Dos mil ertzainas se concentran en Busturia para denunciar «el abandono» del Gobierno Vasco

Cerca de dos mil ertzainas han respondido esta mañana a la convocatoria realizada por la unidad de acción sindical que conforman las centrales Erne, Esan, Euspel y Sipe y se han concentrado durante una hora en Busturia, coincidiendo con la celebración del Consejo de Gobierno Vasco en Torre Madariaga, para denunciar «el absoluto abandono del Departamento de Seguridad durante más de diez años» que ha conllevado pasar de una Policía «referente en Europa a una de tercera división». Han advertido de que salir del «enquistamiento insostenible» pasa por «una negociación verdadera».

Los concentrados, que han tenido enfrente un amplio cordón de seguridad de Brigada Móvil y recursos de todas las comisarías limítrofes, han acudido sin distintivos «todos iguales como ertzainas«. Durante la protesta han coreado, acompañados de bocinas y turutas, consignas como 'Erkoreka, dimisión' o 'Sin negociación no hay solución» y han lanzado bengalas. Hasta el lugar se han desplazado más de quince autobuses y coches particulares y según los sindicatos, han tenido «bastantes trabas para acceder al lugar».

Dos portavoces de los cuatro sindicatos, Iñaki Andonegi (Erne) y Unai Garabieta (Esan), han sido los encargados de hacerle llegar al lehendakari un documento con sus reivindicaciones en pleno conflicto con el Ejecutivo vasco, con quien se ha elevado la tensión en las últimas semanas a las puertas de la celebración del Tour, que requerirá un especial dispositivo. Según este colectivo, esta situación tiene que ver con »un problema de malabarismos obstructivos de una Administración con una absoluta falta de empatía y compromiso con la Policía vasca y sus necesidades laborales y materiales«.

Los cuatro sindicatos, que representa al 100% de los agentes en la mesa de negociación en la Ertzaintza, de la que se levantaron la pasada semana, reclaman como principales reivindicaciones el aumento de plantilla -en la actualidad son 7.200 agentes y deberían de ser 8.000- para dar «un servicio de calidad al ciudadano y combatir unas tasas de delincuencia cada vez mayores», y formación para los ertzainas, ya que Arkaute «ahora mismo es una academia inservible». Piden también la mejora y modernización en los materiales de los ertzainas (uniformidad, vehículos y elementos de trabajo). Los convocantes han asegurado que tras diez años con un acuerdo regulador de las condiciones de trabajo «caducado» es urgente «una actualización y equiparación al resto de la policía vasca». «Los ertzainas estamos hartos de que se nos engañe a nosotros y al ciudadano, colocando a una Policía de calidad ante el abismo», han advertido.

Erne, Esan, Euspel y Sipe acusaron el lunes al lehendakari y al Gobierno Vasco de «declarar la guerra» a la Ertzaintza. Esta afirmación la realizaron después de escuchar el domingo las palabras de Iñigo Urkullu durante el solemne acto anual de entrega de condecoraciones al mérito policial y de homenaje a los agentes fallecidos en actos de servicio, con las que advirtió que la Policía vasca «ha de ser un cuerpo profesional» y que «ninguna institución, tampoco la Ertzaintza, puede permitirse perder el respeto de la sociedad». Las centrales policiales elevaron así la tensión encendida tras las últimas protestas laborales del colectivo policial, a pocos días de la celebración de la prueba ciclista. En un comunicado conjunto manifestaron que su respuesta va a ser «unidad para ganar» y afearon al Departamento de Seguridad su «soberbia y chulería».

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