Las víctimas del terrorismo acogen el gesto de Etxerat con división de opiniones

El paso de Etxerat fue recibido este viernes con división de opiniones entre las víctimas del terrorismo. La asociación mayoritaria en Euskadi, Covite, pidió a los familiares de presos que «condenen con contundencia a ETA» antes que «pedir disculpas». Sin embargo, otras víctimas vascas como Josu Elespe, Gorka Landaburu, Iñaki García Arrizabalaga o María Jauregi apreciaron, cada uno con sus matices, el gesto de los allegados de los reclusos, con diversos mensajes en las redes sociales.

El hijo del concejal socialista de Lasarte-Oria Froilán Elespe señaló que «al margen de terminologías, mezclas, condicionales, e insuficiencias éticas, agradezco las disculpas, valoro el esfuerzo de este pronunciamiento, y les animo a seguir avanzando y profundizando». Por su parte, Gorka Landaburu, periodista herido por una carta bomba de ETA, agregó que «me parece un paso importante, hacia la convivencia y el reconocimiento del dolor causado, aunque muchos no lo entiendan todavía».

Iñaki García Arrizabalaga, hijo del delegado de Telefónica en Gipuzkoa Juan Manuel García Cordero, asesinado por los Comandos Autónomicos, consideró que «personalmente: es un gesto valiente que, sin matices de ningún tipo, agradezco. Socialmente: es un paso en la buena dirección, la de la normalización de la convivencia». Por último, la hija de Juan María Jáuregui, delegado del Gobierno en Gipuzkoa, aplaudió el gesto como un «paso importante para la convivencia». Precisamente, María Jauregui compartió hace una semana un coloquio con Peru del Hoyo, uno de los portavoces de ayer de Etxerat, para abordar las distintas experiencias sufridas, en un acto organizado por el Foro Social Permanente.

Mucho más crítico se mostró Covite. El colectivo presidido por Consuelo Ordóñez, hermana del edil del PP donostiarra Gregorio Ordóñez, Covite replicó a Etxerat que las disculpas no tienen que darse por su «falta de empatía» sino por «su complicidad con la trayectoria criminal de sus familiares». «Las llamadas a la reconciliación basadas en la empatía son trampas vestidas con piel de cordero. Los terroristas, los que han ejercido y apoyado la violencia, no tienen que pedir perdón solo a las víctimas de ETA sino a toda la sociedad a la que han amedrentado durante décadas», defiende. Covite entiende que «Etxerat está dando pasos dentro de la estrategia global de la izquierda abertzale para conseguir sacar rédito de la disolución de ETA»