Calvo incluye los futuros ajustes en el Cupo en su oferta de negociación a los jeltzales

La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, ha incluido en su oferta de diálogo global con el PNV la necesaria actualización de los pagos del Cupo una vez que a Euskadi le corresponde también participar en los fondos extraordinarios transferidos a todas las Comunidades Autónomas, en su mayor parte dedicados a los costes sanitarios para hacer frente al Covid-19. Un acuerdo que tendrá que ser acordado en las próximas semanas por la Comisión Mixta del Concierto integrado por representantes del Gobierno Vasco y el Ejecutivo central. Desde 2007, el País Vasco puede descontar de su aportación al Cupo esos fondos extras destinados a la sanidad.

Calvo se ha reincorporado de lleno a su tarea en el Ejecutivo una vez recuperada de su enfermedad -en su momento dio positivo en coronavirus y tuvo que estar sometida a un período de cuarentena- y lleva las riendas directas de una negociación con el PNV que no se circunscribe a la prórroga del estado de alarma y tiene un recorrido más estratégico. La vicepresidenta ha mantenido también un diálogo directo con el vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonès, a pesar de que la dirección de Esquerra Republicana de Catalunya a la que pertenece ya se ha decantado por el 'no' a la cuarta prórroga al estado de alarma. Calvo también se puso ayer en contacto con algunos presidentes autonómicos -entre otros, el gallego Alberto Núñez Feijóo- con el objetivo de propiciar un acercamiento de posiciones.

Calvo busca limar asperezas con los jeltzales en un asunto sensible, que había aflorado en las últimas semanas tras la negociación en el seno del Gobierno de coalición del Ingreso Mínimo Vital. El diálogo con el PNV pretende, además, allanar el camino a futuras negociaciones: tanto de los acuerdos de 'reconstrucción' en el Congreso tras los efectos de la pandemia como de los Presupuestos Generales del Estado para 2021.

En la mesa de diálogo planea la incidencia de esta coyuntura excepcional sobre el cálculo del pago del Cupo, que fija la aportación del País Vasco a la Administración central sobre el concepto de las competencias que el Estado mantiene en Euskadi.

El impacto de la hibernación económica por criterios sanitarios en la recaudación de las haciendas forales implicará una disminución de los recursos financieros previstos inicialmente. En todo caso, Euskadi participará del reparto del fondo extraordinario de 16.000 millones, si bien lo hará sobre la base de su singularidad por el régimen del Concierto. Por ejemplo, de esa cantidad, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ya anticipó ayer que unos 10.000 millones se destinarán a planes de carácter sanitario para atender las urgencias originadas por la pandemia. De esos 10.000 millones, el 6,24% le corresponderían al País Vasco, lo que implicaría que Euskadi debería descontar del Cupo 686 millones de euros. Esa cifra podría descender a 580 si el Gobierno central utilizara solo el factor poblacional como criterio de reparto.

El mayor temor que se detecta en el Gobierno central es que los posibles pactos con las comunidades de régimen foral alimenten la tormenta de los agravios territoriales con otras comunidades de régimen común en una coyuntura con menos recursos financieros y mayores necesidades sociales y económicas. Y que sobre todo pueda avivar el desencuentro con ERC.