Denis Itxaso, un montañero todoterreno amante del riesgo ante una nueva cumbre
Como delegado del Gobierno ha querido renovar la imagen del Ejecutivo central y acercarla al mundo económico y al euskera
El pasado diciembre Denis Itxaso (San Sebastián, 1975), culminó una ruta invernal junto a su novio y un guía y coronó la cumbre del ... Petit Vignemal con nieve hasta las rodillas y fuertes rachas de viento. Este ascenso -un ejercicio épico- es una metáfora oportuna de su trayectoria política en el socialismo vasco, en donde tiene un perfil todoterreno. En octubre había hecho el Aneto, otro 3.000. Las cumbres pirenaicas son su pasión y el montañismo una tradición que hereda de su familia, sobre todo de su hermano Bixen, el primer alcalde socialista de Pasaia, y que le inculcó el amor al alpinismo y la vocación política desde sus tiempos de estudiante de Ciencias Políticas y militante de las Juventudes Socialistas.
Durante su niñez practicó el remo en San Pedro, más tarde se dedicó al arbitraje como juez de línea de Segunda B. Empezó a conocer Gipuzkoa través de sus campos de fútbol. Corría la década de los 90. Euskaldun, es un socialista de ikastola, como una vez le definió el expresidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, que se refirió a él como un ejemplo del cambio social y cultural producido en Euskadi. Se siente orgulloso de romper prejuicios y moldes, aunque admite que la política es un camino largo en el que hay que tragarse sapos y saber manejar los tiempos. Como en la alta montaña. Resistir y esperar a que escampe.
Euskaldun y pasaitarra de origen, Maragall le definió una vez como símbolo del cambio vasco: «un socialista de Ikastola»
Comenzó su andadura pública como concejal en Pasaia en el año 2000 y, después, en 2003, fue edil de Cultura, Medio Ambiente y Turismo de San Sebastián, con Odón Elorza en la Alcaldía. También a partir de 2015 fue diputado foral de Cultura en Gipuzkoa, el primer socialista al frente de este Departamento, así como primer teniente de diputado general. Se forjó entonces en la coalición con el PNV, una relación no exenta de tiranteces en un territorio dominado por la hegemonía nacionalista. En esa época fue presidente de la Mancomunidad de San Marcos y tuvo un protagonismo en la batalla de los residuos del territorio.
En la última etapa, desde 2020, ha sido delegado del Ejecutivo central en el País Vasco, en donde ha intentado dotar a la Delegación de una imagen más ligada a la innovación y al mundo económico y a la cultura euskaldun. Creció políticamente con Elorza, Iñaki Arriola y ahora con Eneko Andueza, con el que coincidió en 2015 cuando este último era portavoz socialista en las Juntas Generales de Gipuzkoa e Itxaso el diputado foral. Allí comenzaron a trabar una relación cómplice. Siempre ha pensado que en la vida hay que correr riesgos. Y en la política, también.
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