La división sobre el derecho a decidir frena a corto plazo un nuevo pacto estatutario PNV- Bildu-PSE
Los socialistas admiten que el acuerdo está «bastante verde» y la izquierda independentista teme «perder esta ventana de oportunidad» con la derecha en el poder
Las discrepancias políticas sobre el derecho a decidir empiezan a enfriar la expectativa de un nuevo pacto estatutario a corto plazo, un compromiso del ... Gobierno de coalición PNV-PSE que también se extiende en la práctica a EH Bildu, que busca una ampliación del consenso que no fue posible en 1979 con el Estatuto de Gernika. En este momento tanto PNV como EH Bildu y PSE han fijado un marco de absoluta discreción para preservar la negociación en un ámbito reservado sin las presiones del debate público. La posibilidad de que este trabajo finalice antes de fin de año se desvanece a medida que se trasluce que hay un escollo fundamental que complica mucho la luz verde: el derecho a decidir que no reconoce la Constitución española.
Los socialistas, según fuentes solventes de este partido consultadas por DV, insisten en que esta es una línea roja infranqueable, que equiparan al clásico derecho de autodeterminación. El PSE reitera que su apuesta es implicarse en una reforma estatutaria, no en una reforma constitucional, que es lo que, en su opinión, defiende la izquierda independentista al abogar por el reconocimiento del derecho a decidir de Euskal Herria. Por ello, en el PSE no se quieren generar excesivas expectativas sobre un desenlace positivo, «al que estamos dispuestos, pero no de cualquier manera, nosotros no nos hemos vuelto locos ni nos hemos hecho nacionalistas o soberanistas de repente. La posibilidad de un acuerdo está aún demasiado verde», insisten los medios consultados. El PSE, en todo caso, reivindica su papel pionero y vanguardista en la construcción de la autonomía vasca en 1979 y de las principales leyes sobre los que se cimentó el nuevo sistema institucional.
Legislatura precaria
En EH Bildu, por su parte, se detecta una creciente inquietud por la lentitud en los avances. De hecho, su portavoz en el Parlamento Vasco, Pello Otxandiano, reconoció el domingo, en una entrevista en el diario Gara, preguntado por la falta de resultados sobre el nuevo estatus, que «somos conscientes de que esa ventana de oportunidad se puede cerrar» porque «la legislatura (española) es precaria». Otxandiano teme una «mayoría de PP y Vox» si hay elecciones anticipadas, por lo que pide seguir trabajando por un nuevo estatus pero «sin poner plazos ni líneas rojas en público y trabajar más en privado», en alusión a los socialistas y también al PNV. Y es que el presidente jeltzale, Aitor Esteban, se había fijado el final del año como plazo para intentar cerrar un texto que pueda servir para varias generaciones.
La izquierda independentista está empeñada en alcanzar un entendimiento y busca diferentes fórmulas que puedan ofrecer una solución de síntesis a esta reivindicación sin plantear una ruptura formal con el actual marco jurídico-político. Se trataría de explorar un compromiso para «defender que las decisiones que sobre su futuro político adopte libre y democráticamente la ciudadanía vasca serán respetadas por las instituciones del Estado» de conformidad «con las normas y procedimientos legales». El texto se corresponde con el borrador 'Bases para el diálogo y el acuerdo político' de la Mesa de Loiola que consensuaron los jeltzales, los socialistas y los representantes de la izquierda abertzale entre 2008 y 2009. Pero ETA dinamitó aquel proceso al endurecer su posición sobre Navarra.
Pragmatismo
En el seno de EH Bildu se asegura que hace un ejercicio de pragmatismo que puede suscitar algunas críticas en su sector más radical. Admite que en su base social hay mucha gente a la que le gustaría ir bastante más lejos y que considera insuficiente una salida que no se sustente en el derecho a decidir. El independentismo sin matices de Ernai, su organización juvenil, es un botón de muestra. Los más pragmáticos creen que la apuesta por la vía política e institucional no está en peligro. Y sostienen que el pacto a tres bandas que quiere alcanzar con PNV y PSE sería solo el 'campamento base' para avanzar hacia «una república vasca» soberana.
El PNV deja las puertas abiertas a la consecución de un compromiso integral que implique también a la izquierda independentista, lo que no fue posible al inicio de la Transición, primero en las conversaciones de Txiberta, cuando ETA militar dio portazo a la participación de la incipiente izquierda abertzale en las generales del 15 de junio de 1977, las primeras tras la muerte del dictador. Después, el Estatuto sería rechazado de plano por la izquierda abertzale, que lo impugnó como fruto de la 'reforma' franquista. Han transcurrido 47 años y el tiempo, ciertamente, no ha pasado en balde.
Ubarretxena intenta hoy un acuerdo con el Ministerio de Díaz
El Gobierno Vasco se reunirá hoy con el equipo del Ministerio de Trabajo para desbloquear el traspaso de las prestaciones del paro. La consejera de Gobernanza y Autogobierno, María Ubarretxena, tiene previsto reunirse esta mañana con el secretario de Estado de Trabajo Joaquín Pérez Rey, que es la 'mano derecha' de la vicepresidenta segunda del Gobierno. Sobre la mesa, los informes técnicos sobre la viabilidad de la transferencia del régimen económico de la Seguridad Social. Con todo, parece que el traspaso del capítulo de las prestaciones del desempleo podría estás más cerca en esta ocasión, si se tiene en cuenta que el asunto no pudo materializarse en el seno de la Comisión Mixta de Cooperación entre el Gobierno Vasco y el central celebrada el pasado mes de julio con la presenciaa de Imanol Pradales y Pedro Sánchez.
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