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Las Juntas Generales de Gipuzkoa, Bizkaia y Araba han prorrogado la fecha límite para que los grupos de la oposición entreguen sus propuestas de enmiendas ... al proyecto de reforma fiscal que PNV y PSE han puesto sobre la mesa en los tres territorios históricos. Ayer se acababa el plazo, pero los Gobiernos forales de jeltzales y socialistas no han logrado atar un socio en Gipuzkoa y Araba que les proporcione la mayoría para dar luz verde a la norma económica. Deberán afanarse ahora para atraer a alguna de las formaciones políticas vascas antes del día 28. El PP parece casi descartado tras el rechazo del PSE, que tiende la mano ahora a EH Bildu y, sobre todo, a Elkarrekin Podemos.
La negociación parece volver a reactivarse tras las declaraciones que realizó ayer el secretario general del PSE, Eneko Andueza, quien aseguró que «hay margen y posibilidades» para acordar la reforma fiscal, tanto con EH Bildu como con Elkarrekin Podemos, y consideró que el PNV también tiene «muy claro que con el planteamiento del PP no vamos a ningún sitio».
Fue el propio líder de los socialistas vascos quien ya hace dos semanas descartó en una entrevista concedida a este periódico un acuerdo fiscal con el Partido Popular, que en Gipuzkoa ya había mostrado su voluntad para ofrecer sus votos al Gobierno foral. El PP pretendía así repetir los pactos que ya se produjeron para la aprobación de los Presupuestos de 2025 o la investidura de la diputada general, Eider Mendoza. Ayer la portavoz parlamentaria popular, Laura Garrido, pidió a las dos formaciones «que se aclaren entre ellos» con la reforma. «Creemos que es el momento de decidir si subir la presión fiscal o ayudar a las familias», apuntó.
Todo hace indicar que, si la entente gubernamental PNV-PSE no quiere retirar la norma económica, deberá girar hacia la izquierda. Los jeltzales, sin embargo, se muestran cautos y aseguran que «no vamos a poner vetos a nadie» como sí han hecho ya lo socialistas. La portavoz de la Diputación foral de Gipuzkoa, Irune Berasaluze, explicó ayer tras el Consejo de Gobierno que la prórroga aprobada «nos dará más tiempo para llegar a un acuerdo y nuestra voluntad es llevar a cabo una negociación con todos los grupos basada en las propuestas que nos traigan». Y dejó claro que no contemplan que la reforma fiscal no salga adelante.
Los tres grupos de la oposición han mostrado severas desavenencias al proyecto presentado por jeltzales y socialistas, pero especialmente crítico ha sido EH Bildu. Tras conocer ayer la prórroga, la coalición abertzale trasladó que aprovechará este tiempo para «entablar un debate fiscal de altura y promover una negociación seria». Además, señaló que PNV y PSE «tienen profundas diferencias en aspectos fundamentales», entre ellos el fiscal, y subrayaron que, «mientras el PNV trata de buscar un acuerdo con el PP para introducir cambios en el sistema fiscal, el PSE se niega a ahondar esa vía y prefiere buscar un acuerdo con EH Bildu».
La izquierda independentista vuelve a agarrarse a la ponencia fiscal que aprobó hace unos meses junto al PNV y PSE en las Juntas Generales de Gipuzkoa. Según denuncian, las medidas que se recogían en esa ponencia no se han trasladado a la reforma que ahora proponen, y piden que en los próximos días se produzcan cambios para que puedan entrar en un pacto que propiciase la aprobación de la norma.
Quien parecía fuera y vuelve a entrar en escena es Elkarrekin Podemos. El PNV había señalado que la formación morada se había «autoexcluido» de las negociaciones y Andueza ha vuelto a meterlos en la ecuación. «Seguimos estando en la mesa y creemos que la retirada del proyecto es inasumible, sería un fracaso», afirmó la portavoz en las Juntas Generales de Elkarrekin Podemos, Miren Echeveste. «Hasta ahora ha habido un entendimiento, pero no nos han comprado todavía nuestras propuestas», explicó.
En todo caso, Echeveste recordó que habrá un entendimiento si «compartimos objetivos», algo que, según aseguró, a día de hoy no se ha producido. Y defendió que se recuperen algunos aspectos recogidos en la ponencia de Gipuzkoa. Nueve días más tienen para salvar la reforma fiscal.
Las Juntas Generales de Gipuzkoa, Bizkaia y Araba han prorrogado la fecha límite para que los grupos de la oposición entreguen sus propuestas de enmiendas al proyecto de reforma fiscal que PNV y PSE han puesto sobre la mesa en los tres territorios históricos. Hoy se acababa el plazo, pero los Gobiernos forales de jeltzales y socialistas no han logrado atar un socio en Gipuzkoa y Araba que les proporcione la mayoría para dar luz verde a la norma económica. Deberán afanarse ahora para atraer a alguna de las formaciones políticas vascas antes del día 28. El PP parece casi descartado tras el rechazo del PSE, que tiende la mano ahora a EH Bildu y, sobre todo, a Elkarrekin Podemos.
La negociación vuelve a reactivarse tras las declaraciones que ha realizado esta mañana el secretario general del PSE, Eneko Andueza, quien ha asegurado que «hay margen y posibilidades» para acordar la reforma fiscal, tanto con EH Bildu como con Elkarrekin Podemos, y ha considerado que el PNV también tiene «muy claro que con el planteamiento del PP no vamos a ningún sitio». Además, ha advertido de que «no tendría razón de ser» que se aprobara en Bizkaia si en Gipuzkoa y Araba no se logran los apoyos para sacarla adelante porque la fiscalidad se «desarmonizaría más».
Fue el propio líder de los socialistas vascos quien ya hace dos semanas descartó en una entrevista concedida a este periódico un acuerdo fiscal con el Partido Popular, que en Gipuzkoa ya había mostrado su voluntad para ofrecer sus votos al Gobierno foral. Pretendían así repetir los pactos que ya se produjeron para la aprobación de los Presupuestos de 2025 o la investidura de la diputada general, Eider Mendoza. En ambas ocasiones el ejecutivo foral de jeltzales y socialistas sacaron adelante las votaciones gracias a los populares.
Andueza también ha dicho que Bizkaia -territorio en el que PNV y PSE cuentan con la mayoría absoluta en la Diputación- debería paralizar su reforma fiscal si no sale adelante en Gipuzkoa y Araba. Algo sobre lo que los jeltzales no han hablado en público, ya que siguen defendiendo que no barajan un escenario en el que la norma económica no salga adelante.
Todo hace indicar ahora que, si el entente gubernamental PNV-PSE no quiere retirar la norma económica, deberá girar la izquierda. Los jeltzales, sin embargo, se muestran cautos y aseguran que «no vamos a poner vetos a nadie» como sí han hecho ya lo socialistas. La portavoz de la Diputación foral de Gipuzkoa, Irune Berasaluze, ha explicado hoy tras el Consejo de Gobierno que la prórroga aprobada «nos dará más tiempo para llegar a un acuerdo y nuestra voluntad es llevar a cabo una negociación con todos los grupos basada en las propuestas que nos traigan». Y ha dejado claro que no contemplan que la reforma fiscal no salga adelante.
Los tres grupos de la oposición han mostrado severas desavenencias al proyecto presentado por jeltzales y socialistas, pero especialmente crítico ha sido EH Bildu. Tras conocer la prórroga, la coalición abertzale ha afirmado que no se opondrá y que la aprovechará para «entablar un debate fiscal de altura y promover una negociación seria». Además, han señalado que PNV y PSE «tienen profundas diferencias en aspectos fundamentales», como en fiscalidad, y han destacado que, «mientras el PNV trata de buscar un acuerdo con el PP para introducir cambios en el sistema fiscal, el PSE se niega a ahondar esa vía y prefiere buscar un acuerdo con EH Bildu».
La izquierda independentista vuelve a agarrarse a la ponencia fiscal que aprobó hace unos meses junto al PNV y PSE en las Juntas Generales de Gipuzkoa. Según denuncian, las medidas que se recogían en esa ponencia no se han trasladado a la reforma fiscal que ahora proponen los dos partidos y piden que en los próximos días se produzcan cambios en esta línea para que la coalición abertzale pudiese entrar en un pacto que propiciase la aprobación de la norma económica.
Quien parecía fuera y vuelve a entrar en escena es Elkarrekin Podemos. El PNV había señalado que la formación morada se había «autoexcluido» de las negociaciones y Andueza ha vuelto a meterlos en la ecuación. «Seguimos estando en la mesa y creemos que la retirada del proyecto es inasumible, sería un fracaso para los gobiernos forales», afirma la portavoz en las Juntas Generales de Elkarrekin Podemos, Miren Echeveste. «Hasta ahora ha habido un entendimiento, pero no nos han comprado todavía nuestras propuestas», explica.
En todo caso, Echeveste recuerda que PNV y PSE «han hecho una propuesta que ningún otro grupo acepta» y que habrá un entendimiento si «compartimos objetivos», algo que, según asegura, a día de hoy no se ha producido. Y, si bien no defiende como EH Bildu la ponencia de Gipuzkoa, en la que se abstuvieron, sí piden que se recojan algunas cosas aprobadas como «las medidas para fomentar el alquiler».
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