Fuera de la convocatoria
EL FOCO ·
Pablo Iglesias se quedará en esta ocasión en tierra y sin viajar a Marruecos para acompañar a Sánchez en la cumbre bilateral que se celebrará ... en Rabat la próxima semana. Ante lo que en un principio parecía un nuevo choque soterrado entre el líder podemita y el núcleo duro del presidente, Iglesias ha preferido plegar velas en un asunto espinoso como es el presente y futuro del Sahara. En esta ocasión, la diplomacia se ha impuesto y ha sofocado el conato de incendio que amenazaba con avivarse. Sobre la decisión de desconvocar a Iglesias del viaje pesa un sospechoso halo de veto por parte del Gobierno alauita por las reivindicaciones audodeterministas del Sahara que comparte el vicepresidente. Pero al final Iglesias ha optado por hacer mutis por el foro –con discreción– para regatear una situación que, dijera lo que dijera sobre el asunto, le habría enredado en una nueva madeja monclovita. Además, su pasado viaje a Bolivia con una agenda propia a la que mantuvo el Rey había levantado ya muchas suspicacias en el seno de su Gobierno.
A pesar de los 'chispazos' internos que ha provocado el líder 'morado' con algunos destacados ministros del PSOE, Iglesias ha logrado reforzar su posición dentro del Ejecutivo de coalición al ser el impulsor intelectual que preconizaba que los primeros Presupuestos de su Gobierno tenían que ir con la firma del eje de la izquierda –EH Bildu incluida– y sin la incursión de ninguna cuña liberal. Y así ha sido. Iglesias ha logrado hacer jaque en este primer movimiento estratégico en el tablero de una legislatura que tiene todos los visos de terminar. Sin embargo, Sánchez podría mirar de nuevo a los liberales de Ciudadanos con los que hasta hace poco ha cortejado, aunque un posible indulto a los presos del procés y un apoyo exterior del PSC al futuro Govern podría unirle aún más a Iglesias. El factor catalán volverá a ser decisivo.
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