El PP de Gipuzkoa se revuelve contra Génova y rechaza la candidatura de Arcauz para el 10-N

Según ha podido confirmar este periódico, el comité electoral del PP guipuzcoano aprobó ayer un acta que se enviará a la dirección nacional en la que los integrantes del órgano interno muestran su «disconformidad» con la decisión adoptada desde Madrid. Pero, más allá del revuelo interno que ha generado en el PP de Gipuzkoa el hecho de no haber podido elevar a la dirección nacional su propuesta -tenían, de hecho, otros nombres en mente-, desde el partido esgrimen otros motivos mucho más personales para rechazar sin contemplaciones la candidatura de Iñigo Arcauz. «No responde a la imagen y trayectoria ética y ejemplar de este partido», reza con contundencia el documento aprobado.

Desde el PP de Gipuzkoa han querido desligar las desavenencias con la candidatura del exconcejal donostiarra con cualquier motivación ideológica, a pesar de que Iñigo Arcauz ha abanderado en más de una ocasión el discurso del PP más conservador, alejándose así de la moderación de la que hace gala su presidente en el territorio, Borja Sémper. El rechazo, cita textualmente el acta, no viene derivado por «supuestas diferencias ideológicas, afinidades personales o demás circunstancias que asumimos como propias en una formación que se enriquece con la pluralidad de ideas», aclaran. Esta impugnación, sin embargo, no parece tener muchos visos de prosperar, ya que la última decisión recae en Génova.

Fuentes del PP guipuzcoano insisten en que Iñigo Arcauz -'casadista' reconocido- «no reúne el perfil ético» requerido en el PP y así se lo han hecho saber a Pablo Casado. Por eso, la decisión impuesta desde Génova ha caído como un jarro de agua fría en el PP guipuzcoano. El rechazo a su candidatura, además, evidencia la falta de apoyos con los que cuenta Iñigo Arcauz dentro del aparato guipuzcoano. De hecho, fue apartado por el propio Borja Sémper en 2015 para ocupar cualquier cargo vinculado al partido, tanto público como orgánico.

Desde el PP de Gipuzkoa, aun así, mostraron nuevamente ayer su malestar por «las formas» con la que la dirección nacional ha vuelto a «imponer» a los candidatos del PP vasco en general. «Han querido repetir una fórmula que no funcionó», deslizaron las mismas fuentes, haciendo alusión al descalabro electoral que vivió el partido en Euskadi el 28-A, cuando se quedó por primera vez en la historia sin representación en el Congreso.

Desde el PP vasco, sin embargo, se quiso ayer cerrar filas con Génova a pesar de las discrepancias reconocidas con la dirección nacional. Alfonso Alonso, durante su visita a Galdakao, aseguró que los cabezas de lista al Congreso y Senado en Euskadi para las elecciones del 10-N «son los candidatos del PP vasco», lo que demuestra un contraste en las posiciones que mantiene la dirección vasca y la guipuzcoana en este asunto.

El líder de los populares vascos se mostró «muy contento» con la decisión de situar a Mari Mar Blanco al frente de la candidatura por Álava -lo hace en sustitución de Javier Maroto- porque, dijo, «es una referencia». En Bizkaia, Casado ha vuelto a depositar su confianza en Bea Fanjul.