Eneko Goia: «Espero que la gente sea responsable estos días para evitar una subida irreparable de contagios»
Alcalde de San Sebastián ·
«El Gobierno de Sánchez no respeta la singularidad del autogobierno vasco, lo que está haciendo es café para todos, algo que ya nos suena de antes»El jeltzale Eneko Goia repasa la actualidad social y política de su segundo verano en pandemia y reconoce que tiene puestos todos los sentidos en ... los días de las 'no fiestas' de San Sebastián. La mayor preocupación del alcalde donostiarra son «las consecuencias en muertes y ocupación del sistema sanitario» que se puedan derivar de una subida alarmante de contagios. Espera que los donostiarras «sean responsables».
–Por segundo año Donostia no puede celebrar su Aste Nagusia, ¿le preocupa que una parte de la población no se conforme y se empeñe en una celebración festiva con botellones incluidos?
–Evidentemente me preocupa porque lo hemos visto en otros sitios y puede pasar aquí. Espero que la gente sea responsable estos días y más allá de lo que es una cuestión sanitaria, también desde el punto de vista del civismo y del orden público, sepamos comportarnos como debemos.
–¿Teme que actitudes como las que se han visto en otros municipios con las 'no fiestas' acaben provocando una subida preocupante de contagios en la ciudad?
–Sí. Es que la única razón de ser que tiene que estemos en esta situación de restricciones y medidas de seguridad es tratar de evitar una subida irreparable de contagios. Y hay una segunda derivada, que es la que más me preocupa, la consecuencia en muertes y la ocupación del sistema sanitario.
–¿Las comidas y cenas de estos días también pueden conllevar muchos riesgos?
–Creo que estamos en un momento en el que cada uno de nosotros debemos plantearnos cuál es nuestra escala de prioridades y que, probablemente, hacer este tipo de reuniones no deba ser lo más importante en este momento. No merece la pena que por una celebración tengamos consecuencias que nadie deseamos.
–Y Donostia sigue en zona roja...
–Llevamos una línea descendente continuada, pero seguimos estando en situación muy grave. No debemos perder la perspectiva. No está siendo una bajada rápida. Parece que vamos a tener que torear todavía durante algún tiempo con esta situación.
–Ahora resulta que hay vacunas suficientes, pero hay muchas citas libres porque la gente aplaza la inoculación por las vacaciones... ¿Ve cierta insolidaridad?
–Supongo que habrá distintos motivos y tampoco los conozco al detalle. Pero también es una cuestión de prioridades, que no son las mías. Yo todo lo que he programado lo he hecho en función de la vacunación mía y de mi familia y creo que es lo que hay que hacer en este momento. Otros tal vez no lo hayan hecho así, pero no comparto demasiado esa escala de prioridades. Tenemos que estar alerta y seguir cuidando los unos de los otros porque esto no ha terminado.
–¿La vacunación debería ser obligatoria en determinados puestos de trabajo?
–Voy a reconocer que no siempre tengo una opinión formada sobre todos los temas y este es uno de ellos. Intuitivamente podría responder que sí, pero las implicaciones que tiene me genera ciertas dudas. Es el ejemplo perfecto del conflicto entre libertad individual y seguridad colectiva, y no es un tema sencillo.
–¿Pero se inclina por una postura más que por otra?
–Probablemente sea más favorable a la obligatoriedad, pero reconozco que la cuestión tiene aristas.
«No me quiero hacer ilusiones porque luego me llevo disgustos, aunque me gustaría que la pudiéramos celebrar»
Tamborrada
–Representantes de la hostelería guipuzcoana dicen que el LABI «no se puede ir de vacaciones».
–Yo estoy en el LABI, estoy aquí, en contacto con miembros de la comisión técnica que es la que se está reuniendo y evaluando la situación.
–¿Ve una solución en el pasaporte Covid para entrar en bares como se hace en Francia?
–Desde el punto de vista práctico puede ser muy útil, pero también tiene aristas porque puede generar situaciones discriminatorias. Hay que tener cuidado.
–¿Pese a todo se puede ver la luz al final del túnel de esta pandemia? ¿Con un porcentaje amplio de vacunados las cosas pueden mejorar de cara a 2022?
–Creo que sí. Vamos a mirar la botella medio llena. La realidad puede ir cambiando a mejor, pero sí tengo asumido que esto es algo nuevo que ha venido para quedarse.
«Soy más favorable a la obligatoriedad para algunos puestos de trabajo, pero reconozco que el tema tiene aristas»
Vacunación
–¿Guarda la esperanza de que se pueda celebrar la Tamborrada de 2022? ¿Ha pensado ya en ello?
–Sí.
–¿Y...?
–Pues no me quiero hacer ilusiones porque luego me llevo disgustos, pero me gustaría que la pudiéramos celebrar, para qué voy a decir lo contrario.
–¿En qué situación debería estar la ciudad para que fuera posible celebrarla?
–Habrá que estar atento al nivel de incidencia, pero sobre todo a la mortalidad y la derivación en graves que tenga.
–¿Cuándo se tomará la decisión?
–En septiembre tendremos que empezar a pensar y hablar con las tamborradas.
–¿Sería posible una tamborrada de 'baja intensidad'?
–Yo respeto la opinión que puedan tener las tamborradas porque ellos son los protagonistas. El año pasado no lo vieron porque creían que una tamborrada limitada podía generar agravios.
–¿Echa en falta mayor diálogo de Pedro Sánchez con el lehendakari en el asunto de la pandemia? ¿Cree como Urkullu que no se ha dado la relación bilateral en los términos deseados?
–Considero que no se ha dado esa relación. No está habiendo la suficiente atención.
–¿En qué, por ejemplo?
–En cuestiones que se han planteado, incluso por carta, y que han recibido respuesta de formulario.
–¿Comparte entonces la queja de Urkullu de que el presidente «no respeta» la singularidad del autogobierno vasco?
–Desde luego. Está haciendo café para todos, algo que ya nos suena de antes.
–¿Espera que cambie esa actitud?
–No tiene pinta. Y es una pena porque, al final, la manera que se tiene de que no sea así es hacer valer una serie de votos en las mayorías del Congreso. Y que un sistema institucional funcione en base a eso, quiere decir que tiene algún problema.
«No sé qué ha hecho ni qué ha dejado de hacer ni cuál es el procedimiento judicial y ni me interesa, porque no creo que debamos entrar a eso»
Johnny Depp
–¿Cómo está la salud de la coalición PNV-PSE en Donostia?
–Es muy buena. Creo que hay confianza. Igual el haber vivido esta situación de pandemia ha hecho que todavía hayamos profundizado más porque hemos tenido que trabajar mucho codo con codo. Hay confianza suficiente como para que incluso cuando hay diferencias podamos llegar a entendernos.
–¿Si se recupera el debate del nuevo estatus en Euskadi puede ser un motivo de fricción entre los socios en el consistorio?
–Depende de cómo lo gestionemos. En política una de las virtudes, que no se estila demasiado en este tiempo, es gestionar la diferencia desde el respeto mutuo. Eso demuestra también la madurez democrática y política de un país o una ciudad.
–¿El escollo del derecho a decidir –el PSE ya ha dicho que no lo aceptará– será salvable?
–Me gustaría que se salvara.
–¿La relación del PNV con EH Bildu parece que no pasa por un buen momento?
–Tienen una actitud que no entiendo demasiado. Están en una estrategia de acoso y derribo. Así es muy difícil avanzar en algo común.
–Se acerca el Zinemaldia y llega con polémica. ¿Cree que una persona como Johnny Depp, inmersa en un proceso judicial acusado de violencia machista, está inhabilitada para recibir el Premio Donostia?
–Es un tema complicado. La decisión de esto como de otras cosas es del propio Zinemaldia y siempre he defendido no tener intervención política en algunas decisiones, incluso de selección de películas. Creo que tiene que ser el propio Zinameldia el que, conforme a sus criterios, tenga esa libertad. Entiendo que ha merecido esta figura por sus dotes interpretativas, no por su trayectoria personal, al menos el Premio Donostia es lo que reconoce. ¿Que puede ser controvertido? Pues sí, lo reconozco. Y no es que me quiera escapar, pero también me genera dudas. Yo no sé qué ha hecho ni qué ha dejado de hacer ni cuál es el procedimiento judicial que se sigue y voy a decir que ni me interesa porque no creo que debamos entrar a eso. Sí me genera dudas. ¿Tenemos que hacer juicios y condenas públicas por sí? No sé. ¿Dónde está el límite de todo esto? No está claro.
–¿El Zinemaldia debería dar marcha atrás y retirarle la distinción?
–No lo sé. Yo voy a respetar lo que el Zinemaldia pueda considerar.
–Como presidente del consejo de administración del Zinemaldia, ¿no puede opinar al respecto?
–No es que no pueda opinar. El consejo de administración nunca ha decidido un Premio Donostia ni ha seleccionado una película, nunca nos hemos metido en eso, siempre ha sido un ámbito que hemos dejado a la organización del Zinemaldia porque son criterios artísticos que prefiero respetar.
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