El nuevo líder de Erne confía en mejorar la relación con Seguridad y exige más formación

Sergio Gómez de Segura (Vitoria, 1974) es, por unanimidad, el nuevo secretario general de Erne, el sindicato mayoritario de la Ertzaintza. Miembro de la 20 promoción de la Policía vasca y destinado en el último tiempo en la sección de Tráfico de Álava, espera poder «estar a la altura» en su nueva responsabilidad tras la salida del cargo de su antecesor, Roberto Seijo. En su primer discurso en la clausura ayer del XI Congreso, prometió «trabajo y compromiso» para afrontar los nuevos retos de la Ertzaintza desde un sindicato «muy crítico e independiente, al que no gobierna nadie» y confió en mejorar las relaciones con el Departamento de Seguridad.

La nueva dirección de Erne que comparte la primera línea con Marina de la Hera, vicesecretaria, y Aitor Otxoa, secretario de Organización, plantea ya las primeras demandas al actual consejero de Seguridad del Gobierno Vasco, Josu Erkoreka. Le exigen más formación para los policías vascos, mayor inversión en materiales, equiparación de la carrera profesional con Osakidetza, profesionalización de las especialidades, reconocimiento del trabajo realizado por Protección Ciudadana, renovación de todos los acuerdos reguladores y profesionalización de todas las Udaltzaingoak.

El nuevo equipo, que estará conformado por nueve personas, considera que sus reclamaciones suponen «una ardua tarea» para el departamento de Erkoreka, «que desde la firma de la carrera profesional ha disminuido al mínimo la interacción con la mayoría sindical, generando un falso clima de paz social y pisando los derechos de los policías vascos».

En su despedida, Seijo remarcó que deja el cargo «en buenas manos». Tuvo además unas emocionadas palabras para los compañeros asesinados por ETA que, según citó, «son una referencia ética». Recordó la trayectoria de Erne desde sus orígenes y los logros, pero también y los años de «lacra del terrorismo, en los que algunos políticos vivían más de manejar el conflicto que de buscar una solución». Citó que en los inicios algún responsable político se refirió a Erne como «una cuadrilla de amigos» y rememoró que tenían como objetivo común la consecución de una Policía vasca civil, democrática, euskaldun y al servicio de toda la sociedad vasca. «Debemos estar orgullosos de lo que hemos conseguido esta cuadrilla de amigos», remarcó.

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