que había cumplido su principal objetivo: promover el diálogo social y político para activar un proceso de paz.

Después de la desaparición de Lokarri, Fernández creó Baketik, un centro por la paz enclavado junto al santuario de Arantzazu (Oñati), convertido en fundación dedicada a promover procesos de transformación personal, educacional, convivencial, organizacional o social con un sentido ético.

Fue su director hasta enero de 2013, al ser designado por el Gobierno Vasco del lehendakari Iñigo Urkullu como secretario general para la Paz y la Convivencia (2013-2017); secretario general de Derechos Humanos, Convivencia y Cooperación (2017-2020); asesor del lehendakari (2020-2021); y, desde 2021, secretario general de Transición Social y Agenda 2030. Durante su etapa en Lehendakaritza estuvo presente en las gestiones del Gobierno Vasco para el desarme de ETA en 2017 y, posteriormente, tuvo un papel clave en la gestión de la estrategia pública frente a la pandemia del Coronavirus.

Tras acabar el pasado junio su tarea como secretario general de Transición Social y Agenda 2030, al terminar la legislatura, estaba sin trabajo tras rescindir su relación con Baketik, el centro para la paz de Arantzazu del que cogió una excedencia forzosa para ocupar cargó público. Fernández, barajaba nuevos proyectos profesionales en los que encauzar su actividad antes de jubilarse y ahora le ha llegado esta oportunidad de la mano del PNV. Fernández integró también el «comité de sabios» que asesoraba al ex lehendakari Juan José Ibarretxe.